Willie Nelson - Shotgun Willie (1973)
Por fin liberado de su contrato con RCA tras ocho años de coartada creatividad y una absoluta carencia de éxito, Willie Nelson firmó con Atlantic. Un hecho que acabó traduciéndose en unas sesiones de grabación desarrolladas en Nueva York junto a un grupo de músicos de procedencias tan diversas como Texas, Nashville y Manhattan entre los que se cuentan los rockeros Leon Russell y Doug Sahm. Llamó la atención de la prensa musical no Country, que se deshizo en elogios, y atrajo a un buen número de jóvenes aficionados al personal estilo de Nelson, convirtiendo Shotgun Willie en su disco más exitoso hasta la fecha (aunque apenas entrara en el top50 de la lista Billboard), y preparando el camino para la que sería su confirmación definitiva como estrella unos pocos años después, tras su firma con Columbia, y la edición de Red Headed Stranger.
En Shotgun Willie nos encontramos a Nelson incidiendo en el camino que ya había abierto un par de años antes con Yesterday’s Wine, entendiendo un álbum como un todo con su propia entidad artística y no una mera lista de canciones. Aquí la historia tiene mucho de autobiográfica aunque todos los temas mantengan su propia personalidad independiente.
Quizá Nelson no sea poseedor de la mejor voz que ha dado el country, pero sin duda está entre los mejores vocalistas del estilo. Su fraseo es completamente original y único. En la canción que da título al disco y lo abre siempre he tenido la impresión de que su voz parece emular a un violín, algo similar a lo que consigue en una de las dos versiones de Bob Wills incluidas, “Stay All Night (Stay A Little Longer)”, donde colaboran, entre otros, Waylon Jennings, Jessi Colter y Larry Gatlin, el movimiento Outlaw se estaba gestando, mientras la otra, “Bubbles in My Beer”, se queda a medio camino entre el Western Swing original y el Honky Tonk. Por su parte “Whiskey River”, la canción más popular del disco, ha quedado indefectiblemente unida a Willie Nelson pese a ser una versión de un tema de Johnny Bush, aunque aquí recibe un tratamiento diferente de la interpretación en directo que fue la que se convirtió en éxito unos años después.
Las versiones se completan con dos canciones firmadas por Leon Russell, incorporando el Tulsa Sound a un disco ya rico en estilos; el humorístico Honky Tonk “You Look Like the Devil” (Te pareces al demonio por la mañana cuando has estado fuera toda la noche) y la sincera declaración de amor del que ya lo ha vivido todo “A Song for You”, con el único acompañamiento de su guitarra, un instrumento con tanta personalidad como el propio Nelson.
Si consigue hacer suyas las versiones imaginad los temas propios donde además hace alarde de su talento compositivo. En “Sad Songs and Waltzes” juega con una historia de infidelidad y su propia falta de éxito “Estoy escribiendo una canción sobre ti / Una canción tan real como mis lágrimas / Pero no temas / Porque nadie la va a escuchar / Las canciones tristes y los valses / No venden este año”. Capaz de contarnos la divertida historia de “Devil in a Sleepin’ Bag” incluyendo alusiones a sus amigos Kris Kristofferson y Rita Coolidge, para a continuación hacer aparecer una lágrima en nuestros ojos con “She’s Not For You”, avisando a un amigo que se equivoca con esa mujer porque, como tantas otras veces, ella volverá con él y “yo ya estoy acostumbrado a sentirme triste”.
Desde cualquier punto de vista Shotgun Willie es un disco fundamental en la larga y densa carrera de Willie Nelson, dicho esto por no decir EL DISCO fundamental de esa carrera. Con Nelson en la cima de sus habilidades como cantante, intérprete y compositor abarcando un amplio terreno, que desarrollaría en futuros lanzamientos, merced a una docena de canciones de las que consigue extraer y mostrar toda su esencia.
Nota: Aunque sin temas adicionales ni contenidos extra, la propia Atlantic ha reeditado Shotgun Willie en CD.
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