Big Sandy and his Fly-Rite Boys - Night Tide (2000)

En su cuarto disco como Big Sandy and His Fly-Rite Boys éstos pierden a Dave Alvin como productor, papel que en Night Tide asume Bruce Bromberg. De todas formas los ases con los que juega la banda y que les han convertido en un referente de la escena retro contemporánea siguen en su mano.

Por un lado la característica forma de cantar de Big Sandy, tan espectacular y aterciopelada como siempre, sólo que mejorando con los años. La encontramos acompañada por unas magníficas armonías vocales en “Give Your Lovin’ to Me”. En “Tequila Calling” está especialmente acertado, escuchando la llamada del alcohol que le empuja hacia la inconsciencia, y si es la Tequila quien llama el aroma mexicano no puede dejar de impregnar el tema.

Por otro unos músicos extraordinarios, que ya hicieron alarde de sus aptitudes en el álbum de instrumentales Big Sandy Presents the Fly-Rite Boys, que aquí tiene continuidad en dos nuevos cortes sin voces, el relajado “In the Steel of the Night” y el más animado “South Bay Stomp”, ambas con la steel-guitar de Lee Jeffries y la guitarra de Ashley Kingman como principales protagonistas.

Y, por último, unas canciones compuestas por el propio Sandy, aunque firmadas con su nombre real, que muestran un nuevo estado de ánimo, explorando unos terrenos que son generalmente evitados por los compositores actuales, desde la venganza de “My Time Will Come Someday”, a la desesperación de “Between Darkness and Dawn”, un hombre que, tras haberlo perdido todo, se encuentra perdido “entre la oscuridad y el alba” o “Nothing to Lose”, donde una mujer no tiene nada que perder excepto su tristeza y el sufrimiento de toda una vida. En esas canciones hay un claro homenaje a las raíces del Country, nombres como Hank Williams, Bob Wills o George Jones vienen a la memoria como influencias. También hay momentos para animarse, y la mejor para ello puede ser “Hey Lowdown!”, un canto a los Hot-Rods a ritmo de Rockabilly.

Como dice el tema que da título al disco, “Night Tide”, la marea nocturna te llama… sólo puedes dejarte arrastrar por ella.