Joanie Keller - Sparks Are Gonna Fly (1999)

Joanie Keller - Sparks Are Gonna Fly (1999) - 4.0 out of 5 based on 1 vote

Ratio: 4 / 5

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Aquí tenemos a Joanie Keller, una chica que en el año 1999 lanzó al mercado bajo el sello discográfico independiente Broken Bow Records de Nashville, en el que están artistas como Craig Morgan, Lila McCan o Jason Aldean, "Sparks Are Gonna Fly", un gran disco con altas dosis de Honky Tonk. No hay muchos discos de chicas donde yo al menos pueda decir que me gusten todas las canciones, éste es uno de ellos.

Joanie Keller como no podía ser de otra manera creció rodeada de country music y escuchando los discos que su padre ponía en su casa de Buck Owens, Merle Haggard o Waylon Jennings. A la edad de 8 años ya cantaba canciones de Ray Price, Merle Haggard, Leonna Williams, Tanya Tucker y Tammy Wynnete. Nada más llegar a la cuna del country encontró trabajo como recepcionista en un estudio de grabación y cuando podía cantaba en cualquier lugar que le ofrecían hasta que por fin le llegó su oportunidad de grabar su propio CD. Está casada con Mike Johnson (Steel Guitar y Dobro) conocido músico de grabacion de Nashville con el que canta y toca el bajo en algun concierto. Como compositora ha colaborado con algunos artistas de bluegrass como Alecia Nugent y Don Rigsby y también escribió varios temas para su álbum.

En este "Sparks Are Gonna Fly" no hay ninguna canción que destaque especialmente sobre el resto, no hay un tema de esos que te tienes que quitar el sombrero, nunca mejor dicho, aunque ya sabemos que cada uno tenemos nuestros sentimientos diferentes en cuanto a como te llega una melodía, pero sí se puede considerar que todas ellas mantienen una regularidad en cuanto a sonido country y a la vez de una gran calidad por lo que se le puede considerar un álbum a tener muy en cuenta y sin temor a equivocarnos al elegirlo ya que ofrece aire fresco en su concepto honky tonk.

Sus temas son variados como suele ser la tónica habitual, medios tiempo, canciones con fuerza y baladas, entre éstas tenemos "Somewhere Over You" y "At The Corner Of Walk" que son de esas en las que te pegas a tu pareja susurrándole cosas al oído... "We're Not Finished Yet", tradicional donde los haya y temas marchosos como "Grindin' Wheel" y "Three Little Teardrops".

"He Don't Love Me" es una mezcla entre medio tiempo y balada sensacional, en fin un disco jugoso para tener en nuestra discoteca y que el paso del tiempo no lo hace olvidar.

Janesville - Lookin´ For A Cowboy (2007)

Janesville - Lookin´ For A Cowboy (2007) - 2.0 out of 5 based on 3 votes

Ratio: 2 / 5

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Rodando por las muy transitadas y concurridas autopistas que conducen al corazón de la música country, me he topado con un disco de una banda ecléctica y un tanto peculiar, que se mueven perfectamente dentro de los diversos subgéneros del country, hacen un country eléctrico, muy versátil, con claras reminiscencias de Country-Western, dando como resultado un delicioso pastel de distintos sabores.

Janesville, es una banda de Chicago que hace un country muy sólido. Dirigida por Torreya Lynn Hamilton, “Torri“ (para los amigos), una abogada criminalista de Chicago, que descubrió su pasión por el country hace bastante tiempo y que alterna sus actividades en defensa de la ley con la música, con una versátil y maleable voz que se adapta perfectamente a cada una de sus interpretaciones, rindiendo tributo al country clásico y haciendo incursiones en el country más moderno. Con un estupendo trabajo de guitarra y segunda voz de Owen Cooper (un veterano de algunas bandas de Chicago , incluyendo Lifters, Chicago Calling y otras), un sólido bajo de Dave Malatesta y con Tom Jasek a la percusión, y todos combinados nos ofrecen un sonido ágil y elegante, en la mejor línea country.

El disco “Lookin´ for a Cowboy”, contiene solamente 8 canciones (se hace corto), empezando por “Lookin´for a Cowboy“, que da nombre al disco, una pieza de mucho ritmo, sobre la búsqueda del amor idealizado en la figura de un vaquero rudo y de fuertes brazos, en clara oposición a los “blanditos” chicos de la city, ”The Bruno Song”, tema más suave y susurrante dedicado a su perro Bruno, sobre los sentimientos tan fuertes que se crean entre las personas y sus perros “siempre fieles”, en “Hard To Say Yes“, nos encontramos una pieza magistral, de manual, perfecta en su planteamiento y ejecución, un medio tiempo excepcional, donde las guitarras galopan solas, fustigadas por el látigo en la voz de Torri, en “Linda Lou” encontramos una balada de tintes intimistas, interpretada por Torri con un tono de voz sensual y sugerente, “Just a Guy“, tema movido con un toque de swing, en el que la guitarra y la voz de la interprete vuelven a ser los protagonistas, “Rancho Destructo“, es una de las canciones que más me gusta del disco, este instrumental es una pieza de autentico country-western, digna de la banda sonora de cualquier película del Oeste, magistral interpretación de la guitarra que no ahorra florituras,“Great Divide”, estupenda canción de country swing, y cierra el disco “Worth the Wait”, de nuevo nos encontramos a Torri en el tono más suave, interpretando casi “a capella” esta estupenda balada.

Es este un disco muy agradable de escuchar, por encima de etiquetas del género, fluido y fácil de disfrutar. Recomendable.

...Ella no fue a Nashville, pero Nashville llegó a ella...

Neil Hewitt - Roll The Dice (2009)

Ratio: 0 / 5

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Neil Hewitt nació el 18 de Agosto de 1988 en Ames( Iowa), y a la edad de 12 años le entro una temprana afición por la música, quizás debido a que formaba parte del coro de la Iglesia de su localidad, supo desde ese momento que su futuro iba a girar en torno a la música , empezando a tomar lecciones semanales de guitarra, y siendo tanta su afición por la música que decidió escribir e interpretar sus propias canciones.

No obstante, y como a cualquier chico de su edad la música que le gustaba era Rock & Roll, pero le costo poco tiempo darse cuenta que su corazón se inclinaba ostensiblemente hacia la música country, y pronto se encontró tocando el género que más le gustaba, notando que el country fluía por sus venas como savia regeneradora, escuchando desde Johnny Cash a Travis Tritt, fue aprendiendo los rudimentos del oficio.

Posteriormente, y después de dar algunos conciertos de iniciación por su zona de influencia, decide trasladarse a Nashville, donde se encuentra con una antigua amiga, Wanda Baird, que tenia algunos contactos con hombres importantes en el mundillo de la música country, y es ella quien lo pone en conversaciones con Gary Sadker, Presidente del Red Ridge Entertainment, localizado en el corazón del Music Row. Gary, veterano en el negocio musical y representante de estrellas del género, como Billy Dean y Holly Dunn, vio la oportunidad de tomar bajo su tutela a este chaval jovencísimo (21 años), que estaba empezando y tenia la madera suficiente para convertirse en una futura apuesta segura. Una vez en Nashville y asesorado por su productor, Neil comenzó a dar forma a su primer álbum, al que posteriormente titularía “Roll The Dice”, quizás un título premonitorio de que el lanzamiento de un nuevo artista es como “lanzar los dados”, nunca se sabe lo que va a salir, puedes ganarlo todo o perderlo todo. Este álbum se compone de 10 canciones, y solamente dos han sido escritas por Neil, la que da título al disco y "Good Thing at A Bad Time", el resto de temas han sido ya interpretados por otro artistas, como Tracy Lawrence “Miami, my Amy”.

El disco en cuestión, “Roll The Dice” (2009), se nos presenta con una producción excelente, un sonido prístino , una brisa fresca (quizás debido a la juventud del artista), y un compendio de diez canciones que se dejan escuchar con suma facilidad y te enganchan a medida que las escuchas repetidas veces.

Se abre el disco con “Rock Solid”, una canción con ritmo, con el mensaje de fondo sobre el aguante que hay que tener cuando la vida viene de lado y llegan los malos tiempos, hay que ser duro como una roca, soportando los embates hasta el final de tus días, “Miami, my Amy“, una balada en que al autor nos ilustra sobre la similitud entre un terremoto en California y la sacudida que experimentó la primera vez que tocó a su amada Amy estando en Miami, “The Request“, preciosa balada con un estupendo piano de fondo, y otro vez el desamor como tema principal, una chica sentada en un bar de carretera, mezclando sus lágrimas con alcohol, mientras escribe en un billete de dólar ,que ya no soporta más servir de segundo plato; “It´s a God Thing“, tema movido, recuerdos de la infancia sentado junto a la madre en el porche de la casa y contemplando un maravilloso atardecer, y no alcanzando a comprender toda la belleza hecha por la mano de Dios, “Roll The Dice“, una de las mejores canciones del disco, una clara recomendación de que hay que buscar las oportunidades fuera, sobre la vida de un chaval que trabaja en la granja de sus padres mientras le consume un fuego interior, que lo impulsa a tomar la decisión de abandonar la granja familiar y abrirse al mundo exterior, y se decide a “lanzar los dados”, la moraleja podría ser “quien no se arriesga, nunca triunfará”, “Bottom Of The Fith ”, para mí, el mejor tema del disco, una balada muy pegadiza, de las que no te puedes quitar de la cabeza, con el abandono como paisaje omnipresente, la pérdida de la amada… estoy solo de nuevo esta noche, tomando whiskys dobles, intentando calmar el dolor que me produce su ausencia, he tocado fondo y sé que ella no va a volver a casa…, “Good Thing at a Bad Time“ , otra balada, el amor imposible entre un cowboy rural y una chica de clase alta, las dudas que surgen en el chico sobre que es mejor no hacerse ilusiones ,evitando darle el primer beso para no hacerle daño creándole falsas esperanzas, una alegoría sobre la diferencia de clases en materias del corazón... ella era una cosa buena en una mala época..., “Kentucky Friday Night“, la salida nocturna de un chico con su chica un viernes por la noche, y la combinación explosiva de alcohol, velocidad y juventud, “She´s Acting Like I love Her“, el primer flechazo de dos adolescentes que creen que se gustan mutuamente, y se dedican cruces de miradas cómplices cada vez que se encuentran por la ciudad, “That´s What I´m Fishing For“, las bondades de un día de pesca en una localidad rural en un día soleado y huyendo del ruido urbano.

Este disco me ha dejado un grato sabor, es un disco sin complicaciones, entra como una cerveza fresca en plena calima, tiene a su favor ser el primer trabajo de un artista muy joven, rezuma inocencia por todos lados, y creo que si este chaval no se tuerce…promete. Es un buen trabajo.

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