2013 fue un año ajetreado para Dale Watson al que iF yoU…. puso la guinda.

Quizá sus seguidores no tuvieron suficiente con el lanzamiento de dos discos (El Rancho Azul y Dalevis: Sun Sessions 2) y verle orgullosamente enfrentado a Blake Shelton ante las desconsideradas manifestaciones de éste contra los aficionados al Country tradicional, calificando a aquellos que alzan su voz criticando la poperización que asola Nashville de ‘old farts’ y ‘jackass’ (‘viejos pedos’ y ‘gilipollas’) y a los que nadie hace caso porque los que ahora compran discos son los adolescentes. Sabrosas declaraciones aparte, dedicó a Shelton la canción “I'd Rather Be An Old Fart (Song for Blake Shelton)”, cuya letra vendría a decir algo así como ‘prefiero ser un viejo pedo/que un nuevo zurullo Country’.

El epílogo a la tormentosa relación de Hank III con la que fuera su discográfica llegó con este Long Gone Daddy editado en 2012. Si el contrato y el compromiso firmado fue para seis discos, cumplido con el lanzamiento de Rebel Within en 2010, Curb encontró la manera de editar dos álbumes adicionales sin su consentimiento: en 2011 el pendiente que viera la luz oficialmente desde que se grabara en 2003 y que Curb había desestimado editar por su estilo trash-metal y grueso lenguaje (negativa que originó la polémica), retitulado Hillbilly Joker, y el disco que nos ocupa.

El pequeño de la saga Williams no se cortó en su reacción, animando a no comprar los discos y a que los fans los consiguieran y distribuyeran de formas ‘alternativas’.