Es injusto, e incluso resulta algo peyorativo, quedarse en la descripción de Charley Pride como la figura de color más exitosa de la historia del Country. En realidad alguien que está en la lista de los quince artistas de Country que más discos han vendido es, simplemente, una de las mayores estrellas del Country de todos los tiempos, y la raza es sólo una anécdota. Incluso el recopilatorio The Essential Charley Pride, que RCA editó en 1997 reuniendo alguno de sus éxitos, con sus “sólo” veinte canciones se queda corto como muestra de sus méritos... y es que son nada menos que treinta y seis los números uno que Pride logró acumular a lo largo de su carrera, mientras apenas tres de sus cincuenta y cuatro singles editados entre 1966 y 1984 no consiguieron entrar en el ‘Top Ten’.

Precisamente el álbum nos remonta hasta 1966 con “Just Between You and Me”, una canción con la que el propio Pride estaba preocupado. Ese mismo año había editado el que fue primer single de su carrera, “The Snakes Crawl at Night” que no tuvo una especial repercusión y en la que un marido celoso asesinaba a su mujer. Duro, pero racialmente neutral. Sin embargo una canción de amor podía valorarse de forma diferente en unos EEUU, y especialmente en el Sur como mercado fundamental del Country, socialmente convulsionado por las tensiones raciales. El hombre blanco podría pensar: “¿A quién está dedicando la canción?: La está cantando para nuestras mujeres”... Finalmente no sólo no generó ninguna tensión sino que se convertiría en el tema que le dio la popularidad, subiendo hasta la novena posición en listas e incluso reportándole una nominación Grammy. Junto con “Does My Ring Hurt Your Finger” (número cuatro en 1967), “Burguers and Fries” (número dos en 1976) y su tan natural como extraordinaria y simpática versión en directo de “Kaw-Liga” de Hank Williams (número tres en 1969), los únicos singles que encontramos en el disco que no llegaron al número uno.

La selección de canciones se extiende hasta 1979 con “You’re My Jamaica” donde Pride pone de manifiesto que la conexión del Country con los ritmos isleños no es un invento contemporáneo. Pasando por las que son ya clásicos eternos del estilo, “Is Anybody Goin’ to San Antone” o “Kiss an Angel Good Morning”, que desvela el secreto de una relación feliz y duradera: “con los buenos días tienes que besar a un ángel / y cuando te vayas, dejarla sabiendo que piensas en ella. (...) / Y amarla como el demonio cuando vuelvas a casa”. Adicionalmente también encontramos una versión grabada en 1969 del clásico de Hank Locklin “Please Help Me I’m Falling” , que permanecía inédita hasta el momento.

Charley Pride sería el artista más rentable para RCA desde que la discográfica fichara a Elvis Presley. Pero quedarse en el éxito comercial tampoco es hacer justicia. Pride es un intérprete que juega en esa exclusiva liga reservada a los verdaderamente grandes. Un estilista que merced a su talento y elegantes y emotivas interpretaciones consigue mantener una raíz inequívocamente Country mientras es capaz de convencer a una amplia audiencia, como también prueban sus no pocas entradas en listas generales.

Con esta mujer y este disco sí que no hay duda alguna.

Para los amantes del country tradicional total, no os defraudará ya que todos los temas rayan a gran altura, cantados con su fantástica voz que nos desplaza en el tiempo para recordarnos el mejor Honky Tonk de Loretta Lynn.

Otro disco para no perderse.