Sons of the San Joaquin - Songs of the Silver Screen (1993)
Si el primer disco de los Sons of the San Joaquin con Warner, A Cowboy Has to Sing, fue un homenaje a los Sons of the Pioneers, su principal influencia, Songs of the Silver Screen también se completa con diez estupendas versiones de temas provenientes de la época dorada de los Singing Cowboys, pero esta vez ampliando el espectro a canciones que encontraron su hueco en la gran pantalla.
Teniendo en cuenta que los propios Sons of the Pioneers popularizaron buena parte de su música gracias a su intervención en un sinfín de películas del Oeste de Serie B, es el repertorio de éstos el que se mantiene en el núcleo del álbum, pues son siete los cortes firmados por los Pioneers Tim Spencer y Bob Nolan para las películas de Roy Rogers y Charles Starett que encontramos incluidas en el mismo. Las canciones se habían convertido en un ingrediente fundamental de aquellas viejas películas del Oeste de producción rápida desde que en la película In Old Santa Fe de 1934 hiciera aparición Gene Autry, el primer Singing Cowboy. Gracias a esas grabaciones para el cine buena parte de la tradición musical del Oeste quedó preservada.
El alegre arranque con “Cowboy Jubilee” marca el tono del álbum, generando buenas vibraciones en aquel que se ponga a escucharlo. El yodel, los característicos Yippi-yi Yippi-yo y las excepcionales armonías vocales del trío californiano nos acompañan en el camino pavimentado con fiddles, steel guitars y guitarras acústicas que recorrieron en sus aventuras aquellos vaqueros en blanco y negro. Siempre optimistas como en “Yippi-Yi Your Troubles Away”, a veces románticos como en “Down When the Rio Flows”, que incluye unas frases en español que a un anglosajón le pueden parecer apasionadas, pero que se quedan en una curiosa anécdota para un hispanohablante (“Mucho te adoro, mi mundo es completo con tú en mi lado” -textual), y cercanos a los temas típicamente Western en las magníficas “Ridin’ the Range with You” y “Empty Saddles”.
Excelente selección de canciones, algunas de las cuales ni siquiera habían sido editadas comercialmente en su momento por los propios Sons of the Pioneers, y excelente interpretación de las mismas con un buen gusto extraordinario no exento de buen humor y vitalista alegría. La calificación del álbum sólo puede ser una: delicioso.