Emmylou Harris - Cowgirls’s Prayer (1993)

Antes de iniciar su colaboración con el productor Daniel Lanois que la llevaría en una nueva dirección estilística, Emmylou Harris aún nos regaló un último esfuerzo con su conmovedora e inconfundible voz envuelta en los sonidos de base tradicional con los que ha alcanzado la excelencia. En los noventa, con una pléyade de nuevas estrellas dominando el Country comercial, pocas oportunidades quedaban en los medios para la profundidad de la música de Harris. ¿Qué podría hacer Emmylou? Pues lo único que se puede esperar de alguien con su visión artística: reunir las mejores canciones posibles y cantarlas como mejor sabía, fiel a su estilo… cuando poco después diera un giro radical a su carrera desde luego no sería siguiendo los dictados del mercado.

Como siempre sin reparos al escoger canciones, simplemente escogiendo lo mejor, entre otros encontramos temas firmados por Leonard Cohen (emocionante y sutil “Ballad of a Runaway Horse” para cerrar el álbum), Jesse Winchester (“Thanks to You”, más animada y rockera pero con alma de soul, merced a los coros que la arropan) o Tony Arata (la suave “I Hear a Call”). No elude riesgos con un emocionante resultado que acapara la atención del oyente al recitar la letra de “Jerusalem Tomorrow”. Pero si hay dos cortes que destacan sobre las exquisiteces que nos sirve son “Crescent City” de Lucinda Williams, con su esencia de la pantanosa Louisiana y la revisión del clásico de Eddy Arnold, firmado por Cindy Walker, “You Don’t Know Me” capaz de derretir el corazón más frío.

Por si fuera poco nos ofrece un par de composiciones propias, junto a Kieran Kane espectacular “The Light”, en la que el amado es la luz que nos ilumina que nos sacará de la oscuridad y, incidiendo en el mismo tema, no lo es menos “Prayer in Open D”, donde a pesar de que su alma reside en un valle de tristeza, con el peso de toda una vida encima, hay una esperanza en el camino que queda por recorrer que acabará llevándonos de nuevo a casa.

Si algo sabe crear Emmylou Harris es una mágica atmósfera con la interpretación de las canciones que escoge. En Cowgirl’s Prayer predomina una cálida melancolía por el tiempo que pasa, introducida por el primer verso del tema que abre el álbum “A Ways to Go”, que nos dice “oigo sonar el reloj / mira el sudor en mi frente / Conozco mi destino / nada me parará ahora”.