Herb Jeffries - The Bronze Buckaroo (Rides Again) (1995)
Mucho tenemos que agradecer los aficionados al Western a Michael Martin Murphey, y no poco que convenciera a Warner para abrir una división en los años noventa del siglo XX dedicada a la música Western que nos permitió disponer de una regular e interesantísima serie de lanzamientos durante un tiempo.
Uno de los más destacables fue The Bronze Buckaroo (Rides Again), a cargo de Herb Jeffries, un hombre más asociado al Jazz (no en vano fue vocalista durante años de la banda de Duke Ellington, poniendo voz, entre otras, al millonario éxito “Flamingo”) que un día de los años treinta, en un descanso entre actuación y actuación, observó cómo un grupo de niños blancos no dejaban que un niño negro jugara con ellos a vaqueros. Se interesó por el asunto y el pequeño le explicó que en las películas de vaqueros no salían negros y por eso sus amigos no le dejaban jugar, porque no sabían qué papel darle. Barruntando sobre aquella situación, en 1936 acabó proponiendo al productor Jed Buell por qué no filmar una película de vaqueros con actores negros para el público negro, más teniendo en cuenta que no habían sido pocos los vaqueros de color que habían ganado fama en el Viejo Oeste y eran olvidados por Hollywood. Dicho y hecho, Herb Jeffries acabó convertido en el primer y único ‘singing cowboy’ de color, protagonizando ‘Harlem on the Prairie’ en 1937 a la que, hasta 1939, seguirían otros cuatro Westerns de serie B en la línea de los que triunfaban en las sesiones matinales de aquellos tiempos… Como era habitual las canciones eran consustanciales a las películas.
Pero desde que protagonizara su última película de vaqueros no tuvo muchas más oportunidades de ponerse el sombrero y calzar las espuelas hasta que nos encontramos con The Bronze Buckaroo (Rides Again), donde en 1995 y pasados los 80 años de edad, merced al empeño del productor Jim Ed Norman, vuelve a cantar un puñado de aquellas canciones. La que era su firma “I’m a Happy Cowboy”, la divertida “Pay Day Blues”, a las que añade nuevas versiones de las clásicas “Tumbling Tumbleweeds” y “Back in the Saddle Again”. No por ser nuevas grabaciones pierden la que era la tendencia de la época, manteniendo un sonido que tenía más que ver con la música que se producía en Tin Pan Alley, coros de Jazz incluidos, que con el verdadero sonido de las praderas, pero que acabó reeducando el oído de los aficionados a la cultura del Viejo Oeste.
El propio Jeffries define el álbum diciendo ‘no es Jazz ni Cowboy, a la vez Jazz y Cowboy’. Aunque le acompañen ilustres invitados, el propio Michael Martin Murphey, los Sons of The San Joaquin o Rex Allen Jr., su elegante voz de barítono cargada de toda una vida de experiencias es la protagonista… y por ello diría que es imposible que jamás nadie grabe un disco como éste ni consiga acercarse a su excelencia. Nadie va a poder volver a vivir la vida de Herb Jeffries.
Una joya para cualquier colección de música Western.
Nota: buena parte del presente comentario está basado en las notas y entrevista al propio Herb Jeffries que se incluyen en el CD, firmadas por Buck Ramsey.
Comentarios
La figura de Jeffries levantó una controversia que puede resultar sorprendente:
¿Realmente era negro?
Por lo que parece oscurecía el tono de su piel con maquillaje antes de salir al escenario para evitar problemas. Sólo aproximadamente 3/8 de su sangre era negra (y ésta, parcialmente de origen etíope).
También se podría decir que fue el primer español, portugués e indio-americano 'singing cowboy' de la historia (por lo visto todas esas nacionalidades confluían entre sus ancestros).