Jerry Kilgore - Telephone, Tx (2012)

Jerry Kilgore - Telephone, Tx (2012) - 4.3 out of 5 based on 12 votes

Ratio: 4 / 5

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Nuevo trabajo de Jerry Kilgore, el tercero desde que naciera con mucha fuerza Love Trip en 1999, al que siguió Loaded & Empty en 2008, y una vez escuchado como es debido, es decir unas 300 veces, puedo decir en mi opinión que es un trabajo espectacular como ya nos tiene bien acostumbrados.

Trece canciones y ningún desperdicio. ¿De cuántos discos podríamos hablar en estos términos? Aire fresco dada la corriente que circula por la "meca del country". Honky Tonk auténtico, una joya y es una pena que cada vez queden menos cantantes que ofrezcan garantías en sus nuevos discos, pero el amigo Jerry hasta la fecha es uno de ellos.

Shane Barnhill - Outlaw Angels and Hill Country Nights (2011)

Shane Barnhill - Outlaw Angels and Hill Country Nights (2011) - 4.0 out of 5 based on 10 votes

Ratio: 4 / 5

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Oculto tras una portada  que no le hace justicia para nada, y que más bien parece la portada de un disco de Heavy Metal o Rock Gótico, encontramos a un tejano entrañable, hijo de la tierra que mejores artistas country produce, directo, cercano y con una voz que cautiva desde la primera escucha y que ha pasado desapercibido para muchos seguidores del género, en parte, como digo por esta desconcertante portada que parece diseñada por su peor enemigo.

Como hemos comentado en muchas ocasiones, una portada bien diseñada y en la que al menos aparezca un tío con sombrero y algún caballo, no lo es todo, pero que duda cabe que ayuda muchísimo…

Shane Barnhill, nativo de Texas, creció escuchando a su padre interpretar canciones a la guitarra, manteniendo su fascinación por lo fronterizo y por los escenarios desolados del Sur, para terminar construyendo canciones muy descriptivas, donde tienen cabida las pasiones más ardientes; el dramatismo y la poesía para evocar el polvo de Texas y el tequila de una destartalada cantina situada en ninguna parte…

Empezó a tocar la guitarra a los 9 años y a los 14 ya interpretaba sus canciones en el Pasadena Livestock Show and Rodeo, donde surgió su romance instantáneo con el escenario, aunque su dedicación y perseverancia no se quedan solo en la música, ya que es voluntario en distintas asociaciones benéficas de su localidad, en labores humanitarias y paramédicas.

En este su segundo trabajo, Outlaw Angels and Hill Country Nights, con 8 piezas que pivotan entre el Country Tradicional y el Outlaw Country, pasando por el Country más delicado y melódico. Arrancando con la pegadiza “Still Sexy to Me”, un claro número uno en cualquier emisora USA, siguiendo con baladas de peso como “Everytime”, “Hill Country Nights”, y “Never Gonna Let You Go”, o la sugerente y deliciosa  “Drove You to Him”, y esa maravilla que se acomoda entre las luces de Neón de un humeante Bar, donde las únicas bajas son causadas por los Shots de Tequila, llamada “Outlaw Angels”, descarnada e intimista como pocas, y con una guitarra al final del tema que corta como una navaja de doble hoja; y para rematar la vena melancólica, y terminar con el resto del Tequila, antes de caer derrumbado en un rincón del garito, abrazado a un Angel del Infierno e intercambiando Kleenex sin parar, mientras se queja amargamente sobre lo perra que es la vida, y que le hubiera gustado ser criador de pollos en una granja de Oklahoma; “Two Lovers in the Night “, con un Shane casi eclipsado por una fémina (Dixie Trahan) con una voz que parece la de un verdadero Angel caído de un Honky Tonk Heaven; y para cerrar, una canción de temática Outlaw, que nos despierta de ese maravilloso Nirvana en que nos había sumido el resto del disco, “Turn It Up”.

Un buen disco de corte tradicional, con ribetes de country moderno, algunos flecos de estilo Outlaw, introspectivo y recatado, como si quisiera pasar desapercibido, pero en el fondo un gran trabajo compacto y bien afinado, donde el artista se desnuda y nos muestra su universo interior dejándose sobre la mesa todos sus demonios, sentimientos, miedos y pasiones, pero eso sí, todo bajo el cielo estrellado de Texas.

Charlie Daniels - Steel Witness (1996)

Charlie Daniels - Steel Witness (1996) - 3.3 out of 5 based on 12 votes

Ratio: 3 / 5

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Steel Witness es un proyecto muy personal de Charlie Daniels. Autor en solitario de las diez canciones incluidas en las que reafirma y da testimonio de su fe cristiana, poniendo especal énfasis en la profecía del fin de los tiempos. Teniendo en cuenta el carácter de Daniels el testimonio no podía ser de otro material que de acero. De todas formas, aunque no lo firme añadiendo el Band habitual  a su nombre, los miembros de su banda están presentes prestándole soporte instrumental.

Pero es Charlie Daniels del que hablamos así es que Steel Witness no podía quedarse en un disco de Gospel al uso. Sólo temas como “Somebody Was Prayin’ for Me”, con los coros de The Fairfield Four, y “Jesus”, en este caso apoyado en el dinámico Christ Church Choir, se pueden identificar como tales a la primera escucha. En general Daniels no se aparta de un orgulloso Country-Rock mientras nos lanza mensajes en los que nos anima a enfrentarnos a las tribulaciones de la vida armados con la fuerza de la fe. No por ello esconde su característica actitud de manifestar su opinión sobre aquello que no cuadra con sus esquemas, dedicando “New Pharisees” a aquellos que van a la Iglesia todos los domingos, pero que gastan su vida criticando y viendo defectos en los demás sin ver los propios, convertidos en los nuevos fariseos contemporáneos.

Daniels, aparte de los ya citados grupos de gospel, invita a un buen número de artistas a participar, básicamente en los coros, como The Cox Family que se añade a “The Tribulation”, que empieza acústica y acaba rockera, mientras con Dale Rossington saca adelante un tema bluesero con alma Soul, “Heart of my Heart”. El disco termina con una de esas historias que nos suele contar Daniels en sus canciones, “A Day in the Life” aunque en este caso la narración versa sobre el Apocalipsis y una batalla final entre las fuerzas del infierno y las del cielo.

Tras the Door, editado en 1994, Steel Witness sería el segundo trrabajo dedicado a canciones religiosas de Charlie Daniels. En cualquier caso no es éste un álbum imprescindible en ningún aspecto. Reservado para completistas de la obra de Charlie Daniels (quien, por cierto, no coge el violín en ningún corte) con interés por las canciones con mensaje religioso… o viceversa.

 

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