Dentro de la serie que New West Records ha editado en DVD, recuperando programas del magnífico programa musical de la TV pública norteamericana Austin City Limits, nos encontramos con el que protagonizó Billy Joe Shaver en 1984, extendido desde los treinta minutos de duración de la emisión original hasta prácticamente los noventa de la actuación completa de Shaver.

El propio productor del programa, Terry Lickona nos presenta el DVD diciendo: “Billy Joe Shaver es el compositor de Country por antonomasia, pero este es un mundo que no hace justicia a la honestidad, cruda intensidad y el compromiso de corazón y alma contenido en sus letras. Más de una cincuentena de artistas han grabado sus canciones, pero ninguno las canta mejor que Billy Joe, y ese es el motivo por el que este programa es tan importante. Grabado el 14 de Agosto de 1984, Billy Joe no se deja nada. Está el coraje, está la actitud, está el desafío. Pero también está la intimidad, la poesía, las historias. Y es la historia de Billy Joe –nacido y criado en las cercanías de Waco, Texas. La vida nunca es fácil, pero su optimismo y fe en la humanidad es eterna, como cuando canta ‘soy un viejo pedazo de carbón, pero seré un diamante algún día’. Su mujer Brenda, solía decir: Billy Joe es un hombre alto con acerados ojos grises que parecen mirar a través de ti y una sonrisa tan grande como Texas.”

En la pantalla nos aparece Shaver cantando algunas de sus canciones más conocidas, aunque hayan sido otros los que las hayan llevado a la fama. Y no puedes dejar de sentir en todas y cada una de ellas que algo muy especial emana de este hombre contenido en las palabras que entona. Con una presencia escénica apabullante, acompañado por bajo y batería y compartiendo protagonismo con su propio hijo, Eddie, al mástil de la guitarra eléctrica dejándonos unos solos espectaculares. Desde luego que no pueden faltar los grandes clásicos indelebles que han salido de su pluma: "Black Rose", "I'm Just an Old Chunk of Coal", "Old Five and Dimers Like Me" y, por supuesto, “Willie the Wandering Gipsy and Me” y "Georgia on a Fast Train".

Billy Joe Shaver es de esos artistas que todavía nos quedan que te hacen venir a la cabeza la pregunta: ¿quién llenará su hueco cuando no esté?... Difícil, muy difícil encontrar la respuesta.

Adam Pope se trasladó a Nashville en 2006, pero en vez de intentar hacerse un hueco en el mainstream se dedicó a profundizar en la música de raíces a la que se había dedicado en su Carolina del Norte natal.

Tras una serie de jam sessions en otoño de 2006, la idea de grabar un álbum fue tomando forma. Una idea que se hizo realidad junto a quienes le acompañaron en aquellas jam sessions bajo el nombre de the Rebel Roots, cuyas componentes se limitan a la veterana guitarrista de Rockabilly Elaine Frizzell y a Lisa Horngren marcando el ritmo, ya sea con el contrabajo o el bajo eléctrico, o arropando a las guitarras con la mandolina o el banjo. Con una instrumentación tan espartana el resultado se aleja del pulimento habitual de Nashville y sin embargo es enérgico cuando es necesario, llevándonos por un recorrido por las raíces de la música americana. El denominador común parece ser el continuo viaje de un errante vagabundo que ya se anuncia desde el primer tema, “I’m Movin’ On” de Hank Snow, aunque la versión de Pope le deba más a la que grabara Elvis que al original de Snow.

Escogiendo grandes canciones para versionar a las que se añaden ocho temas originales, nos encontraremos con sonidos de soledad y de trenes (“Southwind” de Johnny Cash, “Wagon Wheel” de Bob Dylan y “I Was the Train”), mal de amores con gotas de buen humor (“You Left Me for My Brother”), coches que pasan y guitarras con twang (“Mr. Beercan by the Highway”), libertad y cárcel (“Brownsville Pen”), para acabar hablando de Dios y el hombre corriente (“The Rebel”).

Lo que empezó como un divertimento nos llega como un intento de preservación y promoción de una música tan sencilla como cruda, desde Rockabilly a tiernas baladas Country, pasando por Bluegrass, Gospel, Folk, Rock y un par de Blues (destacando “My Babe” de Willie Dixon). Son iniciativas como Bury Me in Tennesse las que hacen saber a los aficionados a la música de raíces que sigue viva porque todavía quedan músicos que creen en ella.