Travis Tritt - The Storm (2007)

Travis Tritt - The Storm (2007) - 3.3 out of 5 based on 13 votes

Ratio: 3 / 5

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Que Travis Tritt tiene un “algo” diferente que le identifica de forma inequívoca es evidente desde los albores de su carrera. Aunque sólo fuera manteniendo su cabeza siempre descubierta, cuando el mercado estaba inundado de los llamados hat-acts. Más profundamente incorporando a su música influencias que tienen mucho que ver con el Blues o el Southern-Rock. En los tiempos que corren, cuando parece que lo único que mantienen en común las listas de Country con el Country de otros tiempos es la aparición ocasional de algún fiddle, steel o banjo, que una de las principales figuras de los 90, con un talento desbordante, y alguien que lleva rompiendo barreras estilísticas desde su primer disco allá por 1990, no tenga sitio en ninguna de las discográficas de primera línea resulta incomprensible.

Editado por Category 5, nos ofrece un nuevo trabajo que no defraudará a sus fans de toda la vida... que le sigan por su voz. Sigue en forma y sigue siendo inconfundible. Sin embargo las canciones que aquí se incluyen configuran un álbum, entre todos los de su discografía, en el que más difícil es encontrar Country. El Rhythm & Blues predomina en sus interpretaciones sobre cualquier otro estilo. De hecho el primer tema, “You Never Take Me Dancing”, tras superar una introducción vocal, aparecen unos coros femeninos que apuntan al Funky. Nada sorprendente si tenemos en cuenta que se trata de una versión del tema que su autor, Richard Marx, ya cantara en 1997. Precisamente Marx firma junto a Tritt “Doesn’t the Good Outweigh the Bad”, ejemplo del toque Bluesy que ha caracterizado a Tritt durante tanto tiempo. También presente en “Rub Off Me”, un medio tiempo que bebe de las fuentes del Rock Sureño. Influencia sureña que encontramos algo más suavizada en el tema que da título al disco, animado por enérgicos acordes de guitarra eléctrica que acompañan a Tritt en su interpretación. Otro Blues, en este caso sin aditivos, es el que cierra el disco “Somehow, Somewhere, Someday”, versión del que ya cantara su autor Kenny Wayne Shepherd que aquí aparece, como invitado, a la guitarra eléctrica.

Para encontrar al artista más cercano a sus primeros trabajos debemos remitirnos a cortes como la gran versión que nos ofrece del tema de Hank Williams Jr “The Pressure Is On”, un Country-Blues en el que, en la parte instrumental, se turnan la guitarra acústica, la eléctrica, la armónica y el Hammond. La impresionante interpretación de “Should’ve Listened”, convertida en la canción más rockera del disco. Y, sobre todo “High Time for Gettin’ Down”, el tema más alegre y movido de los doce que aquí nos encontramos, un Country Boogie, animado por el fiddle sobre bases de guitarra de R’n’R, en el que Tritt se permite hacer alarde de las alegrías vocales que le han caracterizado durante tanto tiempo.

Algunas baladas completan el álbum ya sea sean románticas como “I Don’t Know How I Got By” o “What if Love Hangs On”, de superación de situaciones complicadas, “Something Stronger than Me”, o incorporando ese crescendo que tan bien se le da como en “(I Wanna) Feel too Much”. En cualquier caso el poderío vocal y la capacidad interpretativa de Tritt hace que suenen creíbles unas canciones que sería muy fácil que se quedaran en piezas empalagosas de difícil digestión.

El indudable talento de Travis Tritt nos ofrece un disco diferente. Gustará a aficionados al mainstream actual y a seguidores de Tritt capaces de perdonar excursiones a estilos que siempre han estado presentes en su música, pero que aquí relegan al Country a una presencia meramente testimonial.

Puristas abstenerse.

 

 

John Anderson - Easy Money (2007)

John Anderson - Easy Money (2007) - 3.9 out of 5 based on 8 votes

Ratio: 4 / 5

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Estamos ante una de las mejores voces en el country de los últimos 30 años (algún crítico de música ha llegado a decir que si la steel guitar hablase sonaría como su voz). Con un disco realizado en Warner en 2007 y producido por John Rich (de Big and Rich y antiguo componente de Lonestar, qué miedo me dio ver su nombre en el disco) John Anderson volvía a la actualidad despues de un tiempo de descanso. Su anterior esfuerzo databa de 2001.

Interviene en la letra de seis de las once canciones y hay una mezcla perfecta de new country con los sonidos más tradicionales que le hicieron famoso allá por los 80 y 90. Los amantes del baile están de suerte con canciones como "Easy money", "Funky country" y "If her lovin' don't kill me" en las cuales se evidencia más la producción de John Rich.

Para mí las favoritas son la preciosa balada tradicional "A woman knows" típica de Anderson, la maravillosa "Bonnie Blue" con sabor sureño al estilo de "Seminole wind", escuchar esta canción si podeis y vais a recordar al John Anderson de sus mejores tiempos, simplemente extraordinaria (lo curioso de esta canción es que está escrita por Anderson y el cantante de hip hop-country o lo que sea, Cowboy Troy), otra es "Something to drink about" un medio tiempo con el que tambien apetece un bailoteo, un honky tonk como "Brown liquor" que aunque no quieras te hace levantarte si no lo has hecho antes y beberte ese licor marrón de un trago, otra buena balada es "I can't make her cry anymore", también cabe mencionar la canción "Willie's guitar" en la que intervienen Willie Nelson y Merle Haggard.

Hank III - Damn Right Rebel Proud (2008)

Hank III - Damn Right Rebel Proud (2008) - 3.7 out of 5 based on 11 votes

Ratio: 4 / 5

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El cuarto disco del nieto de Hank Williams, e hijo de Hank Williams Jr, sigue mantiendo la llama de la tradición familiar encendida, recogiendo esa tradición y transformándola merced a su propia forma de hacer las cosas. De nuevo se acerca a alguno de los temas que han caracterizado su carrera hasta el momento, envueltos en sonidos muy tradicionales pero con unas letras que se alejan claramente de la tradición (tal y como ya hizo en su anterior disco Raising Hell) y no digamos de las que suelen aparecer en las listas de éxitos del género. Ya la estética destaca entre cualquier otro disco de Country, con un grafismo y una presentación de carátulas y libreto que apunta más al de películas como Seven o Saw (en cualquiera de sus partes) que a un disco de Country.

 

Así nos encontramos críticas a la situación actual del negocio musical "The Grand Ole Opry (Ain't So Grand)", las borracheras "Me & My Friends", anécdotas de gente al margen de la ley "Stoned and Alone". También haciendo honor a sus dos mayores influencias musicales en melodías clásicas, como “Candidate for Suicide”, es la letra la que nos lleva hacia su lado oscuro y depresivo, junto a momentos que apuntan claramente a su alter ego como intérprete de trash-metal, como cuando se deja ir en "Long Hauls and Close Calls", donde, entre otras cosas se autoproclama amigo de Satanás.

 

Aviso a navegantes. Existen dos versiones de este disco. La primera, y la que hay que conseguir, muestra el adhesivo Parental advisory: Explicit Content en la portada. La segunda esconde las palabras malsonantes bajo un beep que puede llegar a ocupar gran parte de la canción, dado el vocabulario que utiliza Hank III. Como en los nada menos que 10 minutos que se alarga la curiosa “P.F.F.” (siglas de Punch, Fight, Fuck), que tiene la particularidad de arrancar a un ritmo desenfrenado, entre trucker y Bluegrass, para después repetirse como balada, de ahí su duración.

 

Además de en letras mucho más explícitas Hank III, tanto que Curb, su discográfica con la que arrastra un largo historial de desavenencias rehusó poner su sello en el disco, parece haber encontrado el ambiente adecuado para ampliar el espectro de su música. Como en la tenebrosa, y muy en la línea de algunas de las canciones que solía cantar su abuelo, “3 Shades of Black”, que termina con unos efectos más propios de un disco de Marylin Manson (por decir algo) que del discurrir de la propia canción. Cuanto menos de extraña se puede calificar a "H8 Line", en la que la voz distorsionada de Hank III canta sobre un ritmo trotón.

 

Para compensar a los más puristas tenemos canciones de fondo tan tradicional como la balada Honky Tonk “I Wish I Knew”, la orgullosa "If You Can't Help Your Own", la desenfrenada "Six Pack of Beer" o la animada “Wild & Free” que cuenta como ilustre invitado con Marty Stuart a la mandolina y guitarra eléctrica.

 

Ciertamente el disco de alguien dotado de un talento apabullante, arropado por su propia banda no menos talentosa. Un artista en el que confluyen dos estilos tan aparentemente alejados como el Country y el Metal más trasgresor y consigue que palabras como Hellbilly o Cow-Punk cobren sentido. Capaz de ofrecernos canciones que, de tan Country, ponen la piel de gallina, a las que, ocasionalmente, deja caer unas gotas de actitud rockera y de visiones de autodestrucción, que le hacen llegar a un público adicional que colocó el álbum en el número dos de las listas de ventas camperas.

 

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