Billy Dee - When the Vow Breaks (2005)

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Billy Dee - When the Vow BreaksEl nombre de Billy Dee no es ajeno a la afición de nuestro país. Muchos han tenido la oportunidad de verle en concierto acompañando a Dale Watson o como el 50% de RedBilly. Su segundo álbum, tras su debut en 2002 con Heart, Don't Fail Me Now, es una pequeña joya que merece ser reconocida.

De vez en cuando te topas con un disco que puedes juzgar sólo viendo la portada… o a un músico sólo por el sombrero que lleva. Billy Dee es un hombre vestido de negro, con barba, y una apariencia apabullante, tocado con un gran sombrero (los que han podido disfrutar de su música en directo saben de lo que hablo). Sucede lo mismo con la portada de su disco When the Vow Breaks, no engaña. No esperes encontrar aquí nada más que Country de los 60 y 70, absolutamente auténtico y verdadero. El diseño de la portada nos traslada perfectamente a los LPs de aquella época. Un borde coloreado, las canciones listadas, las palabras “mono/stereo” en la parte alta y la información sobre el exitoso single que incluye y los artistas invitados en un adhesivo. La parte de atrás no le va a la zaga, con la lista de canciones ordenadas en Cara A y Cara B. No es marketing. Esta es la música y el espíritu con el que Billy Dee y quienes aquí le acompañan conviven, respiran y beben cada día de su vida.

¿Por dónde empezar a hablar de la música de Billy Dee? Fácil, por la voz. Su poderío es sorprendente. Aunque estés preparado, incluso acostumbrado, a escucharle conseguirá captar toda tu atención. Su impresionante voz es muy difícil que pase desapercibida cuando empiece a hacer trabajar tus altavoces. Piensa en algo así como en el registro de Johnny Cash con la suavidad de George Jones. Puedes sentir como su alma se asoma en su voz: esto es Country clásico. Si pudiera desatar su poderío vocal entre las “bonitas” figuras de hoy en día el mundo sería un lugar mucho mejor.

Posiblemente se podría contar a Billy Dee entre los más grandes bajos eléctricos de la historia del Country, aunque para ser realmente consciente de su maestría haya que verle sobre el escenario. Además aquí hace gala de sus habilidades a la armónica, acordeón, banjo, ukelele e incluso se atreve con la tuba.

La producción corre a cargo de su amigo y vecino en Austin, Redd Volkaert, que también toca todas las guitarras. Un virtuoso de las seis cuerdas capaz de quitarle protagonismo a un resucitado Jimi Hendrix. Aunque aquí su virtuosismo está contenido, dejando que la luz de los focos se concentre sobre el protagonista del disco. También encontramos a otro viejo conocido de los escenarios españoles, Ricky Davis, a la steel guitar, tan excitante y preciso como siempre. Floyd Domino se ocupa de los teclados en casi la mitad de los cortes y Jason Roberts colabora con su fiddle en tres de ellos.

El disco está bien equilibrado entre ritmos que invitan al Two Step y el Western Swing. Lo habrás adivinado, aquí reinan los corazones rotos, arropados por instrumentistas inteligentes y una gran voz. Sin embargo el disco no te dejará triste.

Doce de los trece temas del disco son originales. La excepción es el éxito de Johnny Paycheck "Only Hell (My Mama Ever Raised)". Y la versión es tan perfecta que sólo te puedes preguntar por qué se hacen tantas tan mediocres. No se intenta inventar algo nuevo partiendo de algo muy amado, en vez de eso toma el alma del original y le aporta un aire fresco. Dale Watson y Ray Benson se unen a Dee en la parte vocal, turnándose en la canción y uniéndose perfectamente en los coros. Disfrutan y te hacen disfrutar, no cabe duda.

A la altura de cualquier tema clásico de aquellos años pasados brillan "Truly", "When the Vow Breaks", "Not Tonight (I've Got a Heartache)" o "Heartache Time". Termina el disco con una rareza, “That Memory of Mine”, donde Domino se pone al teclado de un órgano B-3. Aquí a la voz de Dee se le añade eco, apuntando al Waylon Jennings más transgresor y terminando con una guitarra que no deja de recordarme a los Eagles.

Lo que no sorprende es cuanto gusta el álbum de principio a fin. Tampoco sería sorprendente que alguna de las grandes figuras con un sombrero, al que demasiado a menudo no hacen honor, y dado que Dee difícilmente le van a dar la oportunidad, convirtiera alguna de estas canciones en disco de oro.

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