Tony Stampley - Rebelution (2000)

Rebelution fue el primer trabajo editado de Tony Stampley (hijo de Joe Stampley, quien junto a Moe Bandy gozó de gran éxito y popularidad en los 70-80 como el 50% del dúo Moe and Joe) y lo que más llama la atención en cuanto empieza a sonar es que lo podría haber firmado perfectamente Hank Williams Jr.  

El eco de Hank Jr. no está sólo en la forma de atacar las canciones. También en los temas tratados, con Stampley poniendo su firma a todos los cortes que completan el álbum. De hecho Tony Stampley es autor de un buen puñado de canciones que Hank Williams Jr. ha grabado. Entre ellas la que abre el disco “American Offline”, un divertido y animado alegato de la vida al aire libre frente a pasarla ante la pantalla del ordenador, que en 2003 Hank Jr. incluiría en su álbum I’m One of You, mientras la de aire Western “You Won’t Mind the Rain” la podíamos encontrar en su trabajo de 1996 A.K.A. Wham Bam Sam. Por otro lado al Junior le iría como anillo al dedo el alarde de masculinidad de “I Hate to See You Go (But I Love To Watch You Walk Away)”. Con la traducción se hacen innecesarios comentarios adicionales: “Odio ver que te vas (Pero me encanta mirarte mientras te alejas)”.

Aunque se puedan seguir tirando líneas de conexión entre Hank Jr. y Tony Stampley no sería justo considerar a éste un simple clon. Su voz resuena con la profundidad y energía característica de la larga tradición de cantantes de Country de voz poderosa. En el medio tiempo “Another Cold One” o en la acelerada y enérgica “One Bad Habit” es John Anderson quien aparece como referencia. Mientras cierra el disco aún más acelerado con “I Know What You’ve Got up Your Sleeve” donde saca a relucir su alma sureña (en la vertiente rockera) recordándonos a los Georgia Satellites. También encuentra el momento de calmarse y controlar la testosterona con baladas como el Honky Tonk de querencias Gospel “Doctor Jesus”, la romántica “Dreamin’ Again” o la melancólica “He Never Said He Loved Me” donde nos habla del amor por su padre.

Quizá lo peor que se puede decir de Rebelution es que Tony Stampley, corte a corte, acaba pareciéndose demasiado a alguien. Sin embargo en conjunto, y obviando esa flaqueza, lo contaría entre los mejores discos que han caído en mis manos en el siglo XXI de ese Country con auténtica actitud que definía a los Outlaws.

Originalmente editado en 2000 por Tri Chord records, tras la quiebra de la pequeña discográfica simultáneamente con la salida al mercado de Rebelution, y tras un año de litigios en los tribunales, el álbum acabó en DreamWorks donde lo reeditaron en 2002 añadiendo dos temas adicionales a los once de la edición inicial pero, todo sea dicho, sin dedicar mucho esfuerzo a su promoción.