Lee Forster nació y fue criado en una familia dedicada al panorama musical tradicionalista en Victoria, Australia, ya a los 12 años, tocaba la batería y cantaba acompañando en la banda de sus padres. Ken y Hanny Forster ambos actuaron en el legendario Slim Dusty Touring Band de los años 70 junto con el gran Barry Thornton.

Lee ha viajado por muchos caminos polvorientos de su Austalia natal mientras se reafirmaba en sus habilidades y en su preparación para una carrera dentro de la música country. Durante la última década, se ha apoyado en lo mejor de la Australian Country fraternity, incluyendo Troy Cassar-Daley, Tania y Lee Kernaghan, Feral Swing Katz y Carter & Carter.

En 2002, Lee escribió y grabó el tema "Kimberley Gold" para Kimberley Diamond Company, de Western Australia. El tema recibió un meritorio reconocimiento nacional e internacional y lo colocó el 54 en the World Country Chart. La empresa sigue utilizando la canción en todo el mundo como promoción de su Yellow Fancy Diamond.

El año 2006 se unió con el productor y compositor Stuart French de EP, para producir un single “The Way He Rolls His Swag”. Con esta canción fue reconocido y premiado con el TSA Award for New Songwriter of The Year y se colocó el 11 en el Country Singles Chart en Australia

El último single, “A Fire In The Bar”, fue co-escrito por Lee con Stuart French, un tema country New Tradicionalista que interpreta con una buena voz y un gran estilo, Este tema tubo un gran éxito tal que lo colocó en el Top 5 del Country Top 30 Singles Chart.

Lee Forster también fue nombrado New Male Rising Star del 2006 en the Southern Stars Independent Country Music Awards en Mildura.

Todo ello le lleva a grabar su primer CD Keep Safe On The Track en 2007 y sinceramente espero que no sea el ultimo, porque se perdería un buen baluarte del buen gusto y buenas maneras de crear e interpretar Country en Australia y en todo el mundo.

Este CD se compone de 14 temas, una buena parte de ellos compuestos por él mismo.

01 - Two O'clock Sunday
02 - A Mans Gotta Give Up A Lot
03 - 1,000 Headlights
04 - The Good Tones
05 - Letting Banjo Go
06 - In The Dam
07 - The Dreaded Mother In Law
08 - A Fire In The Bar
09 - Drink Up And Be Somebodys
10 - His Stocks Turned Astray
11 - Under The Water Tank
12 - Behind The Clouds
13 - Gotta Keep Moving
14 - Keep Safe On The Track


Los instrumentistas que le acompañan son:
Mick Alberck al Fiddle
Chirs Haigh al Bajo y a la Guitarra Acústica
Glenn Wilson a la percusión
Michell Rose al Pedal Steel
Dave Ellis al Upright Bass
Stuie French a Harmonies Acustic, Electric, Bass, Baritone y Ganjo
Camille Te Nahu Armonías vocales
James Gillard a Acoustic y Bass Guitars

Producido por Stuie French recorder en Swingin Doors Studios de Sydney, y distribuido por ONE Stop Country.

Ha pasado mucho tiempo desde que el impresionante disco debut de Clint Black Killin’ Time le colocara como el más prometedor artista de Nashville, incluso por encima de Garth Brooks que también debutó aquél mismo año 1989. Y desde entonces Black da la impresión de estar persiguiendo un disco que sea equiparable a aquél. Spend My Time ya parece hacerle un primer guiño desde el mismo título.

Precisamente la canción que titula el álbum y lo abre “Spend my Time”, nos habla de retos por delante y de no seguir la corriente. La voz de Black y la instrumentación que lo acompaña consiguen que este corte (como algún otro en el disco; “What Ever Happened”) se convierta en un remanso de melancólica tranquilidad.

Sorprende que su primer disco en su propia discográfica (Equity), tras perder su contrato con RCA, producido por él mismo y con su firma en las doce canciones que lo componen, sea su trabajo menos arriesgado, pues parece llevado por la corriente Country-Pop que domina Nashville en todo lo que llevamos recorrido de siglo XXI, aunque los arreglos resulten bastante menos densos que mucho de lo que actualmente se produce en la Music City.

Black suena más sofisticado que en sus trabajos que le dieron la fama, incluyendo toques funky cuando los ritmos se animan en “We All Fall Down”, o Blueseros en “The Boggie Man”. Las tristes baladas “Someone Else’s Tears” junto con la teatral “A Lover’s Clown” muestran a un Black dolido por la pérdida del amor.

Aunque Clint Black sea un muy buen intérprete dotado de una voz muy personal y perfectamente identificable, sus capacidades no son suficientes para hacer remontar algunos de los cortes contenidos en Spend my Time cuyo convencionalismo, sin duda, los hace agradables al oído pero tan fáciles de escuchar como de olvidar.