Dolly Parton - Eagle When She Flies (1991)

Dolly Parton - Eagle When She Flies (1991) - 3.7 out of 5 based on 7 votes

Ratio: 4 / 5

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Tras el que fuera su disco de “retorno” a los sonidos tradicionales del Country, White Limozeen en 1989, Dolly Parton confirma con Eagle When She Flies su inmersión en el estilo nuevo-tradicionalista que dominaba las listas a principios de los noventa. Consiguió convencer al público, pues alcanzaría el número uno en listas, desbancando nada menos que a Garth Brooks y su No Fences, y acabaría obteniendo el certificado de disco de platino cuando superó el millón de copias vendidas.

Si hubiera que destacar uno de los cortes del álbum, sin duda sería el excepcional dúo junto a Ricky Van SheltonRockin’ Years”. Cómplices ambos intérpretes en una canción convertida en una loa al amor que se alarga durante una vida, la base sobre la que se construye toda una familia. La canción estaba previsto que se convirtiera en dúo junto a George Jones, pero la salida de éste de la discográfica compartida con Parton provocó que fuera un Van Shelton, por entonces en lo más alto de su popularidad, quien finalmente acabara grabándolo. Esa popularidad de su compañero seguramente favoreció la aceptación del single por los programadores de radio, lo acabó empujando hasta el número uno (el último conseguido por Parton hasta la fecha), y que se haya convertido en uno de los grandes dúos de la historia del Country. El tema de la canción va más allá en “Family” donde una Parton quizá demasiado histriónica en su interpretación nos canta que en el seno de la familia todo se perdona y todo es aceptado (haciendo pensar casi más en la mafia que en una familia de verdad).

El otro dúo del álbum es un duelo con Lorrie Morgan, “Best Woman Wins”, en la que dos mujeres luchan por el amor de un hombre, una canción que fue simultáneamente editada en el álbum de Morgan Something in Red. Por su parte el doloroso y sincopado tema “What a Heartache” fue originalmente grabado en 1984 y formó parte de la banda sonora de la película Rhinestone, que la propia Dolly Parton protagonizara con Sylvester Stallone (también autor del guión). Dolly lo vuelve a grabar incluyendo algunas modificaciones sobre su versión precedente.

Alejada de los excesos de producción y el intento de inmersión en el Pop que caracterizan y penalizan buena parte del trabajo de Dolly Parton en la década de los ochenta, de los que todavía encontramos algún eco en "Dreams Do Come True", en Eagle When She Flies (su trigésimo disco de estudio) también destacan temas como la saltarina “If You Need Me”, la dulce “Silver and Gold” o la espiritual “Wildest Dreams” que apuntan a los momentos más brillantes de su carrera. De todas formas tendrían que pasar todavía unos años hasta su fichaje por Sugar Hill y la edición de la trilogía que arrancó con The Grass is Blue en 1999 para que nos volviera a deleitar con un disco indiscutible y que pueda ser considerado como absolutamente fundamental en su larga carrera.

 

Alison Krauss and Union Station - Lonely Runs Both Ways (2004)

Alison Krauss and Union Station - Lonely Runs Both Ways (2004) - 4.1 out of 5 based on 8 votes

Ratio: 4 / 5

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Punto uno: nadie canta como Alison Krauss.

Y si hay que añadir un punto dos, es que es una perfeccionista. Ahí radica un peligro, que en la búsqueda de la perfección pierda presencia el alma y el sentimiento de una canción. No en el caso de Krauss. Su voz es como el ala de un ángel que te acaricia el oído, que se te mete dentro y te provoca escalofríos ya desde antes de que empiece a cantar, cuando sabes lo que está a punto de suceder.

Lonely Runs Both Ways no es una excepción en la búsqueda de la perfección de AK&US, donde nos ofrecen la habitual y exquisita mezcla de baladas Bluegrass, Pop y Country en las que han conseguido llegar a la excelencia y que les ha reportado una popularidad inimaginable para una banda de un estilo minoritario como el Bluegrass.

Encontramos cuatro temas firmados por R.L. Castleman y cuatro originales firmados por los miembros de la banda: “This Sad Song” por la propia Krauss junto a la otra gran Alison, Alison Brown; Ron Block (banjo, guitarra) firma un par de ellos, e incluso canta en uno, “I Don’t Have to Live this Way”; mientras Jerry Douglas (dobro, slide guitar) lo hace con el instrumental “Unionhouse Branch”, que es una nueva oportunidad de disfrutar de su magia al dobro y un motivo más para no olvidar que añadir el nombre de la banda está más que justificado al hablar de Alison Krauss & Union Station. Todas estas canciones proporcionan la perfecta banda sonora para una road movie en la que el argumento gire alrededor de la soledad, la tristeza y la pérdida del amor.

De todas formas hay pequeñas alternativas al guión, como la inclusión del tema de Gillian Welch y David Rawling "Wouldn't Be So Bad" y una inspirada y espiritual versión de “Pastures of Plenty” de Woody Guthrie. Aunque la mayor sorpresa del disco es que en un buen puñado de canciones Krauss ha cambiado su habitual fiddle por la viola, un instrumento que no suele ser habitual escuchar más allá de la música clásica.

El trabajo de la banda, no hace falta decirlo, instrumental y vocalmente en las armonías es excepcional. Además de los ya citados completan Union Station, Barry Bales al bajo y el fabuloso Dan Tyminski (guitarra) que asume la voz solista en tres cortes a los que aplica su característica y clásica voz montañesa. Espectacular tanto en “Rain Please Go Away”, de Del McCoury, y en las ya citadas “This Sad Song” y “Pastures of Plenty”.

Lo mejor para lo último. El tema con el que se cierra el disco es insuperable en su sencillez. “A Living Prayer” está firmado por Ron Block, y Alison está acompañada sólo por dos sutiles guitarras. Si cerramos los ojos y nos dejamos arrullar por su voz nos elevará hasta sentir las nubes rozándonos la piel.

Lonely Runs Both Ways es un disco musicalmente perfecto, repleto de perfectas canciones de agridulce melancolía y cantado y tocado por músicos que trabajan en una perfecta armonía y con un perfecto buen gusto. Quizá por ahí esté el único pero que se puede hacer y es que se echa de menos algo de la naturalidad que sí está muy presente en sus discos de directo.

 

Danni Leigh - Divide and Conquer (2001)

Danni Leigh - Divide and Conquer (2001) - 4.0 out of 5 based on 2 votes

Ratio: 4 / 5

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Desde su debut en 1998 con 29 Nights, Danni Leigh sufrió en sus carnes las consecuencias de la reestructuración de firmas discográficas que sufrió Nashville a finales de los noventa y que tuvo como consecuencia que tanto el mencionado álbum como el que le siguió, A Shot of Whiskey and a Prayer no fueran promocionados por la firma que los editó (Decca el primero y Sony el segundo) resultando imposible ni siquiera aspirar a conseguir la repercusión que sin duda merecían.

Para su tercer lanzamiento, Divide and Conquer, Danni entraría en el estudio bajo la dirección del que era productor de Dwigth Yoakam, Pete Anderson (que además tomaría la guitarra en un buen número de cortes), para ser editado por la por entonces recientemente fundada Audium, con la que había firmado apenas un mes después de romper con Sony, con la sensación de que “me embarco en el proceso de producción musical más honesto de mi vida. Libertad creativa, integridad e individualidad no son palabras que asusten en Audium”.

En el Country han predominado tradicionalmente los tristes recuerdos de amores fracasados, que se intentan olvidar con una juerga, o encerrándolos en el fondo de una botella. En Divide & Conquer Danni se mantiene fiel a esa idea general. Tres de los diez cortes están firmados por el gran Jim Lauderdale (un nombre que resultará especialmente familiar a los seguidores de George Strait) y se cuentan entre lo más destacable del álbum: el arranque a ritmo de Honky Tonk con "He Used to Say That to Me" es magnífico, con su original mensaje a la ‘nueva’ sobre las verdaderas intenciones del hombre que la abandonó; no desmerece el tema que da título al disco, “Divide and Conquer” de ascendencia entre blues y gospel, en el que la aparición de una competidora que espera su oportunidad abre brechas en la relación; y “Sometimes” donde Danni nos canta sobre el recurrente tema de las veces en las que no puede evitar pensar en su amor perdido. Un nivel en el que se mueven un buen número de cortes, entre los que destaca la evocadora “Last Train to San Antone”... ¿dónde está ese tren que lleva a San Antonio? quiero subirme en él para mantener la sensación de búsqueda de una nueva oportunidad todo el tiempo posible.

El ‘toque’ Anderson, capaz de añadir las más variadas texturas sin que se pierda la esencia Country, se evidencia en cortes como “Yesterday”, apuntando al pop setentero, en la folkie "A Far Cry From Here" o mediante la inclusión de un órgano Hammond en la animada “Somebody Oughta Do Something”.

El trabajo con un productor de la categoría de Anderson, que mantiene el tono general del disco alejado de la insustancial sobreproducción característica de los lanzamientos major, permite que se oiga alta y clara la orgullosa voz de Danni Leigh reivindicando sus raíces Country y, específicamente, Honky Tonk. Si alguna vez Danni se ganó definitivamente el apelativo de la Dwight Yoakam femenina fue con este estupendo disco.

 

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