Hank Thompson - Seven Decades (2000)
Que un artista nacido en 1925 (que nos dejara en 2007 ), y que disfrutó de su mayor popularidad en los 50 y 60, nos ofreciera uno de sus mejores discos a la edad de 75 años, es un hecho que merece atención.
No hacen falta muchas palabras para definirlo: “Seven Decades” es un magnífico disco, tan bueno como para considerarlo entre los mejores de Hank Thompson. Absolutamente recomendable tanto para los amantes de los sonidos añejos, pues Thompson sigue fiel a su sonido tradicional como para los más modernos, dado que, al tratarse de un disco reciente, cuenta con una producción cristalina y un sonido limpísimo, en el que destaca la guitarra, tocada al estilo de Merle Travis por su hijo Thom. El disco conjuga nuevos temas, en los que Thompson demuestra mantenerse en forma en lo que a composición se refiere, añadiendo a éstos versiones de canciones que le han llamado la atención a lo largo de su vida. No se me ocurre mejor manera de comentar el disco que traducir los comentarios que este miembro del Country Music Hall of Fame desde 1989 hace en el libreto del mismo:
Mi carrera como cantante pude definirse con la frase “Lo que va, vuelve”. Hice mi primera sesión de grabación en el Sellars Studio de Dallas, Texas, en Agosto de 1946. Algo después, en Octubre, me trasladé al estudio de la WFAA, para mi primera sesión con Capitol. Hice algunas excursiones a la Costa Oeste, pero la mayor parte de mis sesiones hasta Diciembre de 1951 fueron en Dallas en los estudios Sellars, WFAA y WBAP. Todos mis discos siguientes se grabaron en Hollywood, hasta finales de los 60, cuando empecé a hacerlo en Nashville. Y ahora, en Marzo de 2000, vuelvo a Dallas. Ha sido magnífico, 54 años después, tener la oportunidad de grabar este álbum. Los que han trabajado conmigo parecen creer que es el mejor que he realizado nunca. No se trata de un disco de concepto. Es una recopilación de diferentes historias, estilos, estados de ánimo y tempos. Algunos viejos, otros nuevos. ¡Veamos el menú!
La canción de Vernon Dalhart “Wreck of the Old’97” fue una de las más populares en su época. Se suele recordar como un tema folk, pero creo que os gustará la versión que hemos hecho.
La historia de dos superhéroes que lucharon hasta morir en la orilla del Danubio es realmente fascinante. Me gusta interpretar “Abdul Abulbul Emir” ahora tanto como cuando la aprendí siendo joven.
Mi primer recuerdo de cualquier tipo de música se remonta a cuando estaba en el parvulario. Solía ir a casa de una vecina y escuchar discos de Jimmie Rodgers en su Victrola a cuerda. Los escuchaba una y otra vez e intentaba imitarle. Fue mi primer ídolo y mi primera inspiración, como lo sería para muchas de las estrellas que le seguirían. La canción de Jimmie “In the Jailhouse Now”, ha sido parte de mis conciertos durante muchos años. Estoy contento por compartirla con vosotros aquí.
Una de mis autoras favoritas, y una amiga personal, es Cindy Walter, que escribió una canción para Al Pistol Packin’ Mama Dexter titulada “Triffin’ Gal”. Fue número uno durante la segunda guerra mundial. Yo estaba en la Armada por entonces, y la escogí para que fuera la canción por la que todos me reconocerían… o por lo menos lo pensaba cuando actuaba para mis compañeros del ejército. Tengo muchos recuerdos personales unidos a esta canción.
“Scotch and Soda”, del Kingston Trio, es un tema de Easy Listening acompañado por la guitarra de Thom Bresh. También es una interesante reflexión sobre cómo uno puede sentirse elevado, tanto por el amor, como por la bebida.
Aprendí “Dinner for One, Please James” de un disco de Nat King Cole de los 50. Es una de mis canciones favoritas desde entonces. Nunca la he interpretado ni en la TV ni en un escenario, siempre ha sido algo que se ha quedado entre mi guitarra y yo. Me alegra que la situación haya cambiado hasta el punto de poder permitirme hacer un arreglo sobre ella.
Tex Williams grabó “The Night Miss Nancy Ann's Hotel for Single Girls Burned Down” en los primeros 70. No creo que sonáramos muy parecidos pero, por alguna extraña razón, mucha gente pensaba que era un tema mío. Recibía muchas peticiones para interpretarlo, y todavía las recibo. Así es que aquí está, no sólo dedicada a los fans de entonces, sino a todos los que disfrutan con una historia divertida y letras inteligentes.
Creo que un disco de Hank Thompson no estaría completo sin una canción a ritmo de canción infantil. La reinterpretación de “Then I’ll Start Believin’ in You”, un tema de los 60, debería llenar ese hueco.
Es muy divertido escribir con otros porque pones ideas en común y, a veces, aparece un tema ganador. Creo que eso es lo que he conseguido con Joe Nelson cuando nos juntamos y creamos “Swing This Ole Bee”. Estoy seguro que una buena parte del género masculino se sentirá identificado con esta pequeña broma.
Una vez más he podido colaborar con mi querida amiga Ann Tygart, que suele aproximarse inusualmente a las canciones. Lo cual es evidente en el tema que hemos compuesto juntos, “New Wine in Old Bottles”, que es una mis favoritas. Habla sobre cómo la esperanza puede llegar a tu vida cuando menos la esperas.
En muchas películas del Oeste aparece un caballero de aspecto distinguido, vestido elegantemente, vendiendo un curalotodo en la parte de atrás de su carro. He sido lo suficientemente afortunado para llegar a ver al que probablemente fuera el último de esos personajes. Fue en los 30, y yo era un niño que pasaba los veranos trabajando con mi padre en su garaje, que estaba cerca del parking del mercado de los granjeros. El Doctor Tate (sospecho que el título de doctor se lo había concedido a sí mismo), tenía un gran carro de colores chillones, desde el que desplegaba un escenario en el que aparecían músicos, cantantes, bailarines y cómicos. Mientras actuaban se congregaba una gran multitud. En ese momento el Dr. Tate, con su alto sombrero de seda, su chaqueta de doble cola y su camisa de volantes, hacía su discurso sobre los milagros de su tónico. Cuando pensaba que la audiencia estaba convencida, hacía una señal a sus ayudantes que empezaban a pasearse entre la gente, cada uno con una caja de botellas colgando del cuello, vendiendo el “escasísimo” remedio por un dólar el frasco (mucho dinero por aquel entonces). He intentado recrear esta historia colorista en “Medicine Man”. Si he hecho un trabajo convincente… ¡llamen al 1-800-BUL-LSHI, y compren una botella!
El Boogie y el Blues siempre fueron populares y dan la oportunidad a la banda para lucirse y fantasmear. Así es que escribí este tema que trata de un músico de culo inquieto, pero talentoso y con una curiosa mística. “No sé dónde va, no sé de dónde viene”. Súbete con nosotros y acompáñanos en el viaje de “Lobo the Hobo”.
Con un aroma Tejano os ofrecemos la historia de un cowboy que se cansa de su “vida en el rancho” y la cambia por un “Condo in Hondo” (nota: un “condo” es un apartamento y Hondo un pueblo al oeste de San Antonio). Aunque no está claro cómo se supone que va a soportar su nuevo estilo de vida. ¿Quizás la “señorita” resuelva la ecuación? Sí, ya sé que la frontera mexicana esta a más de 100 millas de Hondo. Por esta vez, debido a razones “poéticas” supondremos que todo el Estado de Texas está ¡por debajo del Río Grande!
Lloyd Maines es un muy conocido y reputado productor tejano. Ha sido un absoluto placer trabajar con él, no sé de ningún otro con el que haya disfrutado tanto grabando en un estudio como con Lloyd. Espero que podamos repetir. Mis agradecimientos también son para los músicos: para la experiencia de nuestro bajo, Ronnie Ellis; el Texas fiddling de Billy McBay y George Uptmor; por la impresionante forma de tocar la steel-guitar de Gary Hogue (que también fue miembro de mi banda en tiempos pasados); por el buen acordeón Tejano de Eduardo Lopez; por el acompañamiento vocal de Lisa Stricklan y Terry Hendrix; y, especialmente, a dos de mis más queridos amigos y músicos excepcionales: el pianista Mark Jordan y el guitarrista Thom Bresh. Mark orquestó la música de la mayoría de las canciones. Su habilidad ha sido fundamental para conseguir el resultado final. Por supuesto la guitarra que podéis escuchar, al estilo de Merle Travis, se la debemos a su hijo, Thom, que tan precisamente perpetúa esa parte tan característica de mi sonido.
¡Espero que todos lo paséis tan bien escuchando este disco como nosotros grabándolo!
Hank Thompson
Fuente:
Hank Thompson - Seven Decades (2000, Hightone Records). Notas del disco.