Bobby Bare - The Moon Was Blue (2005)

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Bobby Bare - The Moon Was Blue (2005) - 3.4 out of 5 based on 9 votes

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Últimamente, cada par de años, una vieja gloria del Country hace una reaparición estelar para mostrar a los jóvenes que pueblan las listas que hay otros caminos. En 2005 fue el turno de Bobby Bare.

El nombre de Bobby Bare suele ser citado cuando se habla del movimiento Outlaw, junto con los de Waylon, Willie y Johnny. Aunque a él mismo le cuesta encuadrarse en la etiqueta lo cierto es que tampoco encaja en el molde artístico de Nashville. Simplemente es un hombre tranquilo que a los setenta decidió editar con Dualtone un nuevo disco, The Moon Was Blue, su primer álbum en veintidós años si exceptuamos el divertido y muy recomendable Old Dogs (1998), grabado junto a Waylon Jennings, Mel Tillis y Jerry Reed.

Sigue siendo el mismo que cantaba sobre las difíciles realidades económicas a las que se enfrentaba la emigración americana hacia el norte en "Detroit City" (Grammy a la Best Country & Western Recording en 1963). Tampoco hay que olvidar que en su discografía encontramos joyas como el doble LP en directo Bobby Bare Sings Lullabies, Legends and Lies (1973), considerado uno de los primeros discos conceptuales del Country, en el que todas las canciones estaban firmadas por Shel Silverstein. O que ya en los 60 intentaba encontrar caminos de confluencia entre el Country y el Folk grabando temas de Bob Dylan. Y es que, como vuelve a demostrar en este disco, Bare siempre ha sentido un especial aprecio por los compositores. De hecho en los ochenta presentaba en la vieja TNN un programa totalmente dedicado a éstos, a hacer brillar los oscuros nombres que aparecen en los títulos de crédito de los discos. Las verdaderas protagonistas del programa eran las canciones, no el intérprete. Como el mismo Bare recalca “Las canciones eran un parte importante en la vida de las personas. Te pueden transportar a un tiempo pasado, en cualquier momento. Si una canción no es buena, no importa lo que hagas, nunca lo será”. Y sobre lo que suena actualmente en la radio “No me siento cómodo con las canciones que la nueva radio Country emite multitud de veces. Hay muchas buenas canciones actualmente, pero no tengo la suficiente paciencia para tragarme todos los caramelos que emiten, dirigidos a gente más joven. Tim McGraw tiene grandes canciones. Garth Brooks, cuando trabajaba con Allen Reynolds, tenía algunas realmente buenas canciones, como ‘the Dance’ y cosas así. Esas son grandes canciones. Pero no hay suficientes que se adapten a mis gustos”.

Cuando su hijo le convenció para que volviera a grabar no mencionó que harían un álbum completo. “No me dijo ven al estudio y grabemos un álbum”, recuerda Bare, “dijo, por qué no te pasas por el estudio y haces algunas cosas con mis músicos. No había pisado un estudio en años, pero fue divertido, más divertido de lo que esperaba. Me senté en el estudio con una guitarra y la banda tocaba conmigo, en vez de ser yo el que tocaba con la banda, hay una gran diferencia”. El disco ha sido coproducido por su hijo, Bobby Bare, Jr (asentado en la escena del Country-Rock alternativo) junto con Mark Nevers, de Lambchop. De hecho encontramos mucho de la instrumentación inusual que esperamos hallar en un proyecto de Lambchop. En los arreglos y exuberante producción de su hijo y Nevers, que ocasionalmente parecen permitirse alguna licencia de más, predomina la tranquilidad, convirtiendo las canciones en ideales para momentos de relajación. Quizá la mejor definición para el disco sería la de una colección de baladas entre las que se han intercalado algunas rarezas. Sin embargo son rarezas que no deberían sorprender al oyente, no hay que olvidar que estamos ante el hombre que grabó “Shame on You”, una de las primeras grabaciones en Nashville que incorporaron sección de metales. De hecho Bobby recalca “Le pedí a Bobby Jr. que me dejaran fuera de la parte musical. Sólo iba a cantar las canciones y dejarles que trabajaran con ellas. Si me involucraba en ello simplemente conseguirían otro disco de Country del que nadie se preocuparía nunca más. Creo que Bobby Jr. y Nevers se han divertido con la experiencia, han hecho algunas cosas realmente raras. Me hacen sonreír porque esas cosas raras no me han causado problemas”.

Su característica vocalización le hace tan Country como el que más, aunque siempre ha arriesgado con las canciones que elige grabar. Una característica que no ha perdido en The Moon Was Blue donde escoge once canciones por las que siempre se ha sentido atraído pero que, en su mayor parte, nunca había grabado. Así Bare aplica su autoritaria voz al primer tema del álbum, “Are You Sincere” en la estela de los clásicos crooners, con la voz de Bare sobre un tintineante piano, arropado por dulces coros y arreglos de cuerdas, los parámetros del Countrypolitan. Con la interpretación de Bare las melancólicas "Yesterday When I Was Young" (uno de los temas más populares de Guy Clark datado de 1969) y "It’s All in the Game" (que fuera número uno en 1958 para Tommy Edwards) consiguen una calidez y honestidad difícil de imaginar en otras manos, sin duda cosas de la experiencia. "I Am an Island" también mantiene un cierto aroma del Nashville Sound, mientras que en la nostálgica "Love Letters in the Sand", canción que fuera un éxito pop para Pat Boone en los 50, escuchamos un acompañamiento de clarinete.

Sin embargo la más original (o “rara”, como prefiráis) de las canciones incluidas en el disco quizá sea la cósmica “Fellow Travellers” que, envuelta en pausados ritmos de polka, incorpora un coro de niños. En "the Ballad of Lucy Jordan" (que fuera un éxito para Marianne Faithfull en los 70) nos cuenta una historia escrita por su compositor favorito, Shel Silvestein, hasta ahora inédita en la voz de Bare y que nos transporta a sus grabaciones de los 60 y 70 recuperando su papel de magnífico storyteller, aunque el arranque instrumental recuerde al “Suspicious Minds” de Elvis. “My Heart Cries for You” destaca no sólo por su corta duración, 1:20, sino por el piano que acompaña a Bare en un tema que nos recuerda una forma diferente de hacer canciones. También encontramos un clásico del Country como “Am I that Easy to Forget” (un éxito en 1959 de Carl Belew) o un tema tan conocido como "Everybody's Talkin' at Me" con unos efectos de acompañamiento que parecen querer sumergirnos en un submarino. Incluso encontramos algo de swing en “Shine On, Harvest Moon”, con la compañía de coros y una sección de metales.

En todos los cortes la interpretación de Bare triunfa y consigue un nuevo brillo para las canciones y, como era habitual en él, consigue de nuevo hacerlas propias. Frente a las barreras que pueden levantar las “cosas raras” a las que se refería Bare en una primera escucha, es la voz de éste la que domina las canciones y consigue que las superemos. Las “rarezas” simplemente le arropan y se apoyan en su voz, respetando en todo momento la habilidad interpretativa que siempre ha caracterizado a Bobby Bare y que demuestra que no ha perdido.

Sin sentirse coartado por la escena del Music Row, Bare ha hecho un disco en el que ha disfrutado de completo control artístico que muestra como es posible envejecer dignamente, manteniendo un pie en el pasado y otro en el futuro. Hay que valorar que quien canta ha sobrepasado los setenta años. Esperemos que esta experiencia, si tenemos que hacer caso a Bare, sin duda positiva aunque, evidentemente, en EEUU no sonará en las emisoras autodenominadas Country, sirva de incentivo para futuras grabaciones… y probablemente lo será pues el propio Bare declara “Hay muchas más canciones que me gustaría grabar”.

 

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