Eleven Hundred Springs - Bandwagon (2004)
En ocasiones el propio artista, en este caso grupo, se ocupa de aportar la mejor descripción posible de su filosofía musical e incluso de su apariencia. Eleven Hundred Springs lo hacen en su canción “Long Haired Tattooed Hippie Freaks”, donde cantan:

Textualmente algo así como: Nos llaman hippies raros, melenudos y tatuados / ¿Sabes? No están del todo equivocados / quizá nunca hayan visto a un fuera de la ley (1) peligroso / Cantando una canción country / Pero si cerraran sus ojos y abrieran sus oídos / dejando hablar a la música / oirían buena y vieja música Country / No sólo a unos melenudos y tatuados tíos raros.
(1) juego de palabras: “Outlaw” significa, textualmente, fuera de la ley o forajido. Pero también hace referencia al conocido movimiento musical liderado en los 70 por Waylon Jennings y Willie Nelson como respuesta al imperante Countrypolitan que dominaba Nashville.
Si como declaración de intenciones aún no fuera suficiente qué te parece simplemente el título de "Hank Williams Wouldn't Make it Now in Nashville Tennessee" (algo así como “Hank Williams ahora no se ganaría la vida en Nashville Tennessee”), donde entre otras lindezas se dice “esa música fotocopiada me importa un carajo”. Está claro que estos texanos hacen alarde de su estilo, apegado a las raíces, e incorporando Country de alto octanaje, blues, rockabilly, folk o bluegrass. Incluso la frase que define su discográfica, Palo Duro Records, insiste sobre la misma idea: Country Music, Texas Spirit... pese a que las oficinas de Palo Duro estén en el mismo Nashville.
Quizá lo menos tradicional del grupo sea la voz solista de Matt Hillyer (también autor de la mayor parte de los temas), más cercana a algunas de las figuras de lo que se ha dado en llamar Americana que a los grandes referentes del Country. El excelente primer tema del disco “Northside Blues” permite disfrutar de ciertos aromas fronterizos. Salvando las evidentes distancias en cuanto a instrumentación y estilo, no deja de recordarme, en la forma de atacar la parte vocal, las primeras grabaciones de los Monkees, allá por los años 60.
En el apartado de las versiones encontramos la espectacular "Why You Been Gone So Long", un homenaje tanto al gran autor de canciones texano Mickie Newberry, como a la desaparecida leyenda del rockabilly Ronnie Dawson, que se une a la banda en la parte vocal, recuperando una grabación en directo realizada en 1993, cuando nuestros protagonistas se llamaban the Lone Star Trio. El trabajo de la steel de Aaron Wynne en este tema es estelar. El último corte del disco es la tradicional "The Rock Island Line", acelerándose hasta tal punto que casi queda convertida en un trabalenguas en la parte vocal y que permite sacar a relucir el talento de la parte instrumental del grupo, que junto a los citados Wynne (Steel) y Hillyer (voz y guitarra), está compuesta por Steve Berg al bajo, Chris Claridy a la guitarra y Mark Reznicek a la batería... Si hubiera fiddle en esta banda ya sería para nota.
En cuanto a las canciones propias, junto a las ya mencionadas, destacan la drinkin’ song "Thunderbird Will Do Just Fine"; “If I Was A Candle”, un medio tiempo trotón donde la steel vuelve a tomar protagonismo; el two step de manual “the Only Thing she Left Me Was the Blues”; en “Can’t Win for Losing” y “A Straighter Line” dejan fluir sus influencias Outlaws; o la sentida “See You in the Next Life”.
A pesar de algún tema algo más flojo, como las baladas "Gina From San Jose" o "Swerving" intentos no del todo redondos de recoger el testigo dejado por Gram Parsons o “Brand New Pair of Shoes” un tema de rockabilly suavizado al que, por decirlo suavemente, le falta alma, Bandwagon es un buen disco para introducirse en una de las bandas significativas de la rica escena musical texana y apreciar las evidentes diferencias entre ésta y el estándar de Nashville.