Willie Nelson - Phases and Stages (1974)
En los setenta Willie Nelson concebía sus álbumes, ya desde Yesterday’s Wine antes de que le sonriera el éxito, como una obra global con entidad por sí misma, no como un mero conjunto de canciones deslavazadas. Buenos ejemplos son Red Headed Stranger o To Lefty From Willy, que seguirían a Phases and Stages o, en menor medida, su precedente, también editado por Atlantic, Shotgun Willie.
En este caso Nelson nos narra la ruptura de una relación. Ofreciéndonos en los primeros cinco cortes (la que sería la primera cara del LP), la visión de la mujer y, en los seis restantes, la del hombre. Además, para cohesionar aún más la historia, añade como hilo conductor la repetición hasta en cinco ocasiones de una estrofa del tema que da título al disco como apertura de las canciones. De esta forma subraya los círculos que da la vida, la repetición de escenas y situaciones que ya hemos vivido y en las que nos volvemos a encontrar.
La mayor parte de las canciones que encontramos en el disco son emotivos lamentos por una relación que se percibe acabada, que acaba, sobre las consecuencias de ese final y sobre el inicio de una nueva vida... que llevará a una nueva relación que también es posible que termine como la anterior. Con puntos álgidos como “Walkin’”, que recoge el momento en el que la mujer decide que tiene que marcharse y nos conduce a una de las más frías despedidas que jamás se haya cantado, “Pretend I Never Happened”:
Pretend I never happened.
Erase me from your mind.
You will not want to remember,
any love as cold as mine.
I'll be leaving in the morning
for a place I hope I find.
All the places must be better
than all the ones I leave behind.
(Finge que yo nunca he sucedido, / bórrame de tu memoria. / No querrás recordar / un amor tan frío como el mío.
Me iré por la mañana, / a un lugar que espero encontrar. / Cualquier lugar será mejor / que todos lo que dejo detrás.)
La animada “Bloody Mary Morning” en realidad es la reflexión del hombre la mañana siguiente a una noche de juerga en otra ciudad mientras regresa a un hogar en el que encontrará “No Love Around”. En “Heaven and Hell”, a ritmo de waltz, se nos cuenta la etapa en la que el hombre se empieza a recuperar del dolor, pero con la amargura todavía latente por lo que vive completamente desorientado.
Pero es que incluso las alegres “Pick Up the Tempo” (en la parte masculina) y el medley “Sister's Coming Home/Down at the Corner Beer Joint” (el regreso de la mujer a la casa de su familia y el empezar a divertirse, cuando los pantalones vaqueros van un poco más estrechos que antes), tienen su inmediato contrapunto agridulce. En el caso de esta última con “(How Will I Know) I’m Falling in Love Again” donde, ante un nuevo amor, surge la duda de si volverá a equivocarse y al final nos deja a solas con un evocador fiddle que alarga el sentimiento de inseguridad y melancolía.
Unas canciones magníficas por sí mismas, pero que contextualizadas en una narración todavía resultan más emocionantes y configuran no sólo un excepcional trabajo de Willie Nelson sino, posiblemente, uno de los mejores álbumes conceptuales de todos los tiempos.
Nota: El LP de 1974 también está disponible en CD merced a la reedición de la propia Atlantic.