Tony Justice - On The Road (2011)

Jackson Russell no era un camionero al uso. Vestía camisa , tejanos, botas y un cinturón con una gran hebilla al más puro estilo vaquero y cubría su cabeza con un elegante sombrero Stetson de color negro, regalo de su hija, y además y como si de una pieza más de su indumentaria se tratara, llevaba en la guantera de su camión un revolver Smith & Wesson, como elemento de protección ya que nunca se sabe lo que uno se puede encontrar rodando por las extensas carreteras del País. Sus amigos le llamaban “Rodeo Jack”,  porque en su juventud se había pateado el Estado trabajando como jinete profesional en los más importantes circuitos de Rodeo. Había montado Broncos y toros, y su trabajo le gustaba sobremanera, hasta que un mal día un toro le derribo causándole graves lesiones en la espalda, y a partir de aquel accidente comprendió que sus días de Rodeo habían terminado para siempre. 

Llevaba bastante tiempo pasando dificultades económicas, debido a la crisis que asolaba toda la Nación, y por eso no se lo pensó dos veces cuando un amigo le ofreció un trabajo formando parte de un grupo de arriesgados y ambiciosos camioneros que trabajan bajo condiciones poco comunes. Su misión: abastecer las minas (oro, diamantes y otros) en el noroeste de Canadá (en un area denominada Northwest Territories), entre ellas las dos minas de diamantes  mas grandes del mundo, partiendo desde Yellownife atravesando la carretera del hielo “Denison’s Road” (carretera de Tibbitt a Contwoyto) hasta las minas Diavik (propiedad de la minera Rio Tinto) y Ekati (de BHP Billiton), en esta zona también operan otras mineras importantes como Echo Bay Mines (mina Lupin)  y  DeBeers Canada Mining (mina Snap Lake). La carretera se llama “Denison” en honor a John Denison, que  perteneció a la policía montada y empezó su construcción en los años 50, y que esta considerado como el «padre» de las carreteras de hielo. Era un trabajo muy duro, pero la paga compensaba todos los riesgos, se podía ganar hasta  2.000 $ por viaje, para la mayoría, motivo suficiente para aceptar ese y cualquier trabajo arriesgado. Si un camionero tiene éxito en la temporada ganará en dos meses lo que ganaría un camionero normal durante un año de trabajo. La ambición y el hecho de que se  pague por carga, desataba una competencia feroz por hacer el mayor número de viajes posible, y cualquier accidente grave podía significar quedar como alimento para salmones en el fondo de un lago canadiense y como mínimo, significaba perder el camión, exponiéndose a un año de vacas flacas. En fin, un trabajo que solo un aventurero, un loco o un desesperado estaba en condiciones de aceptar, y Jackson estaba realmente desesperado.

La idea de conducir la mayor parte del tiempo por carreteras sobre hielo le desagradaba grandemente, tenia fobia al hielo, ya que siendo pequeño y estando patinando con un amigo sobre un lago helado, la superficie del lago se quebró y acabaron los dos en el agua helada y a punto estuvieron de perecer ahogados. Por ese motivo, en el único lugar que le gustaba el hielo era en un vaso de Whisky, junto a la chimenea de su casa. No obstante cuando iba conduciendo su camión Mack, intentaba no pensar en el riesgo que estaba corriendo, se concentraba en la carretera, se sentía fuerte y poderoso conduciendo un monstruoso caballo de hierro de 18 ruedas, y pensaba que estando al volante con semejante herramienta nada se le pondría por delante. Las tres cosas que más amaba en la vida eran su familia, los camiones y la música country, y en especial el Honky Tonk, por el que sentía especial devoción.

Para intentar alejar los tristes pensamientos que rondaban por su cabeza, encendió la Radio y buscó alguna de las emisoras de FM que pasaban música country todo el tiempo, se detuvo en una en la que el pinchadiscos estaba hablando sobre un tipo que era camionero de profesión (como él), y que acababa de sacar un disco, su nombre era Tony Justice, no le sonaba de nada,  un perfecto desconocido para él, era natural de Visalia ( California), había tenido unos comienzos duros, y estaba encauzando su futuro en una empresa de transportes por carretera que llevaba con su padre, su brújula en la vida eran Dios, su familia y la música, y sus canciones hablaban sobre la soledad, la carretera, el amor,…y los camiones.

El pinchadiscos de la FM, había decidido poner el disco entero de Tony, Jackson no sabía si por darle airplay al disco, o por dejarlo sonando mientras bajaba al bar de la esquina a pegarse un lingotazo.

A él eso no le importaba, mientras sonara buena música en la emisora.

El disco arrancó con un tema rápido y cuyo título le era familiar “Peterbilt 379”, era el nombre de una conocida marca de camiones, de los que se veían muchos por las carreteras en las que hacia sus rutas; le siguió “East Tennessee”, una sensacional balada que hablaba sobre las bondades de Tennessee, lugar que él conocía perfectamente, ya que había hecho muchas rutas por sus carreteras, le gustaba especialmente la visión de los campos de trigo cuando estaba maduro, y las praderas de pastos con ese toque verde azulado tan característico; a continuación sonó un perfecto Honky Tonk ,“Trick My Truck”, y que encima trataba sobre camiones, y no pudo evitar que una leve sonrisa se dibujara en sus labios, verdaderamente este tío empezaba a gustarle; acto seguido los sonidos de otra bonita balada se desparramaron por la cabina, ”Hard Life”, la vida era verdaderamente dura, y rápidamente sus pensamientos volaron hacia su mujer y su hija, que le esperaban en casa, y por las que verdaderamente había aceptado un trabajo tan peligroso; lo que vino detrás le era muy familiar, ”On the Road”, se colocó su sombrero y empezó a mover rítmicamente su cabeza, un auténtico temazo de carretera, country con mayúsculas, era perfecto, no se podía pedir más, salvo que el viaje terminara sin incidentes y le pagaran sin problemas al llegar a su destino; estaba deseando que el pinchadiscos se demorara más de la cuenta, ya que quería escuchar el resto del disco, y deseó que hubiera encontrado alguna amiguita y que el lingotazo durara un rato más; sin darle tiempo a recomponerse del anterior tema, sonó “Red Hot Firehouse Man“, otro demoledor Honky Tonk, que le hizo llevar el ritmo golpeando con sus dedos sobre el volante, estaba contento, hacía tiempo que no escuchaba tantas canciones buenas y juntas en un mismo disco; lo que vino después lo volvió a sumir en la tristeza, y no pudo dejar de recordar sus orígenes en el mundo del Rodeo y como el destino le había roto el sueño de su vida, “Who Needs Heaven”, una balada especial que hizo aflorar al vaquero tierno que Jackson llevaba dentro y que no le gustaba mostrar, aunque en el fondo era un sentimental y lo de tipo duro solo era una pose; la música country se mostraba en toda su plenitud con “Stay Away”, otro baladón de concurso; y como si Tony no quisiera dar tregua le colocó otro tema lento de los que tiran a la la lona al vaquero más pintado, ”Something in the Rain”, ya era demasiado y la emoción le resecaba la garganta, abrió un pequeño compartimento en la cabina y saco un termo con café caliente, le dio un largo trago y lo volvió a guardar, se sintió reconfortado y encaró el siguiente temazo “Wheels and Wings”, verdaderamente este vaquero era un claro número uno, solo era cuestión de tiempo de que empezara a ser conocido; “One Hot Mother Trucker”, lo sacudió de su ensimismamiento y le convenció de por qué amaba tanto la música country; la continuación la conocia por haberla escuchado cientos de veces en boca de otros artistas del género  “Six Days On the Road “, todo un clásico y una auténtica declaración de la vida en la carretera; y el final fue demoledor, “Bring Daddy Home”, los deseos de un niño de que su padre camionero regrese a casa por Navidad, para estar toda la familia completa.

El pinchadiscos llegó y cambió el disco y Jackson le agradeció profundamente el haberle dado a conocer un nuevo artista, que seguramente gozaría de un lugar privilegiado en su colección de discos, ya que pensaba comprarlo, nada más llegar al primer sitio civilizado, donde pudiera encontrarlo.

Continuó su viaje y cuando atravesaba por un lago helado sintió una necesidad tremenda de aliviar su vejiga, no tenía más remedio que parar el camión, sabía de lo peligroso que era detenerse sobre un lago helado con un camión cargado, saltó del camión e intento aligerar el máximo posible, no quería acabar siendo pasto de los peces.

Todavía le quedaba bastante distancia para llegar a su destino, era de noche y había empezado a llover, la visibilidad había empeorado sensiblemente, y el cansancio de tantas horas al volante empezaba a hacer su trabajo, volvió a sacar el termo y tomó otro trago de café para intentar despejar su mente, necesitaba tener todos sus sentidos alerta, había apagado la radio para evitar distracciones innecesarias, el tiempo empeoraba por momentos y estaba atravesando una zona de bosques muy cerrados.

De pronto y como surgidas de la nada unas extrañas luces se posaron sobre una colina que estaba enfrente de donde él circulaba, las luces ascendían y descendían rítmicamente, lenta y pausadamente y terminaban moviéndose en círculos; por la amplitud de la elipse, parecía que formaban parte de los laterales de un objeto mucho mayor, se desplazaron al unísono y quedaron en estática encima de la carretera, debido al mal tiempo Jackson no podía ver más, sus sentidos se afilaron de repente, se tensaron como los de un felino que acecha su presa, aquello no le gustaba nada, su adrenalina se disparó como una flecha, y él miró de reojo a la guantera donde guardaba su revolver buscando un poco de seguridad, no era mucho, pero era mejor que nada…….