Sons of the San Joaquin - A Cowboy Has to Sing (1992)
La creación en los noventa por parte de Warner de una línea especializada en música western dio la oportunidad al trío californiano Sons of the San Joaquin de integrarse en una major. Su primer trabajo para la compañía sería A Cowboy Has to Sing donde, producidos por un Michael Martin Murphey que los había descubierto unos años antes, incluyen diez soberbias versiones del repertorio de los Sons of the Pioneers que siempre les han servido de referencia.
Las poéticas historias de vaqueros vuelven a revivir en las mágicamente armoniosas voces de los Hannah, así, en “The Boss Is Hangin’ Out a Rainbow” el arco iris es la prueba de la benevolencia del ‘Jefe’ que con la lluvia y el sol asegura los pastos y el trabajo. El deseo de perderse en la inmensidad de la pradera nos llega como una lejana llamada en “Blue Prairie”. También sentiremos como el viento que peina las planicies, los valles y las montañas habla a los corazones honestos en “Wind”. Pero alcanzamos el punto culminante del álbum con la para muchos canción definitiva del western “Cool Water”, con su alegoría del deseo en forma de espejismos enfrentado a la cruda y dura realidad.
El yodel está presente, por supuesto, y en pocas canciones se encuentra más brillante que en la que da título al disco, “A Cowboy Has to Sing”, cuando las tres voces de los Sons of the San Joaquin se combinan en un efecto extraordinario que celebra la necesidad imperiosa del cowboy de expresarse cantando. Para los errantes el tren era una nueva oportunidad de vivir libres recorriendo el mundo, en “Way Out There” nos subimos a uno de aquellos traqueteantes y humeantes caballos de hierro con el yodel emulando el silbido que se aleja. Por otro lado, “Song of the Rover” es una canción que fue descartada por los Pioneers para ser editada comercialmente y nos cuenta la historia de un cowboy errante que, quizá cansado de la dura e incierta vida a la intemperie, termina diciendo: “Aquí llega tu vagabundo, ¡volviendo a casa!”
El encomiable esfuerzo de los Sons of the San Joaquin por mantener el Western vivo y fresco merece nuestra atención y aplauso. A Cowboy Has to Sing es un punto de partida tan bueno como cualquier otro para iniciar la inmersión en el estilo. Y un gran trabajo que añadir a la colección de los que ya están convencidos.