Dick Curless - Traveling Through (1995)
Traveling Through es una magnífica colección de canciones a cargo del, en el momento de su edición, ya veterano honky-tonker Dick Curless, que falleció a causa de un cáncer de estómago pocos meses después de completar su grabación.
Su primer éxito se remontaba a 1965 con la canción trucker “Tombstone Every Mile”, que dio lugar a su primer LP, también titulado Tombstone Every Mile. Aunque los éxitos dejaron de sucederse en los años setenta no dejó de salir de gira y Traveling Through suponía su primer trabajo de estudio en quince años, en el que conjuga sus raíces en la costa Nor-Atlántica de EEUU con elementos del Gospel, el Blues y el Country tradicional, para un paseo musical pavimentado con dolor y pena tanto como esperanza, triunfo y, en última instancia, redención.
¿Su secreto? Una voz poderosamente emocional. Un cruce entre el estilista del Country Eddy Arnold y el descarnado cantante de Blues Josh White, Curless moldea, forma y mantiene sus notas de una forma cálida, íntima y sincera. Ya sea un grito de júbilo o un aullido de dolor, siempre tienes la sensación que ha vivido lo que canta. Escuchad la forma en que mantiene la torturada última nota en la línea “No one will ever know the truth about me”, del éxito compuesto por Fred Rose y Mel Foree “No One Will Ever Know”. Es como si finalmente consiguiera exorcizar los demonios personales causados por una relación que se hunde. Mientras en el tema de Hank Williams “When God Comes and Gathers His Jewels” la trémula voz de Curless es capaz de transmitir sentimientos de salvación y pérdida frente a la muerte de la amada.
La descarnada interpretación de Curless converge con el inspirado trabajo instrumental de su excelente banda de acompañamiento, apodada simpáticamente ‘the Kids in the Barn’ (los chicos del establo), un grupo de talentosos músicos que se muestran libres para entrelazar su música con, y alrededor de, la voz de Curless. El resultado es pura magia. Especialmente destacable es el espiritual tratamiento que recibe el tema de Joe Hunter “Since I Met You Jesus”. La canción personifica una insuperable sofisticada espontaneidad, donde cada músico tiene la oportunidad de brillar en su propio solo. Un ejercicio arriesgado hablando de Country, pero que aquí funciona. Cuando acaba la canción, un Curless contento exclama: “¡Decid Amén! ¡Tengo que escuchar ésta!”.
Y tú tienes que escuchar este disco. Quizá Dick Curless nos dejara, pero en este álbum, su canto del cisne, resume y deja para la posteridad su experiencia con los altos y los bajos de la vida.
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