Dawn Sears - Nothin' But Good (1994)

Esta nativa de Minnessotta y declarada admiradora de, entre otros, Webb Pierce y Connie Smith nos ofreció, tras pasar por Warner, y acompañar durante un año y medio a Vince Gill en su gira, su segundo disco en 1994 gracias a Decca. Con un estilo claramente afianzado en las raíces del Country al que sabe darle un toque de contemporaneidad, sin perder para nada la esencia del estilo… En definitiva la descripción de la corriente de los Nuevos Tradicionalistas que irrumpieron en los 80.

Como mejor prueba de cuál es su inspiración encontramos una estupenda versión del clásico de Red Simpson “Close up the Honky Tonks”, que cantara Buck Owens y que han versionado desde los Byrds hasta, más recientemente, Dwight Yoakam, y en la que nada menos que una de las máximas exponentes de la corriente tradicional la acompaña en los coros, Patty Loveless.

Predominan los ritmos animados, cosa poco habitual en el lanzamiento de una fémina. Así nos encontramos cortes como el que abre el disco, “Runaway Train”, claro exponente del llamado New Country, o la enérgica “Nothin’ but Good”, un buen ejemplo de cómo el Country es capaz de fusionarse con el Rock and Roll consiguiendo alegres canciones muy fáciles de escuchar; el Western Swing “Uh Oh (Here Comes Love)”; o la orgullosa “It Was Too Late”.

En la parte tranquila “Planet of Love”, muestra de que Patsy Cline también está entre sus referentes. Mientras que la triste “No Relief in Sight” incluye unos breaks instrumentales a cargo del steel y el fiddle, instrumentos con facilidad innata para “llorar”; la romántica “That’s Were I Wanna Take Our Love” con arreglos que apuntan al Countrypolitan, o la impresionante “If I didn’t Have You in My World” donde, tras cada fraseo, Sears da la impresión de que va a romper a llorar, prueban su capacidad para desenvolverse con solvencia en las baladas.

El disco se cierra con la emotiva y autobiográfica “Little Orphan Annie”, en la que nos habla de la pérdida de sus propios padres. Tal y como nos explica en las notas del disco “termina con un pequeño fragmento de Under the Double Eagle, que era el instrumental favorito de mi padre… y mi forma de desearle lo mejor en el Cielo”.

Un muy buen disco de una artista a la que no acompañó el éxito y no tuvo oportunidad de consolidar una carrera que, por talento, ganas, credibilidad y facultades más que demostradas, merecía mucho más.