Johnny Cash - The Mistery of Life (1990/2003)
La salida de Johnny Cash en 1986 de Columbia, la que había sido su discográfica de toda la vida, fue dramática e injusta. Y no iba a ser menos polémica la que iba a sufrir en Mercury tras colocar sólo cinco álbumes en el mercado entre 1987 y 1990, entre los que Mistery of Life fue el último de ellos. En su autobiografía Cash denunciaría que Mercury, que había perdido cualquier interés en promocionarle en competencia directa con las nuevas estrellas del 'New Country', sólo editó 500 copias del álbum. Pocas parecen para alcanzar un 70 puesto en listas que, aunque triste, intuyo que en EEUU necesita más copias distribuidas que sólo esas.
Lo que ignoraba Mercury es que Johnny Cash encontraría un nuevo público poco después merced a sus grabaciones con Rick Rubin para American Recodings. Un público joven de tendencias rockeras al que se acercaría ya en 1993 cuando grabó junto a U2 “The Wanderer”, un tema que los irlandeses habían compuesto pensando en él y que incluirían en su álbum Zooropa. Bono y compañía se quedan respetuosamente en un segundo plano limitándose a un evocador coro y al acompañamiento instrumental, dejando que el protagonismo recaiga en la interpretación de Cash. Sin embargo Mercury seguramente tenía muy en mente la existencia de ese público cuando reeditó The Mistery of Life en 2003 (tras la muerte de Cash), precisamente incluyendo este tema como extra.
Con el disco ya colocado en su contexto vayamos a la música que es lo verdaderamente interesante... o quizá no. No es que falten cortes destacables o diferentes. Es Johnny Cash quien firma el álbum y su productor Jack Clement quien está en la cabina y eso ya es algo. Canciones como “Goin’ By the Book” con su base rockera o la divertida “Beans for Breakfast” destacan especialmente sobre el resto. El problema es que el conjunto acaba dando una sensación como de acabado con rellenos. Las nuevas versiones de los viejos éxitos “Hey Porter” y “Wanted Man”, o de canciones más oscuras como “The Greatest Cowboy of Them All” (aunque en este caso Cash se luce bastante más), quedan lejos de los originales y aportan muy poco al álbum. Regresamos a la parte más interesante cuando encontramos un dúo con Tom T.Hall con el paso del tiempo dejando huella en su voz en el tema de éste “I'll Go Somewhere and Sing My Songs Again”.
Las tensiones entre Johnny Cash y Mercury en cuanto a la dirección estilística que debía seguir la carrera del Hombre de Negro parecen cernirse sobre The Mistery of Life, que acaba dando la impresión de quedarse en un trabajo realizado para cumplir con un contrato a punto de expirar. El disco resulta interesante para el fan de Johnny Cash, pero para los que se inicien en su obra hay un buen número de mejores opciones antes que ésta entre sus setenta y seis álbumes precedentes.