Leon Cargil - Lifetime Guarantee (2004)
Todo lo que un devoto de la música country espera encontrar en un disco, se encuentra en este trabajo de Leon Cargil, repleto de momentos sublimes, ambientes etéreos acunados con el sonido de la steel guitar, violines mágicos, guitarras y algún eventual piano, ritmos lentos que te acaban calando como capas de niebla húmeda a cada nueva escucha, hasta el punto de que parecen diluirse en el aire, melodías breves que evocan una infancia irrecuperable y perdida en la nostalgia, dirigidas por una voz sobria y la vez cálida y amable, que interpreta las canciones con pulso firme y una precisión milimétrica de los mejores Hank Williams, Haggard y Randy Travis, con un ligero toque de George Jones. El sonido de este artista no admite cambios drásticos en su estilo “country hasta los huesos”, sino que le añade nuevas capas de barniz que mantienen vivo el misterio. Es una síntesis de los lugares comunes tan reales como la vida misma, amor, celos, nostalgia y sobre todo y por encima de todo, recuerdos, muchos recuerdos de un tiempo mejor, con un color distinto y una sensación cósmica, como si su voluntad de escapismo fuera más por el espacio que por el tiempo.
Me atrevería a llamarlo el Hombre Tranquilo, o el “Slow Hand“ del country, por la calma y templanza que imprime a cada una de sus canciones, no entiende de prisas, como queda patente en "Goodnight Memory", o la envolvente "Stoned On Her Blue Eyes”, o la sensacional balada que da titulo al disco "Lifetime Guarantee", o la muy solvente “I´ll Never Have to Fall in Love Again”, aunque no obstante imprime un ritmo más bailable y Honky Tonk, a temas como, "Half As Good As Hank”, "Nelson, Haggard & Jones“ y "Go See Suzy" (con solo de piano y todo), y cerrando un disco perfecto, esa joya al más puro estilo cowboy, titulada “I´m Blue Tonight”, donde el violín y la armónica cual compañeros de viaje se adentran en la inmensidad de la pradera.
Leon hace que todo el conjunto suene bien, condimentándolo con ese viejo toque especiado de 'Texas Twang Thang', que hace que siempre te quedes con ganas de repetir, aunque en este caso no haya más.
Simplemente mágico. No me cabe la menor duda de que el viejo Hank estaría orgulloso.
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