Bryan Harkness - One Night Rodeo (2010)
Aparte de vacas, el Estado de la Estrella Solitaria (Texas), sigue produciendo auténticos artistas de la música country, y prueba de ello es este sujeto llamado Bryan Harkness, un verdadero honky-tonker en la más pura tradición. Natural de Lufkin (Texas), sorprendió al panorama musical tejano con su disco One Night Rodeo, grabado en el 2010 para el sello Tierra Records de Houston, convirtiéndose con tan solo 24 años en un veterano de los circuitos profesionales del mundillo country de su localidad, habiendo actuado ya en múltiples ocasiones en el Grand Ole Opry de Nashville.
Creciendo a la sombra de Ray Price, con el que estuvo de guitarrista durante cuatro años, y de otros grandes del género, Bryan se revela como un perfecto profesional que equilibra los tiempos al milímetro, dueño de un timbre vocal propio y carismático, posee el don para la melodía sin caer en lo obvio, y con ese ‘savoir faire’ tan tejano que imprime a sus canciones, hace que te enamores de su música a la primera escucha, (a la segunda ya estas enganchado, pegado como un chicle en un zapato), consigue dar en el clavo de las relaciones personales a través de unas letras con fuertes raíces locales, poniendo de manifiesto su gran amor al terruño propio.
Aquí nuestro hombre, entrega un tremendo catálogo del mejor country que puede hacerse a la sombra del Agave, bien cargadito de honky-tonk (“One Night Rodeo”, “Can´t Take Texas Out of Me”, “Honky Tonk Hero”), ritmos fronterizos (“Down in Mexico”), baladas crepitantes (“Can´t Get Over Lonely”, “Ol´ What´s Her Name”, “I Never Took The Time”), gloriosos mediotiempos bajo el cielo estrellado de Texas (“In My Dreams”, “Together in Texas”), y como no podía ser de otra manera, merecen comentario aparte esos dos temazos que cierran el disco, “West of the Brazos”, sensibilidad a flor de piel, poesía hecha canción, con un magistral arreglo de fiddles, este tema haría aullar hasta al coyote más afónico, y para cerrar, otro deleite para los sentidos “East Texas Night”, un merecido homenaje al Estado de Texas ,y con un solo de fiddle que quita el hipo.
Como queda patente por los títulos de las canciones, no creo que nadie pueda tener más cariño a su tierra que el bueno de Bryan. Un grande.
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