Hank Williams Jr. - Old School, New Rules (2012)

Hank Williams Jr. - Old School, New Rules (2012) - 3.2 out of 5 based on 12 votes

Ratio: 3 / 5

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 Antecedentes para entender este disco: 

    * Primer trabajo de Hank Williams Jr. para su propia discográfica, Bocephus Records, tras una larguísima relación con Curb. 

   * Airear su ideal político en un programa de TV a finales de 2011 de una forma, digamos, poco elegante, incluyendo una desafortunada  analogía entre el Presidente Obama y Adolph Hitler, provocó una tormenta mediática que acabó con que la emisora ESPN desestimara seguir utilizando una canción suya para abrir la retransmisión de fútbol americano de los lunes. Lo que hasta entonces era una relación convertida en tradición que identificaba a uno y a otro desde hacía más de veinte años. 

Puestos sobre la mesa los puntos mencionados, un indignado y políticamente incorrecto Hank Williams Jr. utiliza Old School, New Rules como altavoz para seguir con su discurso sobre su ideal político y seguir atizando la polémica... y es una pena. 

Puedo entender que un artista quiera expresar sus inquietudes en canciones, igual que expresa sus sentimientos y a nadie sorprende. Puedo incluso admirarme ante canciones con contenido político, aunque no esté de acuerdo con la opinión o el punto de vista que se expresa. Pero cuando lo que te encuentras es un chorro amorfo de ideas a las que, fallidamente, se pretende dar un tono humorístico y que una y otra vez golpean en los mismos tópicos sin ninguna profundidad analítica acabas pensando que no compras discos para que te lancen peroratas. 

Y es una lástima. Porque en Old School, New Rules el Junior recupera su estilo de siempre y que tanto me gusta. Canciones servidas con actitud sobre una base de Honky Tonk que es capaz de clavar una tras otra. Cuando se aparta del tópico político y se acompaña de Brad Paisley para cantarnos “I’m Gonna Get Drunk and Play Hank Williams” me gana (una canción que trata de emborracharse y Hank Williams siempre encontrará un lugar en mi corazón). De igual manera al hablar de las viejas estrellas del Country, entre las que con todo merecimiento se cita en “Old School” porque es de las que aprendió. Por no hablar de la magnífica y personal versión de “I Think I’ll Just Stay Here and Drink” que nos canta junto al mismísimo Merle Haggard. La otra versión del disco nos remite a su padre, cuando convierte “You Win Again” en un pantanoso y enérgico corte en el que aún siendo palpable el dolor que es capaz de causar una mujer infiel su interpretación deja entrever que las cosas no quedarán así. El recuerdo a Hank Williams padre se extiende a otros cortes en los que incluye retazos de sus canciones (“Mind Your Own Bussiness” y “Move it on Over”, en “Takin’ Back the Country”).

El tono que Hank Williams Jr. ha decidido dar a este disco lo penaliza sobremanera, porque si Old School, New Rules no estuviera dominado por un mensaje tan egocéntrico, que en buena parte ya ha dejado de estar vigente en apenas los tres meses que han pasado entre su edición y la fecha de este comentario con Obama recién reelegido Presidente de EE.UU., podría haberse convertido en un álbum que sumar sin problemas a la lista de grandes discos que Hank Williams Jr. ya tiene en su haber.

 

David Allan Coe - The Mysterious Rhinestone Cowboy / Once Upon a Rhyme (1974-1975/1993)

David Allan Coe - The Mysterious Rhinestone Cowboy / Once Upon a Rhyme (1974-1975/1993) - 5.0 out of 5 based on 6 votes

Ratio: 5 / 5

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Cuando Bear Family, discográfica alemana famosa por sus espectaculares recopilaciones y reediciones, empezó en 1993 a reeditar en CD una serie de álbumes de David Allan Coe no había mejor punto desde el que arrancar que uniendo en formato dos en uno los dos primeros discos que grabó para Columbia en 1974: The Mysterious Rhinestone Cowboy y Once Upon a Rhyme (aunque en la reedición cometieran una errata y se haya rebautizado Once Upon a Time).

El primero de ellos, The Mysterious Rhinestone Cowboy, sorprende por su consistencia, poniendo de manifiesto el magnífico intérprete y autor de canciones que era Coe ya desde los primeros pasos de su carrera y en el que se pueden reconocer influencias, principalmente, de Merle Haggard. Aquí conocemos al histriónico personaje que se escondería tras una máscara que da título al álbum, en el que confluyen las muchas facetas de su vida (real) con otras que llevarían el personaje hasta lo más extremo: el convicto motero, renegado y mal hablado, que destila veneno de un incorrecto enfado permanente, capaz de sonrojar al bien pensante ‘stablishment’ de Nashville tradicionalmente alérgico a cualquier cosa parecida a una polémica... y sin embargo un intérprete y autor de canciones superlativo y sensible como pocos, a la altura de los nombres más importantes e influyentes de la música Country. Cantando para los solitarios abre el disco con “A Sad Country Song”, espectacular: “Just look for my name on a jukebox/When you're tired of being alone/Put in a dime and I'll take the time/ To sing you a sad country song." (busca mi nombre en la jukebox/cuando estés cansado de sentirte solo./Pon una moneda y encontraré el tiempo/para cantarte una triste canción Country) y a partir de ahí, sin flaquezas, alterna temas propios con magníficas versiones completando un trabajo a contar entre los mejores discos de Honky Tonk. Por citar algo más, impresionante versión de “Desperadoes Waiting for the Train” de Guy Clark.

Y hablando de versiones, muchas narices se necesitan (o ser David Allan Coe) para abrir Once Upon a Rhyme con "Would You Lay With Me (In a Field of Stone)" con la que apenas un año antes Tanya Tucker había convulsionado la escena Country llevándola hasta el número uno, y eso aún, o especialmente, teniendo en cuenta que el propio Coe es el autor de la canción. Su versión es tan definitiva como la de Tucker. Pero si un tema ha quedado en la memoria de este segundo álbum sin fisuras, aún incluyendo el primer single de éxito para Coe "Jody Like a Melody" junto a otros clásicos imborrables, es la sin duda insuperable versión de "You Never Even Called Me by My Name". Ni después ni antes de que la cantara David Allan Coe se puede encontrar una interpretación tan consustancial a esta canción, en cuya letra se define, y con mucha razón, como la perfecta canción de Country.

Injustamente la obra de David Allan Coe no ha recibido la misma atención o elogios que la de otras figuras coetáneas del Country a las que no tiene nada de envidiar. ¿Quieres comprobarlo? Estos dos discos son la mejor manera de iniciar la investigación.

 

Los temas de las canciones Country

Los temas de las canciones Country - 4.7 out of 5 based on 3 votes

Ratio: 5 / 5

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Contrariamente a lo que demasiada gente ajena al estilo suele pensar la música country es uno de los géneros más variados que existen, no sólo en lo referente a sus diversos estilos de canto e instrumentación, sino también a las temáticas que aborda. Pero si la persona que opina se limita única y exclusivamente a la escena ‘mainstream’ contemporánea de Nashville, quizás no le falte razón.

Yo tengo incluso canciones Old-Time de los 1920' y 30' que hablan incluso de política, banqueros corruptos, modas, catástrofes (la balada sobre el Titanic fue uno de los primeros éxitos country de la ‘Commercial Era’), guerras, personajes célebres (como el propio Lindbergh, el aviador), inventos, hechos paranormales, etc, etc... Y la propia temática meramente rural ya es de por sí prolífica en argumentos. Empezando por las primeras baladas que llegaron a EE.UU. traídas por aquellos colonos anglo-celtas que mayoritariamente versaban sobre crueles asesinatos; ocultando (o no) incestos, embarazos no deseados, abortos, contagios de enfermedades venéreas, descuartizamientos, etc... La elocuencia rural, pese a carecer del refinamiento burgués, también ha estado presente mediante una gran variedad temática, en el repertorio más jocoso de la Country Music.

Podríamos hacer una amplia lista de las temáticas abordadas en los diferentes estilos y épocas del género y necesitaríamos páginas y páginas enteras. No sólo son eclécticas desde que este género nació sino en ocasiones ciertamente sorprendentes e inusuales en la gran mayoría de géneros. Por ejemplo, dispongo de canciones country sobre la reencarnación y ya me dirás si abundan en otros géneros. Más teniendo presente el profundo condicionamiento cristiano-protestante del género. Podría estar poniendo ejemplos raros de temáticas en piezas country durante semanas enteras. ¿Qué me viene ahora a la memoria? ¡Uf, hay tantas! Por ejemplo, una de Tom Russell sobre los vascos; una de Buck Owens sobre Halloween mencionando a Drácula, Frankenstein...; el reciente álbum de Amanda Richards sobre ¡Zombies!... o una no menos canción actual del country-popero Ronnie Milsap inspirada el la película "Regreso al Futuro"...

En fin, sólo un ignorante asevera que el Country es limitado cuando resulta ser todo lo contrario, por encima de la mayoría de géneros musicales condicionados por temáticas particulares.

 

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