Que este disco viera la luz en 1976, tres años después de que con sólo 26 años falleciera Gram Parsons, se debió principalmente a la voluntad por conseguirlo de Emmylou Harris, la que fuera su frecuente compañera en unos dúos tan recordados como añorados.

Aquí se recogen tres temas grabados en 1973 junto a Harris durante las sesiones de las que surgió el LP de Parsons GP, pero que no fueron incluidos en el mismo, “Brand New Heartache”, “Sleepless Nights” y “The Angels Rejoiced Last Night” y conforman la mano ganadora, el auténtico trío de ases del disco.

Los otros nueve cortes provienen de una sesión de 1970 junto a los Flying Burrito Brothers, poco antes de que Parsons abandonara el grupo. Quizá sean poco más que ensayos, pero muestran a una banda sólida y conjuntada, afrontando clásicos del Country como “Green, Green Grass of Home”, “Crazy Arms”, “Sing Me Back Home”, “Close up the Honky Tonks” o “Dim Lights” con solvencia y naturalidad… y convirtiendo el “Honky Tonk Women” de los Rolling Stones en un tema absolutamente coherente con el resto del disco. Hay que tener en cuenta que en los Burrito Bros. de aquella época, aparte de Parsons, estaban nada menos que Chris Hillman, Bernie Leadon, 'Sneaky' Pete Kleinow (qué maravilla escuchar su steel-guitar dominando todo el disco) y Michael Clarke. Una reunión de talentos de una magnitud apabullante.

Quizá no sea el mejor disco para introducirse en la obra de Gram Parsons. Como primera opción quedan piezas fundamentales de la talla de Burrito DeLuxe y The Gilded Palace of Sin, con los Flying Burrito Brothers, o GP y Grievous Angel, en solitario. Pero como documento seguramente sea incluso más interesante que la música que contiene, pues lo que el disco (y las notas de Emmylou Harris que incluye) ayuda a comprender es la magnitud de la influencia de Parsons en toda una generación: “tocábamos Country y Rock and Roll en los mejores Honky Tonks Hippies del país (y algunos ni siquiera sabían que eran Honky Tonks hasta que Gram se lo hacía saber)”.

Nota: el LP ha sido reeditado recientemente en CD y no es difícil localizarlo a un precio muy razonable.

Tras el viaje de unos amigos a los Apalaches, cuna de la Country Music, me sorprendieron gratamente regalándome el último trabajo de la legendaria banda The Stonemans. Lejos quedan ya aquellas antiguas grabaciones Old-Time del patriarca de esta saga musical, Ernest "Pop" Stoneman, uno de los privilegiados que colaboraron en las célebres Bristol Sessions de 1927, donde se dieron a conocer Carter Family y Jimmie Rodgers, especialmente. Ya antes de fallecer el célebre "Pop" Stoneman, sus hijas continuaron liderando una dinastía que iría abandonando en parte los rasgos más rústicos perfilándose en un tono más bluegrassero e incluso progresista en el sentido años 60, pero sin abandonar jamás las raíces rurales. Tras haberme leído dos biografías de los Stonemans, no tengo la menor duda de lo mucho que significaron para la Era de la Commercial Country Music, pero centrémonos en el nuevo álbum o estaríamos horas...

The Stonemans (Patsy,Donna & Roni), editado por Patuxent Music, en 2009, es una joya entrañable. Sí, no cabe duda de que las voces de estas abuelitas acusan parte del paso del tiempo, pero valoremos este trabajo por diversas cuestiones: 1- El repertorio y la instrumentación es impecable: autoarpa, jaw harp, mandolina, banjo, fiddles, guitarra y bajo 2- Las voces no son de jovencitas o mujeres de mediana edad, pero cumplen su cometido. Y lo mejor: transmiten esa autenticidad y compromiso que exige todo género de raíces folklóricas. A mí no me desagrada como cantan.

Semejante tesoro significa un homenaje al gran patriarca pero no suena nada rancio sino todo lo contrario, ¡fresco como la suave brisa que recorre las Smoky Mountains!. No me extenderé más, salvo para destacar ciertas canciones que me llegan al alma: "Sinking Of The Titanic", la balada sobre el hundimiento (abril de 1912) del famoso barco, que catapultó a la fama a "Pop" Stoneman en 1924. Aquí, estas tres hadas de la pureza Country, le otorgan un ritmo más dinámico. Luego está la preciosa balada de 1881 "Barney McCoy", sobre la migración irlandesa hacia los EEUU. Tampoco podía faltar "Remember The Poor Tramp Has To Live", todo un clásico de las canciones sobre vagabundos, igualmente escrita a finales del siglo XIX. Las demás piezas son igual de buenas y hay desde melancólicas baladas hasta canciones de tono desenfadado. Todo guisado en esa mezcla tan personal de Old-Time montañés del sudeste y Bluegrass tradicional. O sea, que hay plenas garantías de pureza country al 100%, sin aditivos...