Este cowboy tejano con cara de “buena gente”, además de dirigir el negocio familiar y criar a sus tres hijos, tiene tiempo los fines de semana para dedicárselo a la música, su otra pasión aparte de los caballos. A los 7 años de edad, convenció a sus padres para que le compraran una guitarra. Poco tiempo después se quedaron asombrados por la pasión y el amor que demostraba Jeff por la música Country, y con 15 años ya se había pateado montones de locales por Santa Fe, alrededores de San Antonio y Houston.

Sus ídolos del alma: George Jones, Vern Gosdin, Hank Williams Jr, Merle Haggard, Ricky Skaggs…

Un buen día, un conocido suyo se quedó de piedra cuando le escuchó por primera vez, así que decidió ponerse en contacto con un amigo que tenía y que resultó ser ni más ni menos que Joe Stampley. Joe invitó a Jeff que fuera a Nashville de visita y se quedó pasmado cuando lo escuchó. Inmediatamente prepararon unas sesiones de grabación y como resultado de estas sesiones, salió este “If It Ain't One Thing It's Another”, editado por Arrowhead Record en el 2007 y que yo sepa, su primer y único trabajo hasta la fecha.

El disco contiene 11 temas de country tradicional, casi todas compuestas por Joe Stampley y su hijo Tony :

01 It Ain't The Clothes That Make The Man
02 Drinkin' Thing
03 Let's Make Love Tonight Like There's No Tomorrow
04 She Reminds Me Of You
05 Holed Up In Some Honky Tonk
06 Whiskey Talkin'
07 Tonight Was Made For The Two Of Us
08 It Was Allways So Easy
09 Fishin' Forever
10 I'm Your Radio
11 If It Ain't One Thing It's Another

Disco bien hecho, muy buena producción y muy bien instrumentado. Los músicos que le acompañan son: Larry Lucas – guitarras, Scott Williams – percusión, Eddie Miles – bajo, Bill Pan – steel, y por supuesto la voz de Jeff, voz que contiene esos registros tan identificables y característicos que poseen sólo unos pocos. Sin desmerecer a nadie, su voz eclipsa todo lo demás, yo diría que la voz de Jeff es la que conduce las canciones, no las melodías.

A destacar el tema que abre el disco “It Ain't The Clothes That Make The Man”, Honkey tradicional pegadizo, con un trabajo de las guitarras excelente. La versión de “Drinkin' Thing” del gran Gary Stewart. Los temas “Whiskey Talkin'” y “Tonight Was Made For The Two Of Us” cortes medio tiempo country muy buenos.

En fin… un buen disco para oír tranquilamente con una cerveza bien fría y buena compañía, o viceversa. Recomendado para todos los que amamos la buena música country.

Lanzado en plena “etapa” de Randy Travis dedicado a editar discos de trasfondo cristiano, Passing Through es un trabajo que, sin incluir canciones religiosas, contiene un mensaje final claramente inspirador. 

Desde los primeros acordes acústicos de “Pick Up the Oars and Row” (donde se nos dice que en las turbulentas aguas del amor lo mejor es “coger los remos y remar”) con los que se abre el disco Travis se centra en su estilo característico, en línea con el que le hiciera famoso como pieza clave del neo-tradicionalismo y completamente ajeno a los cantos de sirena de las nuevas tendencias dominantes en Nashville. 

Encontramos canciones que nos hablan de la familia como elemento cohesionador. Así “Four Walls” supone un emotivo recuerdo a los abuelos como ejemplo para toda una vida, “My Daddy Never Was”, con cierto tinte autobiográfico, es el anhelo por ser para sus hijos mejor ejemplo que supuso para él su propio padre, mientras “Angels”, en parte recitada y en parte cantada, es un homenaje al amor materno.

Curiosamente la única canción religiosa “A Place to Hang my Hat”, es un Honky Tonk de manual deudor de George Jones, una de las grandes influencias de Travis. “That Was Us” podría perfectamente ejemplificar la salvaje juventud del propio Travis, finalmente convertido en un hombre justo de buen corazón, por su parte “Running Wild” enfrenta al protagonista a la huida sin destino de sus problemas. En la parte romántica “I’m Your Man” y la delicada promesa de amor eterno “I Can See It in Your Eyes”.

La animada “Train Long Gone” no es un Gospel, pero suena como si lo fuera, con la voz de Travis arropada y subrayada por unos magníficos coros que refuerzan la idea principal de cada una de las líneas de la canción, que nos habla sobre la imposibilidad de olvidar el amor perdido, como un tren del que siempre oímos su lejano silbato. Una pieza absolutamente magistral.

La profunda voz de barítono de Randy Travis y su capacidad interpretativa, tan severa como cálida o comprensiva, según lo requiera la ocasión, da a las canciones contenidas en Passing Through una profundidad que refuerza los mensajes que contienen. Un buen disco para añadir a la larga lista de excelentes trabajos de Randy Travis.