Brad Paisley - Part II (2001)
El listado de artistas incapaces de repetir el éxito ni de confirmar las expectativas de un primer disco sería interminable. Brad Paisley sale airoso de la prueba de la forma más sencilla posible, utilizando en Part II exactamente los mismos ingredientes que en su debut, dos años atrás, Who Needs Pictures. Desde luego el título no puede ser más acertado porque el álbum es una continuación, la segunda parte, de su precedente y como tal se presenta.
La socarronería de Paisley aparece desde el animado primer corte “Two Feet of Topsoil” cuando el ver a su antiguo amor con otro le hace estar tan abajo que “hay dos pies de mantillo, / algunas piedras, con caliza entre ellas / Un dinosaurio fosilizado. / Un depósito de petróleo, / con mil pies de granito bajo él. / Y ahí estoy yo”. El pasaje instrumental es aprovechado para poner de manifiesto sus habilidades con la guitarra en un duelo con el fiddle, el piano y la steel. Unas habilidades que llegan a su punto álgido en el instrumental “Munster Rag”, donde tampoco se pierde el humor, con sus guiños a la melodía de la inolvidable serie de TV Los Monster.
En una primera escucha sin poner mucha atención “I’m Gonna Miss Her” puede parecer uno de tantos Honky Tonks melancólicos sobre la tristeza por el amor perdido, pero algo en el tono de Paisley da a entender que hay algo más. En realidad como dice el título sí que echará de menos a su pareja, pero porque le hace elegir entre ella y su otra gran pasión, la pesca... La simpática letra y el divertido video con el que se promocionó empujaron la canción hasta el número uno. Tres 'singles' adicionales se extrajeron del álbum, con el uptempo apuntando a George Strait “Wrapped Around” llegando al número dos, la balada incidiendo en lo positivo de las familias estables cimentadas en el amor verdadero “Two People Fell in Love” al cuatro, mientras la triste y melancólica “I Wish You’d Stay” se quedaría en el siete.
Teniendo en cuenta que la que se convertiría en su mujer en 2003, la actriz Kimberly Williams, protagoniza el video de “I’m Gonna Miss Her”, quizá a Paisley se le estuviera ya pasando por la cabeza que había encontrado a su media naranja, y eso explica la profusión de canciones que hablan de boda, peticiones de mano o planes de hacerla, como la ya mencionada “Wrapped Around”, la jazzy “You Have that Effect on Me”, la divertida y con visiones surrealistas (cerdos volando, árboles que como fruto producen billetes), tanto como que él pida matrimonio a alguien, cosa que va a pasar en “Come on Over Tonight” y la hilarante “All You Really Need is Love”.
Por otro lado “Too Country” es un tema de Bill Anderson, una afilada crítica a la famosa frase con la que se apartaba (y se aparta) en Nashville a ciertos artistas por ser “demasiado Country”, entre ellos no sólo a novatos, sino a las grandes figuras que construyeron lo que hoy es la Industria Country. Nombres como el propio Bill Anderson, George Jones y Buck Owens cuyas voces se pueden escuchar en la canción. Para alguien tan consciente de la tradición del estilo como Paisley es un hecho absolutamente incomprensible.
El álbum demuestra su pasión por los sonidos tradicionales pero donde son más evidentes es en la versión de “You’ll Never Leave Harlan Alive”, buena aunque no llegue al nivel de excelencia de la de Patty Loveless en su excepcional Mountain Soul. Y todavía más en el corte que cierra el disco, tomado directamente de la que fuera su introducción como miembro del Grand Ole Opry, presentado por Little Jimmy Dickens, cantando con el somero acompañamiento de su guitarra acústica el himno religioso tradicional “The Old Rugged Cross”. Magnífico.
Buen humor, letras inteligentes, sonido apuntando a las raíces del Country y respeto por lo que significa esa palabra, junto con su maestría a la guitarra son las características que definen a Paisley, y todas ellas salen a relucir en Part II de forma más que brillante. La fórmula volvió a funcionar consiguiendo que, como su debut, el disco alcanzara la certificación de platino.
Comentarios
Lo que sí sé es que como guitarrista es genial, y es un músico de muchos kilates. Veo lógico que muestre sus habilidades en sus trabajos. La verdad es que estoy de acuerdo en casi todo lo que decís, pero creo que eso mismo les pasa a todos los grandes músicos sean guitarras, teclados, bajistas o lo que sean. Como todo en la vida, unos no brillan lo suficiente, otros brillan lo justo, y los últimos brillan demasiado.
Brad Paisley, con la edad que tiene, y el reconocimiento que actualmente tiene a base de currar, si sigue así llegará a ser una leyenda... al tiempo.
Repasar sus dos primeros discos (prácticamente un calco uno de otro), cosa que he hecho últimamente, me ha hecho recordar cuánto me gustaron y cómo me ilusioné con su éxito pensando que podría significar un cambio de rumbo en el mainstream...
No puedo decir que a partir del tercero sus discos me hayan gustado tanto... y cada vez me gustan menos.