Moot Davis - Already Moved On (2007)
En Already Moved On, su segundo trabajo y como su debut de 2004 también producido por Pete Anderson y editado por la discográfica de éste, Lucky Dog, Moot Davis confirma las buenas sensaciones que dejó entre la crítica especializada… y las lleva bastante más allá.
Para empezar como autor de canciones, pues todos los cortes llevan su firma salvo dos. Uno es la versión “I’m the Only Hell (My Mama ever Raised)” en la que se aprecia la magia de Anderson para adaptar el éxito de Johnny Paycheck a una personalísima y muy remarcable interpretación de Davis. El otro es un medio tiempo, “Talkin’ ‘bout Memory”, que firma Anderson con Norman Edwards, donde Moot saca a relucir su especial forma de acercarse a Hank Williams, sin caer en la imitación en ningún caso, añadiendo toques de Bakersfield y compartiendo protagonismo con la steel guitar y el fiddle.
En el álbum predomina el Honky Tonk de alta escuela, uno de cuyos mejores ejemplos es “Foreclosures and Repossessions” aplicando terminología jurídica (ejecuciones de hipoteca y embargos) a una relación rota, magnífica, entre los mejores cortes del disco. Añadiendo ocasionales toques de Rockabilly, como en “Go Down Alone”, trucker en “Toggle Switch” (hablándonos sobre la vida de un camionero), y un aire fronterizo que impregna buena parte del disco, especialmente evidente merced a la incorporación del acordeón, en las animadas “It Ain’t Right” y “Deeper in Your Love”. O ralentizando ritmos cuando la ocasión lo requiere como en la orgullosamente melancólica “Used to Be You”, en el baladón de cierto aire folkie que da título al disco “Already Moved On” con parte de la letra recitada, o con “Way Down Town” convertida en un atmosférico y sentido lamento.
No hay duda que Moot Davis quiere mantener su sonido cercano a la raíz de los estilos que practica. Sin embargo, junto a Pete Anderson (como éste ya hizo con Dwight Yoakam), consigue que el aire retro que impregna todo el disco tenga una personalidad propia que lo diferencia de tantos simples emuladores. Estupendo disco muy recomendable, que demuestra que es posible hacer Country en el siglo XXI sin perder el contacto con las raíces por un lado, ni renunciar a la modernidad por otro.
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