Hank Thompson & His Brazos Valley Boys

Hank Thompson & His Brazos Valley Boys - 4.0 out of 5 based on 8 votes

Ratio: 4 / 5

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Muchos recordamos la visita de Hank Thompson al primer Festival Mr.Banjo de Terrassa… o todavía nos tiramos de los pelos por no haber asistido. Thompson tendió un puente entre las bandas de Western Swing de los 30 y los cantantes de Honky Tonk de los 40. Sólo que su momento de mayor éxito arranca en los 50 y aguantó en la cumbre hasta bien entrados los 60. A través de la historia de algunas de sus canciones más conocidas nos adentramos en su época más creativa, las grabaciones junto a los Brazos Valley Boys.

Algunos le encuadran como intérprete de Western Swing, aunque Hank Thompson se define a sí mismo como un cantante de Honky Tonk que adorna sus canciones con un envoltorio bailable de Western Swing. Una fórmula que George Strait recuperaría exitosamente 40 años después. Como resultado Thompson consiguió el éxito a nivel nacional en una época en el que las principales figuras de puro Western Swing casi pasaban desapercibidas al este del Mississippi.

Nacido el 3 de septiembre de 1925 en Waco, Texas, y bautizado como Henry William Thompson creció devorando la música de Jimmie Rodgers, the Carter Family, Gene Autrey o Vernon Dalhart y disfrutando de estrellas tejanas como the Light Crust Doughboys y la estrella local, Ernest Tubb. Fanático de las películas del oeste agotaba las tardes de los sábados en el cine de Waco, donde los programas para niños incluían un concurso de talentos organizado por una emisora de radio, en la que recibió el apelativo de Hank. Ganó el primer premio cantando “Wabash Cannonbal”. Cuando hacerse con el primer premio empezó a convertirse en una costumbre sólo le permitirían aparecer como invitado.

Sirvió en el Pacífico como técnico de radio para la marina de 1943 a 1946, donde escribió las canciones que, de vuelta a Waco, grabaría en 1946 para Globe y en 1947 para la tejana Blue Bonnet. En 1946, tras sus tres años en el ejército durante la segunda guerra mundial, Hank Thompson quería cantar de nuevo y retomar su antigua vida. Aunque en la emisora en la que trabajó antes de unirse a filas no le hicieron mucho caso, consiguió un programa de tarde en la KWTX, la más joven de las estaciones de radio de Waco. En aquel momento grabó en Dallas “Whoa Sailor” para la pequeña Globe, junto a una banda a la que dio el nombre de the Brazos Valley Boys. El tema se convirtió en un éxito local. Un año después Thompson gastaba el dinero ahorrado mientras estaba en el ejército tomando clases de vuelo… para poder pilotar su propio avión cuando se convirtiera en estrella. Por entonces, Hal Horton llamó la atención de Tex Ritter sobre el nuevo talento. Ritter quedó impresionado y Capitol pronto ficharía a Hank, donde se quedaría durante los siguientes 18 años y disfrutaría de sus mayores éxitos. Sus primeras grabaciones para su nueva compañía serían en Dallas, y su primer éxito “(I’ve Got a) Humpty Dumpty Heart” alcanzaría el número dos a principios de 1948. A mediados de 1949 regrabaría el que fuera su primer single para Globe “Whoa Sailor” con “Swing Wide Your Gate of Love”, la primera llegaría al top 10 en 1949.

Hank había estado actuando en bailes en Texas y California, con un estilo que recordaba a Ernest Tubb. A mediados de 1949 se unió al Smoky Mountain Hayride, un nuevo programa de radio que se emitía desde Nashville que desparecería a los pocos meses. Tubb, una de las estrellas del Grand Ole Opry, le consiguió un hueco en el programa, pero la unión de sentirse mal pagado junto con la impresión de que el show le limitaba le hicieron dejarlo tras sólo una semana y volver a Texas. En 1950 Hank se da cuenta de que el dinero de verdad está en tocar en dancehalls. En ese momento su nuevo guitarrista era Billy Gray, que organizaría unos nuevos Brazos Valley Boys con un característico aroma a Western Swing, y, juntos, se mudarían al Trianon Ballroom de Oklahoma City en 1951, para convertirse en la banda de referencia de la ciudad, una banda que en algunos momentos llegó a contar con hasta once componentes.

A finales de 1951 la primera mujer de Hank, Dorothy, le sugirió que grabara “the Wild Side of Life”, una canción que compartía la melodía con otros dos clásicos del Country, “I’m Thinking Tonight of my Blue Eyes” y “the Great Speckled Bird”. Tanto Hank como Ken Nelson (el responsable de Country de Capitol) coincidían en que esa melodía era demasiado popular, pero la línea I didn’t Know God Made Honky Tonk Angels (no sabía que Dios hizo a los ángeles del Honky Tonk) les impresionó. Se convirtió en la cara B del single “Cryin’ in the Deep Blue Sea”, que no llegó a nada, pese al impresionante solo a la steel-guitar del Brazos Valley Boy Curly Chalker. Sin embargo “The Wild Side of Life” se convertiría en el mayor éxito de Thompson, llegando al número uno, donde se mantuvo durante 15 semanas en 1952. Cuando Kitty Wells grabó “It Wasn’t God Who Made Honky Tonk Angels”, en respuesta al cinismo contenido en “The Wild Side of Life” y usando la misma melodía, se convirtió en la primera cantante de Country femenina que vendía un millón de copias.

En Mayo de 1952 Hank y la banda grabaron “How Cold Hearted Can You Get” y la balada “Yesterday’s Girl”, ejemplos ambos del característico sonido de Thompson. El éxito en las listas Pop de the Weavers con “Goodnight Irene”, un tema de Leadbelly, le animó a grabar la humorística respuesta “Wake up, Irene” en 1953. En esa sesión, por primera vez estaba presente, el amigo de Hank y compañero de discográfica, Merle Travis a la guitarra, compañía que se mantendría a partir de entonces en la mayoría de grabaciones de Hank para Capitol. En la misma sesión también quedaría para la posteridad “A Fooler, A Faker”. A principios de 1954 “Irene” había llegado al número uno y “Faker” al nueve. Thomson y Travis se divertían en el estudio, como se divirtieron con la dinámica versión de 1954 de la tradicional “This Train”, con Travis añadiendo el falseto de los coros. En la misma sesión se grabaría “Honky Tonk Girl”, escrita por el también artista de Waco Chuck Harding. Hank había cantado durante años esa canción en sus conciertos, cuando Ray Price le sugirió que la grabara, lo que hizo tras realizar algunos cambios. Se convirtió en otro top 10. También en 1954 revisaría su éxito de 1947, antes de incorporar el Swing a su sonido, “the Green Light”, llegando al número tres y mejorando la posición que obtuvo la versión original.

A diferencia de Bob Wills, Hank Thomson no quería incorporar arreglos de jazz a sus canciones. Aunque los Brazos Valley Boys podían deslumbrar por sí solos, como hicieron en una sesión totalmente instrumental de 1954, en la que realizaron una brillante versión del instrumental de Bob Wills “Big Weaver” y una excitante interpretación del “Wilwood Flower” de la Carter Family, con la participación de Merle Travis. Grabaron tres tomas de la canción, así es que el productor, Ken Nelson, pudo escoger las mejores partes de cada una de ellas para crear el single. Se convirtió en un número cinco que compartieron en los créditos Hank, Merle y la banda. Por aquella época Hank ya pilotaba su propio avión, como había predicho. Pero sus logros iban más allá de lo que él mismo pudo imaginar, su programa de variedades en TV de principios de los 50 fue el primero en ser emitido en color, fue el primer artista de Country que salía de gira con su propio sistema de sonido y luces, el primero en ser esponsorizado y suyo fue el primer disco en hi-fi estéreo. Más tarde, en 1961, también grabaría el primer álbum en directo de la música Country, el clásico At the Golden Nugget.

De todas formas los clásicos del Honky Tonk seguían en el repertorio de Hank, como la dinámica versión de “Drivin’ Nails in my Coffin” de Jerry Irby que éste grabara en 1957. “Total Stranger”, un blues hablado al estilo de Tex Williams, estaba basado en un incidente real. Mientras cazaban ciervos en la frontera entre Nebraska y Wyoming, Hank y dos amigos consiguieron abatir un ciervo en Wyoming, que estaba en temporada de veda. Mientras limpiaban la pieza vieron que un coche de la guardia forestal de Wyoming se dirigía hacia ellos. Cargaron apresuradamente la furgoneta con el ciervo y los cazadores se apretaron en el interior… y volvieron a cruzar la frontera a Nebraska. Sentado en la trasera, Hank se recuerda pensando, “aquí estoy sentado con un ciervo en el maletero. Si ese forestal nos hace parar le diré ‘Mire, yo era un completo extraño (total stranger) esperando al lado de la carretera’. Pensé que haría una buena canción, así es que escribí sobre un incidente de caza al que añadí un par de detalles para darle más color”. También en el 57 Thompson se subiría a la moda del Rockabilly y consiguió un tibio éxito con “Rockin’ In The Congo” mejorado por el número tres que alcanzó la nueva versión del tema de Texas Jim Lewis “Squaws Along The Yukon” en 1958

El destino le llevó hasta “A Six Pack to Go” mientras estaba de gira a finales de 1959, escuchó a un hombre cantar la canción en un bar de Texas y le gustó. El hombre, que insistía en que era el compositor, le prometió que le enviaría la letra. Poco después, en Arizona, Hank escuchó a otra banda interpretar la misma canción. Se presentó al líder del grupo, Johnny Lowe, para descubrir que Lowe junto con un amigo habían compuesto la canción, no el tejano, que sólo había trabajado con la banda de Lowe en el pasado. En Diciembre Hank la grabó en la Capitol Tower y para la primavera de 1960 ya era un top 10, que pronto se convertiría en un estándar del Honky Tonk. De nuevo de gira por Texas, y con la canción ya popularizada, volvió a coincidir con el “compositor” original y jocosamente le preguntó “¿Qué pasó con aquella maldita canción que tenías que enviarme?”

Thompson grabó originalmente “Too in Love” como una balada en 1954 pero la volvió a grabar en 1959 introduciendo nuevos arreglos más swing. La nueva versión llegó al top 30 en 1963. La composición de Woody Guthrie “Oklahoma Hills” fue un éxito en 1954 para el primo de Woody, Jack Guthrie, que también grababa con Capitol. La versión de Hank Thompson alcanzó en número siete en 1961. La oscura y premonitiva “I Cast a Lonesome Shadow” se apartaba del sonido habitual de Thompson. El autor canadiense Lynn Russwurm le envió una parte de la melodía y un fragmento de la letra. Hank escribió el resto. Reflexionando sobre la canción en 1969, dijo, “Me recuerda al poema de Edgar Allan Poe ‘El Cuervo’, tenía un mensaje sutil y estaba muy atraído por la idea del título y de la canción”.

Las tendencias musicales habían cambiado cuando Hank Thompson dejó Capitol en 1964. Tras una breve e improductiva etapa con Warner, pasó casi una década en Dot, donde sólo consiguió unos cuantos top 10, pero un significativo número de éxitos menores. Mientras el Western Swing perdía el favor del público a finales de los 60, Hank cambiaba su sonido. The Brazos Valley Boys se separaron. Continuó activo hasta el último momento, usando músicos locales en sus actuaciones. En 1997 fue inducido al Songwriters Hall Of Fame de Nashville, finalmente, en 1989, sus contribuciones a la Country Music le valieron la inducción al Hall of Fame. En una época en la que algunos intérpretes todavía mezclan un fondo de Western Swing con sus canciones Honky Tonk vale la pena remitirse a la fuente del estilo: Hank Thompson y sus grabaciones junto a los Brazos Valley Boys.

Discografía recomendada en CD:
Como introducción:
Hank Thompson and his Brazos Valley Boys – Vintage Collections (Capitol, 1996)
Hank Thompson –  Dance Ranch (1957) / Songs for Rounders (1959) (Koch Records, reedición 2 en 1 de 1999)
Hank Thompson and his Brazos Valley Boys – A Six Pack to Go (1965) / Breakin’ in Anoher Heart (1966) (Capitol, reedición 2 en 1 de 1999)


Para completistas:
Hank Thompson and his Brazos Valley Boys – (1946-1964) (Bear Family, 1996. Caja de 12 CDs)

Clelia Adams - Wildflowers (2008)

Clelia Adams - Wildflowers (2008) - 3.5 out of 5 based on 2 votes

Ratio: 4 / 5

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Una artista australiana, aunque bastante conocida en Europa, con un disco de 2008 fácil de escuchar, sonidos de honky tonk y western music, 14 canciones en las que mezcla sus propias composiciones con algunas versiones estupendas. En el álbum aparecen sus hijos en los coros y su hermano a la guitarra.

Empieza el disco con "Wildflowers", una bonita canción western con un gran parecido a Joni Harms, otra canción destacable es la versión que hace de la canción de Lefty Frizzell "I love you a thousand ways". Otra buena canción es el dúo con un artista australiano llamado Bill Chambers en la canción de los Louvin Brothers "If i could only win your love", otra canción (para mí la mejor) es "Honky tonk stardust cowboy" de Lefty Frizzell. Tiene otro dúo con un tal Kevin Bennett (no le conozco) en la canción de Emmilou Harris "Love and happiness". Tambien aparece la inevitable "Honky tonk blues" de Hank Williams y una canción que a mí me encanta "Wayfaring stranger", muy bien realizada aquí, por cierto, de esta canción hizo una versión extraordinaria Trace Adkins.

No podía ser todo bueno, y yo encuentro un par de canciones demasiado comerciales que bajan un poquito el nivel pero de todas formas es un disco recomendable, en bastantes ocasiones la veo un parecido bastante grande a Joni Harms.

Jerry Reed - Live, Still! (2005)

Jerry Reed - Live, Still! (2005) - 3.3 out of 5 based on 8 votes

Ratio: 3 / 5

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Jerry Reed era poco dado a dejarse ver en los que fueron los últimos años de su vida (falleció el 1 de septiembre de 2008). Tras una larga carrera, uno de sus últimos regalos a sus fans fue este disco en directo, Jerry Reed Live, Still!, editado por su propia compañía RIIK Records.

Muchas cosas se pueden decir de Reed, autor de grandes éxitos, cantante, actor. Pero Gordon Kennedy, autor de las notas incluidas en el libreto hace especial énfasis en su faceta como virtuoso de la guitarra con frases como “la mayoría de los guitarristas quedamos reducidos a ‘aguantadores de guitarras’ o ‘propietarios de guitarras’ cuando él está en la misma habitación”.

El CD incluye dos temas nuevos junto a ocho de sus mayores éxitos grabados en directo. El proyecto nació del deseo de grabar una de sus nuevas canciones en directo, frente a la audiencia (más de trescientas adornan su carrera, aunque muchas firmadas como J.R. Hubbard). "Father Time and Gravity" es un comentario jocoso sobre los cambios físicos que llegan con la edad, algo de lo que puede hablar con conocimiento de causa con los 68 años que tenía cuando este disco vio la luz y que ya hiciera en el magnífico ábum Old Dogs (1998) junto a Waylon Jennings, Mel Tillis y Bobby Bare.

El coproductor del nuevo disco, Chet Hinesley, decidió grabar todo el concierto, en vez de limitarse a un único tema, con la banda de carretera de Jerry y el resultado les satisfizo tanto que decidieron seguir adelante y generar un álbum completo.

Desde que arrancamos con el primer tema “Guitar Man” que, compuesta por Reed, llegara a grabar junto a Elvis e incluye un breve diálogo tomado de la sesión de 1967 junto al Rey, Reed no pierde el buen humor mientras desgrana sus grandes éxitos de los 60 y 70 hasta llegar a “East Bound and Down”, que cierra el disco. Por el camino, "When You're Hot You're Hot", "She Got The Goldmine (I Got The Shaft)", la enorme "Amos Moses" (precedida por una presentación casi tenebrosa), "A Thing Called Love" o "Lord Mr. Ford". Trufados de comentarios humorísticos, guiños a la audiencia y presididos por la asombrosa capacidad instrumental de Reed a la guitarra. Hay que escuchar con atención el instrumental "Jerry's Breakdown Revisited” y hacer un acto de fe para creer que éso lo hacen sólo dos manos.

También encontramos el segundo de los temas originales, “A Brand New Me”, un gospel de aire desenfadado, apoyado en la parte vocal por toda la banda, y muy cercano al estilo de los Statler Brothers.

Un buen álbum tras nada menos que 51 años de carrera. Reed está en forma y transmite lo bien que se lo pasa sobre el escenario. En la parte negativa, unos efectos de audiencia que dan toda la impresión de estar añadidos (o exagerados) en la postproducción y que hacen perder frescura a la grabación.

Quizá este disco no sea la mejor forma de acercarse a la obra de Reed para los que no lo conozcan, aunque se lo pasarán tan bien escuchándolo como los que sí, para los que supone el último saludo a un viejo amigo.

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