Cajun Music & Beausoleil

Cajun Music & Beausoleil - 4.0 out of 5 based on 3 votes

Ratio: 4 / 5

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¿Música folk de Estados Unidos y cantada en francés? Pues sí, es la música de la comunidad cajún.

La música cajún combina elementos musicales tradicionales de muchos grupos étnicos diferentes. Gran parte de la población francófona de Luisiana desciende de los Acadios que los británicos expulsaron de Canadá en el siglo XVIII. Como resultado, la música popular tradicional de esta región muestra una viva mezcla de contradanzas francesas con gigas reels angloamericanos además de los gritos y gemidos de la música de los indios norteamericanos y la percusión sincopada y el canto improvisado de los esclavos negros de Luisiana.

Abajo, en los pantanos de Luisiana , la tradición exige que para iniciarse en el gumbo (esa barroca y espesa sopa de Luisiana), hay que hacerse de una vieja olla de hierro negro con la Santísima Trinidad de la cocina Cajún: cebollas, pimientos, y el apio. Después de la elección de estos ingredientes el resultado del guiso depende de usted, siempre que añada el resto de componentes correctos tendrá como resultado un plato caliente y sabroso, una genuina exquisitez sureña.

Durante más de 20 años y 21 discos grabados, Michael Doucet y Beausoleil han seguido la misma receta ganadora. Tomar tres ingredientes tradicionales -alma Cajún- letra en francés, violín mágico, acordeón irresistible, y luego añadir elementos sabrosos de la bien surtida despensa del bayou, y décadas de influencias musicales. Una pizca de ritmo del Caribe, un guión de jazz de Nueva Orleáns, una porción de las baladas del Viejo Mundo , una fuerte medida de blues, y quizás incluso un toque de música de surf, de estilo bayou. Servido caliente sazonado por seis músicos, es lo que tiene la música de Beausoleil.

A la cabeza está Michael Doucet, fundador, extraordinario violinista, compositor y primera voz. Con una tradición de músico de 1969, su amor por la cultura acadiense, lo hizo bucear a fondo en el estudio de esta música tradicional a través del seguimiento de varias generaciones de musicos tradicionales de este estilo, que lo que han marcado y definido.

Las audiencias de todo el mundo parecen estar de acuerdo con la hoja de ruta de Doucet. La banda ha sido honrada con siete nominaciones al Grammy y ha ganado un premio Grammy. En 1997, su álbum del sello Rhino “L'Amour Ou La Folie“ (Locura Amor ) ganó el Grammy al Mejor Álbum Tradicional Folk. En enero de 2000, con CAJUNIZATION, lanzado en 1999, la banda tuvo su séptima nominación al Grammy con el visto bueno al Mejor Álbum de Folk Contemporáneo.

Mas impactante que el sonido en disco de Doucet y Beausoleil , es la puesta en escena en directo, no tiene comparación la banda interpretando en vivo sus canciones de picante mezcla de música bayou, con un sonido fresco en el escenario; esta banda acumula más de 100 actuaciones en vivo cada año. Incluso las audiencias de televisión han mostrado que sus actuaciones en vivo de música Cajún son un auténtico espectáculo, han llegado a a actuar con Mary-Chapin Carpenter.

¿En que se basa el éxito de Doucet Beausoleil ? En esa mezcla pegadiza de sonidos, con sus ritmos riquísimos en matices, en la riqueza instrumental y esa alegría vital de su música, que lo impregna todo "Cantamos en francés, un idioma diferente, pero a pesar de esto nuestro mensaje llega directo", dijo Doucet. "Es como la ópera: Usted puede no entender el italiano, pero llega a entender las emociones expresadas."

Doucet, el descendiente de acadienses, creció hablando francés con su familia, una influencia que incluso la americanización de sus días escolares no puede diluir. Gran parte de la música de Beausoleil resurge del corazón y el alma de las raíces culturales comunes Cajún, compartiendo las emociones de la alegría y el sufrimiento.

La música Cajún es la expresión de una amalgama de sentimientos y emociones, quizás algunas de las emociones mas modernas no están adecuadamente expresadas por los antiguos cantos de los ancestros de hace 300 años que crearon esta música.

Beausoleil, a lo largo de su carrera musical, siempre han intentado desarrollar y ampliar la diversidad y riqueza de la música Cajún, el blues, el jazz, el swing de Texas, el country , el bluegrass (del que me atrevería a decir que es primo-hermano), y el swamp pop. Todos estos estilos fusionados dan como resultado esta excelente música, es como estar en un jardín con muchas especies distintas de flores, el aroma es indefinible, pero embriaga hasta hacerte perder el sentido.

En resumen, el Cajún , es un estilo musical con una profundas raíces, que ha sabido evolucionar a lo largo de 300 años sin perder esa esencia primigenia que le caracteriza, y enriqueciéndose con aportaciones mas modernas; de la mano de Michel Doucet y Beausoleil, el pasado y el presente se entrelazan.

Probad una cucharada de esta sopa, seguro que pediréis más.

Jeff Chance - Walk Softly on the Bridges (1992)

Jeff Chance - Walk Softly on the Bridges (1992) - 3.8 out of 5 based on 12 votes

Ratio: 4 / 5

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Aparte de una buena voz el tejano Jeff Chance toca la guitarra y el violín. Walk Softly on the Bridges supuso su segundo trabajo para Mercury, tras Picture on the Wall en 1990.

El primer corte del disco, "Walk Softly on the Bridges" no sólo da título al álbum, nos abre la puerta a lo que vendrá a continuación. Y es que Chance clava una versión de este tema que ya cantaron Tammy Wynette, los Osborne Brothers y Mel Street allá por los primeros 70… y eso es lo que nos ofrece Chance, un disco al viejo estilo, aunque inconfundiblemente de los noventa, donde los instrumentos que dominan, al mismo nivel que la guitarra eléctrica siguen siendo la steel y el fiddle.

Los autores de “Walk Softly…”, Dallas Frazier y Doodle Owens, deben ser especiales para Chance, dado que también escoge versionar otra de sus composiciones “Touching Home”, que Jerry Lee Lewis colocó en el número 3 de Billboard, en 1971, cuando su carrera estaba concentrada en el Country, y que también incorporara a su repertorio el gran Ernest Tubb.

Encontramos algún medio tiempo, como “Portrait of the Blues”, aunque predominan las canciones que piden una barra de bar y unas cervezas para sumergirse en la atmósfera que evocan, “If I Hurt You”, “A Heartache on her Hands”, “This Door Swings Both Ways”... De todas formas Chance nos muestra varias facetas, poniendo de manifiesto su versatilidad y enfrentándose con solvencia y buen humor al Western Swing en “Alone in San Antone” o a la animada “Get Used to It”. Tampoco es ajeno a tendencias más contemporáneas como en “Where do I Go from Her” o “Casting My Shadow in the Road”, que estrenó Ricky Skaggs en su imprescindible LP Kentucky Thunder apenas tres años antes y que arranca con una entrada de violín que evoca a la insuperable “Amarillo by Morning”.

Como dato curioso, entre los habituales músicos de estudio de Nashville como Eddie Bayers (batería), Brent Rowan (guitarra eléctrica), Rob Hajacos y Glen Duncan (fiddle) o Glenn Worf (bajo), entre otros, en los títulos de crédito el nombre de Shania Twain aparece en los coros, en el que debió ser uno de sus primeros trabajos para un estudio de la Music City.

Nos encontramos ante un muy buen disco, en el que Chance actualiza con buen gusto y respeto unos sonidos que forman parte de la esencia misma del Country.

Eric Heatherly - Swimming in Champagne (2000)

Eric Heatherly - Swimming in Champagne (2000) - 3.4 out of 5 based on 12 votes

Ratio: 3 / 5

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Eric Heatherly debutó en 2000 con este disco, cuya promoción fue afectada por la vorágine reorganizativa que afectó a su discográfica, Mercury, por aquella época inmersa en cambios de dirección y fusiones. Sólo el que posiblemente sea el mejor tema del disco, la magnífica versión del popular tema de los Statler Brothers “Flowers in the Wall” tras ser editada como single, consiguió cierta repercusión (número 6 en Billboard). Pero no fue suficiente como para que la compañía se planteara la edición de un segundo disco (que ya estaba grabado)... Una historia que se volvió a repetir con el tercero (en nueva compañía), ya grabado y a punto de ser distribuido cuando fue retirado del mercado por una decisión comercial.

 

Y lo cierto es que Heatherly seguramente se merecía mejor suerte. El disco que nos ocupa supuso aire fresco el año de su lanzamiento en una Industria que ya había perdido el empuje arrollador del New Country de principios de los 90 y que cada vez era más propensa a acercarse al Pop en un intento de mantener su cuota de mercado. Frente a ello las credenciales que nos muestra Eric Heatherly apuntan al Rockabilly, el Honky Tonk humeante de carretera y el Blues (tanto en la guitarra como en la voz) de Stevie Ray Vaughn (al que cita junto a una infinidad de nombres más en sus agradecimientos).

 

Incluso en la estética (en cuanto a vestuario, imagen y fotos del disco) ya marca diferencias, con evidentes reminiscencias neo-retro que apuntan a los años 50. También rompe barreras al asumir personalmente la guitarra solista, en vez de dejárselo a uno de los habituales virtuosos de estudio… y se nota. Las diferencias son evidentes en todos y cada uno de los cortes y corroboradas ya desde el tema con el que arranca el disco “Someone Else’s Cadillac” un Rock’n’Roll en toda línea… aunque poco tiene que ver con los pioneros del género.

 

Es en los temas movidos donde Heatherly destaca con una actitud y credibilidad muy superior a la de sus contemporáneos. Así, aparte de los ya citados, el tema que cierra el CD, “She’s So Hot” no puede dejar de recordarnos a los Stray Cats. “Why Don’t Cha”, está en la línea de “Flowers in the Wall” y es acreedora del estilo de Roy Orbison. "Wrong Five O'Clock" es otro Rock’n’Roll eléctrico y desatado donde tan importante es la voz como la guitarra. En la bluesera y orgullosa “Freedom Chain” quizá sea donde más evidente es la influencia del mencionado Vaughn. En “Let Me” vuelve a hacer alarde de sus influencias cincuenteras, apuntando a los Everly Brothers. Sin embargo "Didn't Mean a Thing", arranca liderada por una enérgica guitarra que marca las diferencias, y se aparta de los citados hasta ahora, para acercarse a sonidos más actuales.

 

En la parte tranquila Heatherly pone a prueba su voz en "One Night", llevándola hasta el límite, pero consiguiendo un resultado demasiado empalagoso. Prácticamente lo mismo se podría decir de “Swimming in Champagne”, que si cerráramos los ojos nos veríamos disfrutando de una puesta de sol en una playa solitaria.

 

Un disco que gana puntos por salirse de la línea de tantos otros prácticamente calcados entre ellos en cuanto a estructura y estilo.

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