Willie Nelson - You Don’t Know Me: The Songs of Cindy Walker (2005)

Willie Nelson - You Don’t Know Me: The Songs of Cindy Walker (2005) - 4.6 out of 5 based on 7 votes

Ratio: 5 / 5

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Merced a este disco de 2005 nos reencontramos con un Willie Nelson que pisa un terreno en el que se encuentra ciertamente cómodo tras su poco satisfactorio paseo por las playas de Jamaica. Y es que no son raras las excursiones de Nelson, especialmente en lo que llevamos de siglo XXI, por los parajes más insospechados. Sin embargo en You Don’t Know Me: The Songs of Cindy Walker nos hace partícipe de su particular homenaje a la ilustre autora de canciones Cindy Walker (que, como Nelson, forma parte del Salón de la Fama de la música Country).

El detonante de este disco hay que buscarlo cuando la propia Cindy Walker contactó con el productor Fred Foster para ofrecerle una nueva canción que le gustaría que escuchara y grabara Willie Nelson. Cuando la noticia llegó a éste, Nelson manifestó que en realidad lo que quería era grabar todo un disco de canciones de Cindy Walker. Y así empezó la búsqueda escarbando en uno de los mejores catálogos de canciones de nuestro tiempo de la mejor combinación de canciones para que las grabara Willie.

Se podrían haber hecho innumerables álbumes partiendo de una obra tan rica, pero en You Don’t Know Me nos quedamos con una pequeña selección de la misma. Trece canciones convertidas en un excelente tributo de un texano a una texana. Willie nunca grabó aquella nueva canción, pensó que era más importante que la audiencia más joven escuchara los viejos clásicos. Enormes canciones, historia pura de la música Country, cuando el ‘mainstream’ se llamaba Western Swing y Bob Wills era apodado el Rey, influenciando profundamente a un por entonces jovencísimo Willie Nelson. Temas que el propio Wills convertiría en éxitos como “Cherokee Maiden”, “Bubbles in My Beer” (que Willie ya había incluido en su fundamental Shotgun Willie) o la emocionante “Dusty Skies”. Una canción que Cindy Walker escribió abrumada por el desastre provocado por las tormentas de polvo que asolaron Oklahoma... con sólo doce años de edad

Que una inacabable lista de auténticas leyendas del Country hayan cantado y llevado al éxito sus canciones da una medida de la influencia de Cindy Walker: Ernest Tubb (“The Warm Red Wine”), Eddy Arnold (“Take Me in Your Arms and Hold Me” y “You Don’t Know Me”), Webb Pierce (“I Don’t Care”)... Y que Willie Nelson cuente para grabar sus versiones con gigantes de las grabaciones en estudio como el violinista Johnny Gimble, Charlie McCoy a la armónica o the Jordanaires en los coros anuncia cuál va a ser la dirección escogida en este álbum. Especialmente si tenemos en cuenta que Gimble ya era miembro de los Texas Playboys (la banda de Bob Wills) cuando Willie Nelson todavía iba al instituto. Las versiones de Willie parecen responder al principio de ‘no lo arregles si no está roto’.

Willie clava todas y cada una de las canciones que hoy, como una buena película clásica, todavía nos dejan admirados porque ya nadie es tan elegante. Ahí radica la belleza de las canciones de Cindy Walker, y el privilegio que supone escucharlas cantadas por Willie Nelson: en otros sesenta años no quedará nadie que escriba o cante tan bien una canción Country.

 

Nota: buena parte de este comentario está tomado de las notas que acompañan al CD, a cargo de Fred Foster, productor del mismo, y de Daniel Cooper.

 

Charlie Feathers - Tip Top Daddy (1995)

Charlie Feathers - Tip Top Daddy (1995) - 3.3 out of 5 based on 10 votes

Ratio: 3 / 5

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Charlie Feathers es la principal razón por la que existe y existió Sun Records. Todos los que pasamos por allí grabamos sus canciones, y nunca se le ha dado el mérito ni ha recibido el reconocimiento que merecía. Siempre seré un fan de Charlie Feathers.” 

Palabras de Johnny Cash en alusión a un hombre que es la quintaesencia del Rockabilly. Alguien para quien la música cuanto más sencilla, mejor... limitada a una guitarra solista, una rítmica y un contrabajo ‘slap’. 

Si Charlie Feathers se ha mantenido fiel a esos principios Tip Top Daddy supone acceder a la esencia de los mismos. Lo que aquí encontramos es una colección de cortes grabados en formato acústico entre 1958 y 1973 para servir como demos, con un buen número de ellos inéditos hasta el momento. Material que escuchamos en una primera versión que sirviera de base para pulirla con el tiempo, una versión en la que la raíz Country del Rockabilly se hace especialmente evidente. Y aunque no haya sido posible datar buena parte de las grabaciones con exactitud ese hecho no tiene mucha importancia, su estilo es intemporal. 

Algunos de los cortes están algo más trabajados, pero en esos casos los inoportunos arreglos de producción, por comparación, hacen que sean las canciones más espartanas las que más brillen. Sólo dos temas están grabados con banda completa, cuya fuente es un acetato que sobrevivió de una grabación demo para Pepper Records en 1964, pero si nos abstraemos de la capa de metales bajo la misma encontramos otras dos joyas de Feathers que añadir al tesoro que es su repertorio. 

En Tip Top Daddy el sonido dista mucho de ser óptimo, la interpretación y las grabaciones no son perfectas e incluso alguna está incompleta... no es un disco que vaya a resultar fácil de escuchar para un público generalista, que pueden encontrar en el mercado recopilatorios más digeribles y más exhaustivos como Can't Hardly Stand It! The Complete 50's Recordings. Tip Top Daddy queda reservado para apasionados por el estilo del que Charlie Feathers es una luminaria con ganas de curiosear en sus entrañas.

 

 

Elvis Presley - Tomorrow Is a Long Time (1999)

Elvis Presley - Tomorrow Is a Long Time (1999) - 5.0 out of 5 based on 7 votes

Ratio: 5 / 5

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Para los conocedores de la carrera de Elvis Presley los años sesenta fueron una etapa a menudo más frustrante que gratificante musicalmente hablando. Entre 1962 y 1969 sólo el álbum de gospel How Great Thou Art contenía nuevas canciones sin ser una banda sonora asociada a alguna de sus películas (trece en ese periodo). Y sin embargo Elvis se escapaba ocasionalmente de la rueda de Hollywood para grabar nuevas canciones en Nashville que poco tenían que ver con la media de calidad de las que grababa para las películas. Aunque como su destino solía ser acabar incluidas como bonus en las bandas sonoras han pasado históricamente desapercibidas y minusvaloradas.

Ya en 1991 se editó The Lost Album, que recopilaba esas grabaciones entre 1963 y 1964. Tomorrow Is a Long Time recoge las realizadas entre 1966 y 1968, convirtiéndose en un álbum que podría haber existido y que debería haber existido... pero que no existió.

Se suele citar el programa de TV bautizado como Comeback Special de 1968 como el punto de inflexión que supuso que Elvis volviera a concentrarse en la música. Sin embargo el proceso empezó algo antes, desde 1966 ya estaba experimentando con nuevas canciones, nuevos compositores y nueva instrumentación. Así nos encontramos un tema de Bob Dylan (que él mismo ni siquiera había grabado) “Tomorrow Is a Long Time”, una interpretación espectacular que el propio Dylan cita como su versión favorita de un tema suyo. En la misma sesión también se grabó “Love Letters” para la que Elvis decidió trabajar a la luz de unas velas y con todos los músicos tumbados en el suelo (salvo el batería por motivos obvios) para construir una de las canciones más intimistas jamás cantadas por el Rey. Por otro lado es una delicia escuchar a Elvis dejarse llevar en lo que se inició casi como una improvisación pero que acaba siendo una espectacular revisión del clásico del R&B “Hi-Heel Sneakers”.

De todas formas si como hilo conductor del disco están Elvis y Nashville es previsible que el Country haga acto de aparición. En 1967 Elvis había escuchado “Guitar Man” en la radio y como nadie podía imitar a la forma de tocar la guitarra de su autor, Jerry Reed, éste fue invitado a la sesión de grabación, de la que también saldría una versión del tema de Jimmy Reed “Big Boss Man”. Ya sin Jerry Reed en el estudio fue el momento para, entre otras, la que había sido éxito para Eddy Arnold en 1955 antes de convertirse en un estándar del Country “Just Call Me Lonesome”. Al día siguiente caería “You Don’t Know Me”, otro éxito de Arnold.

Jerry Reed volvería al estudio con Elvis en 1968. Su inconfundible guitarra, entre funky y country, le acompaña en una espectacular versión del tema de Chuck Berry “Too Much Monkey Business”. También grabarían otro tema de Reed, “U.S. Male”, al que Elvis sabe darle el perfecto tono humorístico que la paródica letra requiere.

No tengo duda de que si la carrera musical de Elvis no hubiera estado tan abandonada durante años un buen número de estas canciones podrían haberse convertido en éxito en su tiempo. Tomorrow Is a Long Time es un magnífico recopilatorio en el que se aprecia el inconmensurable talento interpretativo que Elvis atesoraba y que la fórmula de producción para consumo rápido con la que trabajó en buena parte de los sesenta no permitiría que brillara en todo su esplendor.

 

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