Trick Pony - Trick Pony (2001)
Tengo que reconocer que difícilmente me habría interesado por el debut del trío Trick Pony, formado por Keith Burns (voz y guitarra solista), Ira Dean (voz y bajo) y Heidi Newfield (voz, guitarra rítmica y armónica), si no fuera porque en su disco homónimo incluían una versión del clásico de Johnny Cash “Big River” en el que invitaban a participar vocalmente al propio Hombre de Negro y a Waylon Jennings. Un detalle que me hizo pensar que, quizá en su caso, encontraría algo en su música que fuera más allá de los deslumbrantes pero vacuos productos que nos suele ofrecer Nashville desde hace ya demasiados años.
Al empezar a escuchar el disco pensé que había acertado al hacerme con él... aunque no tardé mucho en comprobar que una vez más, como cada vez que me acerco a lo que la industria de Nashville llama Country en el siglo XXI, me equivocaba.
El álbum arranca enérgico con “Pour Me” y se mantiene en “Party for One”, el tipo de canciones en el que el Country se combina de forma natural con Rock’n’Roll para un resultado de fácil escucha y fácil disfrute en una noche de diversión. La potencia vocal de Heidi Newfield funciona especialmente bien en este par de temas. A continuación llega el momento esperado, “Big River”, a la que dotan de la misma energía instrumental. No fue, no es y no será mi versión favorita de la canción, pero es de valorar que unos debutantes inviten a dos leyendas relegadas por el ‘stablishment’ y también es buena cosa que la personalidad del trío, trabajada en la carretera en los años previos a su debut discográfico, les permita personalizar el tema acercándolo al estilo de los dos cortes precedentes. La sentida balada “Every Other Memory” también funciona superando su tendencia grandilocuente.
Pero al llegar al quinto corte las cosas empiezan a torcerse. Los ritmos animados de canciones que son pura diversión se digieren con facilidad... pero a medida que el disco avanza el problema del Nashville actual para el que parece ser más importante el envoltorio que el contenido empieza a hacerse demasiado evidente. El protagonismo de los ‘riffs’ de las guitarras eléctricas, capas de voces una sobre otra, fraseos que tienen que ver más con el rap que con el ‘storytelling’ y canciones que al escucharlas apuntan como primera referencia a Bon Jovi vuelven a poner sobre el tapete las preguntas que se me plantean ante buena parte de los lanzamientos ‘mainstream’ del siglo XXI: ¿dónde está el Country? (y puedo soportar que un disco se escape del Country, no es el único estilo que me gusta), ¿dónde están los tres acordes? (tampoco me importa que se salte la instrumentación “clásica” o “acústica”, si tiene otras virtudes) pero, sobre todo: ¿donde está la verdad? (con lo que no puedo es con la música a la que soy incapaz de encontrar un fondo de realidad).
Se podría decir que las tres preguntas se responden con la voz de Heidi Newfield, porque el ‘twang’ es más que evidente. Pero más allá están tan desdibujadas, especialmente cuando la parte masculina del trío asume la voz principal, que una vez superado el ecuador del mismo me resulta complicado llamar Country a este disco... ni encontrar las virtudes necesarias como para, sin serlo, parecerme especialmente remarcable en algún aspecto más allá de un arranque ilusionante en su primera mitad.
Comentarios
Y sí, ella tiene una voz potente pero... country es country y Bon Jovi...Bon Jovi y que conste que Bon Jovi me gusta