Tres Chicas - Sweetwater (2004)

Resulta curioso cómo podemos encontrar el origen de grandes discos en sucesos casuales. Es el caso de este Sweetwater a cargo del trío femenino Tres Chicas, o lo que es lo mismo Lynn Blakey, Caitlin Cary y Tonya Lamm. Las tres con una asentada carrera en la escena del Alt-Country/Americana merced a su trabajo en sus bandas respectivas. Unidas por una amistad personal que viene de largo al compartir residencia en Raleigh, Carolina del Norte, en uno de cuyos bares solían subirse juntas al escenario para unas actuaciones, a menudo poco menos que improvisadas, realizadas por el mero placer de cantar juntas. Años después por fin encontraron tiempo para trabajar en el estudio.

Y el resultado es mágico, seguramente tal y como los que han tenido la suerte de asistir a esas actuaciones las describen. Si alguna vez puede decirse que el todo es mejor que las partes es con este disco. Compartiendo amor y respeto por el Country tradicional, sus armas son naturales y delicadas armonías vocales que acompañan de un somero acompañamiento instrumental predominantemente acústico y que asumen personalmente con sus guitarras y el violín de Cary, y nada más allá de un ocasional adorno de un acordeón, un piano o un órgano para un resultado ajeno a cualquier aparatosidad que construye un distendido marco en el que encuadrar las canciones. Juntas y con esas herramientas Sweetwater acaba convertido en un trabajo mucho más tradicional que cualquier cosa que hubieran hecho antes cada una por su lado.

Incluyen algunas versiones, George Jones y "Take the Devil Out of Me", Loretta Lynn y su "Deep As Your Pocket", Lucinda Williams y "Am I Too Blue", pero son sus propios temas los que dominan el disco. De todas formas, aunque compongan individualmente, el protagonismo en la interpretación es siempre compartido, pasándose el liderazgo vocal con elegancia y naturalidad, funcionando como un auténtico trío y no como la suma de tres individualidades. Abarcan la rica tradición del Country, desde armonías en las que podemos encontrar raíces góspel, a tonadas para cantar distendidamente en el porche de una casa rural tras una dura jornada de trabajo, dejándose ir hacia el Rock que está también en sus genes en alguno de los cortes.

Como sus lanzamientos con sus respectivos grupos el trabajo de estas Tres Chicas quedará relegado a la escena alternativa en la que ya son reconocidas y respetadas figuras. Ante trabajos como éste siempre pienso que es una lástima que tanto talento nunca vaya a tener la oportunidad de llegar al gran público.