Jeff Bates - Leave the Light On (2006)
Si hay algo por lo que destaca Jeff Bates es por su profunda y expresiva voz de barítono. En su segundo trabajo, Leave the Light On, editado en 2006 por RCA es la principal protagonista pero...
No sé por qué me resulta casi imposible no encontrar algún pero en los discos de Country de artistas noveles en lo que llevamos de siglo XXI. Poseedor de semejante talento natural Jeff Bates (o su productor) parece empeñado en demostrarnos en Leave the Light On hasta dónde es capaz de llegar con su registro vocal. Hasta el punto de hacerme pensar en un Barry White en versión campera en la sensual “Slow Long Kisses”. Pero como sólo ha habido una persona capaz de cantar como Barry White sin sonar ridículo, y es el propio Barry White, su intento de seducción por lo menos a mí no me convence. Tropieza en la misma piedra sobreactuando en la también sugerente “Leave the Light On” que da título al álbum y en algún corte más donde la pirotecnia vocal aplicada acaba resultando artificiosa. En un tono diferente la pretendidamente sentimental balada “Jesus Is a Lot Like Mama”, con la que cierra el álbum, también resulta algo empalagosa. Mientras que los efectos de falso directo no le hacen ningún bien a ”What I Know”.
Sin embargo cuando deja que su voz fluya con naturalidad consigue emocionar en cortes como “One Second Chance” o “The Woman He Walked On”, donde podríamos decir que se convierte en una versión contemporánea del mejor George Jones, y para mí no hay mayor halago a un intérpete masculino de Country que acercarlo al nivel del Possum. Capaz de levantarnos el ánimo cuando el ritmo se acelera en cortes como el ya citado “What I Know” o en el punto rockero de “Good People”, también la versión de la animada “Rub it In” de Billy ‘Crash’ Craddock es divertida y convincente aunque no acabe de ponerle la guinda.
Solvente autor de canciones, pues buena parte de las incluidas en Leave the Light On llevan su firma, Jeff Bates cuenta con todas las premisas necesarias para convertirse en una esperanza del Country tradicionalista, pues merced a su don vocal, y a pesar de sus excesos, el disco acaba dejando un buen recuerdo. Solamente es de esperar que deje de lado la necesidad de demostrarnos que tiene buena voz para, simplemente, dejarla fluir con su interpretación. Y es que una buena voz, como una mujer hermosa, resulta más irresistible cuando parece que no hace nada para que sus virtudes resulten evidentes.