Jerry Reed - Live, Still! (2005)
Jerry Reed era poco dado a dejarse ver en los que fueron los últimos años de su vida (falleció el 1 de septiembre de 2008). Tras una larga carrera, uno de sus últimos regalos a sus fans fue este disco en directo, Jerry Reed Live, Still!, editado por su propia compañía RIIK Records.
Muchas cosas se pueden decir de Reed, autor de grandes éxitos, cantante, actor. Pero Gordon Kennedy, autor de las notas incluidas en el libreto hace especial énfasis en su faceta como virtuoso de la guitarra con frases como “la mayoría de los guitarristas quedamos reducidos a ‘aguantadores de guitarras’ o ‘propietarios de guitarras’ cuando él está en la misma habitación”.
El CD incluye dos temas nuevos junto a ocho de sus mayores éxitos grabados en directo. El proyecto nació del deseo de grabar una de sus nuevas canciones en directo, frente a la audiencia (más de trescientas adornan su carrera, aunque muchas firmadas como J.R. Hubbard). "Father Time and Gravity" es un comentario jocoso sobre los cambios físicos que llegan con la edad, algo de lo que puede hablar con conocimiento de causa con los 68 años que tenía cuando este disco vio la luz y que ya hiciera en el magnífico ábum Old Dogs (1998) junto a Waylon Jennings, Mel Tillis y Bobby Bare.
El coproductor del nuevo disco, Chet Hinesley, decidió grabar todo el concierto, en vez de limitarse a un único tema, con la banda de carretera de Jerry y el resultado les satisfizo tanto que decidieron seguir adelante y generar un álbum completo.
Desde que arrancamos con el primer tema “Guitar Man” que, compuesta por Reed, llegara a grabar junto a Elvis e incluye un breve diálogo tomado de la sesión de 1967 junto al Rey, Reed no pierde el buen humor mientras desgrana sus grandes éxitos de los 60 y 70 hasta llegar a “East Bound and Down”, que cierra el disco. Por el camino, "When You're Hot You're Hot", "She Got The Goldmine (I Got The Shaft)", la enorme "Amos Moses" (precedida por una presentación casi tenebrosa), "A Thing Called Love" o "Lord Mr. Ford". Trufados de comentarios humorísticos, guiños a la audiencia y presididos por la asombrosa capacidad instrumental de Reed a la guitarra. Hay que escuchar con atención el instrumental "Jerry's Breakdown Revisited” y hacer un acto de fe para creer que éso lo hacen sólo dos manos.
También encontramos el segundo de los temas originales, “A Brand New Me”, un gospel de aire desenfadado, apoyado en la parte vocal por toda la banda, y muy cercano al estilo de los Statler Brothers.
Un buen álbum tras nada menos que 51 años de carrera. Reed está en forma y transmite lo bien que se lo pasa sobre el escenario. En la parte negativa, unos efectos de audiencia que dan toda la impresión de estar añadidos (o exagerados) en la postproducción y que hacen perder frescura a la grabación.
Quizá este disco no sea la mejor forma de acercarse a la obra de Reed para los que no lo conozcan, aunque se lo pasarán tan bien escuchándolo como los que sí, para los que supone el último saludo a un viejo amigo.