Don Walser - Rolling Stone From Texas (1994)
Ya no se hacen discos como Rolling Stone From Texas, producido por el líder de Asleep at the Wheel, Ray Benson, junto a T.J. McFarland. Algo que no deja de ser triste y una auténtica lástima por lo que supone de pérdida de una forma de cantar y entender la música que las modas parecen empeñadas en hacer que olvidemos.
Don Walser escribió la canción que da título al álbum cuando tenía 18 años y la grabó por primera vez en 1964, y con todos los años que ha acumulado se mantiene tan bien como cualquier otro de los himnos texanos e incluye una de las más impresionantes demostraciones del increíble yodel de Walser.
Un viento caliente, seco y polvoriento parece salir de los altavoces mientras avanzan sus versiones de “Cowpoke” de Stan Jones y “Three Days” de Willie Nelson. Tampoco se escriben letras como aquellas: 'Three days that I hate to see arrive / Three days that I dread to be alive / Three days filled with tears and sorrow / Yesterday, today and tomorrow' (Tres días que odio ver llegar / Tres días en los que temo estar vivo / Tres días llenos de lágrimas y pesar / Ayer, hoy y mañana).
Walser paga sus deudas con creces dedicando “(The Party Don’t Start) ‘Til the Playboys Get Here” a una de sus primeras influencias, los Texas Playboys que acompañaban a Bob Wills, o recordando clásicos de Marty Robbins en “Don’t Worry (About Me)”, Tennessee Ernie Ford con “Shotgun Boogie” y del gran Jimmie Rodgers con “California Blues (Blue Yodel #4)”, de nuevo haciendo alarde de su facilidad para el yodel. Volviendo a sus propias composiciones “The John Deere Tractor Song” resulta un tributo a las granjas familiares, una forma de vida en desaparición, mientras “Down at the Cantina” recuerda la tradición de aquellas viejas canciones de frontera que todavía son cantadas por los cowboys hoy en día.
En su conjunto Rolling Stone From Texas es un disco diez y supone un esfuerzo extraordinario por mantener vivo el Country tradicional, en el que hay que buscar la batería escondida entre fiddles y steel guitars. Y eso que para cuando se editó ya habían pasado más de cuatro décadas desde que los estilos que aquí se ofrecen vivieran su máximo esplendor.
Nota: afortunadamente para los que no la tengan, esta joya ha sido recientemente reeditada.