Los últimos años de la década de los noventa convirtieron a las grandes discográficas de Nashville en un terreno poco propenso para los artistas de Country de corte tradicional. El nuevo siglo nacería con las listas dominadas por nombres como Kenny Chesney, Tim McGraw, Rascal Flatts o Keith Urban, cuyo sonido e influencias parecía deber más al pop o al rock que al Country tradicional. En ese entorno los artistas no consolidados cuyo estilo era más sólidamente Country lo tenían difícil.

Billy Yates fue uno de los perjudicados por el cambio de tendencia. Pero, valiente, fundó su propia compañía y en 2001 lanzó un primer single “Too Country and Proud of It” que ya era toda una declaración de principios: I won’t apologize for what I am / I’m too Country and proud of it (No pediré perdón por lo que soy / Soy demasiado Country y estoy orgulloso), donde tomaba prestada una frase que empezó a hacerse habitual en Nashville como excusa para rechazar a un artista novel por ser “demasiado Country”. Un desafío al establishment que tuvo su continuación con “Anywhere but Nashville”, donde un chaval, para abrirse camino en la música, irá a cualquier sitio excepto Nashville “porque quiere seguir siendo él mismo”.

Cinco años y cuatro discos después Yates sigue fiel a sus principios y resume su carrera hasta el momento en este recopilatorio de veintiuna canciones, incluidas las mencionadas. Todas con su firma junto a otros destacados autores, poniendo también de manifiesto sus aptitudes como compositor.

En un estilo alegre y desenfadado similar a “Too Country…” encontramos las divertidas “Better Every Beer” o “Daddy Had a Cardiac and Mama’s Got a Cadillac”. Baladas que exudan clasicismo como ”In the Light of Day” junto a “A Better Place” que apunta a aquellas que dominaron las listas a principios de los 90, o tan románticas como “My Infinite Love” (que también grabaría George Strait en su disco Honkytonkville de 2003) o nos acerca a Bakersfield en la melancólica “The Circus is Over”. Honky Tonks de manual a medio tiempo, “Dreaming out Loud”, encuentran su sitio junto al enérgico Bluegrass “Smokin’ Grass” o a un corte con olor a burrito y enchilada sobre base de Western Swing en la muy destacable “Me, Marie”.

Como temas inéditos nos ofrece un dueto con George Jones en la que se ha convertido en su canción más conocida “Choices” y una nueva grabación de la balada “Flowers” su única entrada en listas, aunque ambas, en otras versiones, ya estaban incluidas en su disco debut de 1997.

La solvencia y estabilidad en el estilo que ha practicado Yates en los años que se repasan hacen de este recopilatorio un disco muy consistente y, sin embargo, nada lineal. No encontrarás más por menos. Las veintiuna mejores canciones de Yates en un solo CD. Muy recomendable para cualquier enamorado del sonido de los nuevos tradicionalistas.

Y, por último, como se puede leer en la página de Yates: “Cuando me preguntaba 'Who’s Gonna Fill Their Shoes' (1), era antes de conocer a Billy Yates. Cuando se trata de grandes cantantes de Country y grandes compositores de Country no los hay mejores que Billy. ¡¡Supongo que se puede decir que el viejo Possum es un fan de Billy Yates!!". Palabra de George Jones. No soy yo quien para contradecirle.

(1) hace referencia a una canción que con ese título cantó George Jones en la que se preguntaba quién ocuparía el lugar de las grandes estrellas clásicas del Country.

Si nos pidieran que dijéramos cual sería nuestro ideal en cuanto a la elección de estilos de temas dentro de un disco y dependiendo del número de ellos, cada uno tendría su gusto particular lógicamente. El mío, poniendo por ejemplo 12 temas como es el caso del que hoy os comento, serían 4 medios tiempos, 4 baladas, tres cañeras y una o bien un Western Swing u otra que bien podría ser algún tema un poco indefinido pero sin salirse del estilo.

Barry Lee White nacido en Spokane, Washington y que desde los cinco años empezó a tocar la guitarra que su abuela le regaló por su cumpleaños y que en 1996 firmó un contrato para Curb Records en Nashville como songwriter, nos ofrece un trabajo, That's Me del año 2002 marcado directamente por una clara influencia, la de Garth Brooks tanto por el gran parecido de la voz como por su estilo, eso sí, ciñéndonos sólo a su primera época, (Garth Brooks, No Fences). Quizás sea mucho decir que en esta ocasión el alumno superó al maestro pero si no es así, desde luego es un dignísimo sucesor, un gran imitador. Paradójicamente se dice que sus influencias fueron desde siempre las de Mac Davis, Waylon Jennings y Hank Williams Jr pero en mi opinión nada tienen que ver con lo que se escucha en éste álbum que es 100% Garth.

El álbum se compone de cuatro espectaculares, mágicos, preciosos, contundentes y elaborados medios tiempos como dije antes, "Between You And Me" con el que llegó al top 100 en las listas de la pasada década, "Out Of Style", "Way Over My heart" y "Everything I Know". Personalmente tengo que reconocer mi debilidad por los medios tiempos aunque me gusta que un disco sea variado, pero estos cuatro cortes son para mí la parte estelar donde se luce Barry sin dejar de lado ni mucho menos las también sensacionales y sensibleras baladas "One Band man", "What Are You Inside", "Outta My Mind" y "Last Thing I Wanna Do" que sin ninguna duda son claras reminiscencias de "If Tomorrow Never Comes" o "Unanswered Prayers" que Garth Brooks protagonizó y popularizó a últimos de los 80 y primeros de los 90. 

Temas cañeros como "Living It Up", "Men Only Want One Thing" , nos hacen ponernos en posición para taconear con nuestras cowboy boots y el tema "libre", "Let Me Drink This Over", que recuerda quizás a Randy Travis

Estoy convencido que es un disco que merece la pena tener para todos los amantes del buen country y especialmente al que le guste la primera época de Garth Brooks que serán la mayoría y entre los que por supuesto me incluyo, porque parece que fueron juntos de la mano al realizar éste trabajo...

A por él sin miedo!!!