Deryl Dodd - Full Circle (2006)
Completando un ciclo, Deryl Dodd ha sabido encontrar el camino de vuelta a casa, a Texas, a su familia y amigos. En Full Circle nos muestra el camino recorrido y el que le queda por delante. Dodd regresa a donde su corazón y su alma siempre han permanecido. Desde sus principios, cuando cantaba gospel junto a su familia en una pequeña iglesia de blancas paredes al final de una polvorienta carretera de Comanchee hasta los grandes escenarios y las luces de neón de Nashville y, de nuevo, a la dura escena musical tejana, el camino recorrido ha sido largo pero ha terminado donde empezó.
“He sufrido en los veinte años que llevo en la música”, dijo el propio Dodd en la presentación del disco. “Miro atrás y veo que la vida ha pasado y que hay un montón de cosas por disfrutar. Siento que he completado el círculo en cuanto a que estoy en el lugar en el que quiero hacer las cosas con las que disfruto y corregir aquellos tiempos en los que perdí de vista de qué va la vida”. Se mostraba serio sobre las lecciones aprendidas, y orgulloso de haber encontrado su verdad. “Mi corazón siempre ha deseado estar al servicio de Dios y hacer Su voluntad. Creo que mucha gente lucha contra eso. Algunas veces el estilo de vida de la música Country se basa en juergas y borracheras –nada muy divino- pero, a la vez, todo el mundo sigue su propio camino. La música es definitivamente un regalo de Dios, quizás abandones el sendero marcado algunas veces, pero siempre regresas a casa”.
Las palabras “vida”, “amor”, “fe”, “familia” y “amigos” crean un círculo en el diseño de Full Circle, sexto trabajo de su carrera (incluyendo uno en directo), porque “eso es lo realmente importante, eso es a lo que he regresado. Sales de tu casa y quieres comerte el mundo, y lo haces durante un tiempo, pero regresas, a donde sientes que te apoyan, tu familia y tus amigos, todos te esperan con los brazos abiertos”. Justo antes del lanzamiento del disco el nuevo camión que contenía el equipamiento de la banda fue robado. Dodd mantuvo la gira y, gracias al dinero recaudado en eventos organizados por amigos y fans, consiguió rehacerse. Full Circle es como un agradecimiento por sus esfuerzos.
Producido por su amigo personal, Brett Beavers, el disco se convierte en una reflexión del momento que atraviesa Dodd en su vida personal. “Quizá esté purgando mi alma. Quizá esté reordenando mi vida. Eso es lo que significa ser sincero con tu música, aunque hay un precio que pagar. Vivir como he vivido, cometiendo errores y escribiendo sobre ello… hay una lección en ello. No sé lo que significa exactamente, no sé cómo acabará todo esto, pero sé que será algo grande. Bueno y malo y feo, quizá otros se podrán beneficiar de mi experiencia. Eso es lo que creo que significa ser un artista”.
Es difícil que este disco decepcione a alguien. Predomina el honky tonk y las baladas románticas con aire a Country contemporáneo, todo ello mezclado con un toque de Rock Sureño. Dodd tiene la oportunidad de mostrar su habilidad para contar historias, como en la triste “Solid Ground”, donde evoca la facilidad de Hank Williams para cantar sobre los problemas que afectan al hombre corriente y nos habla de un hombre de mediana edad que pierde su alma en el día a día de su trabajo.
Canciones como “Wearin’ a Hole” o "It's Only 'Cause You're Lonely" satisfarán a los amantes del honky tonk que gustan de la presencia protagonista de la steel-guitar, aunque este último sea un mero refrito del tema firmado por Jim Lauderdale y Clay Blaker, que Dodd ya incluyera en su disco con su nombre como título en 1998; más calmada pero en la misma línea “Thanks to the Man”. Precisamente “Wearin’ a Hole”, que abre el disco, ya es toda una declaración de intenciones “mi lugar está sobre el piso de un Honky Tonk, / me gusta lo que se siente al deslizar mis suelas sobre las tablas, / me gusta la música que tocan tras esas ‘swingin’ doors’”. Con una letra así sabes que estás frente un músico de Country honesto que no se alejará mucho del camino marcado por los mitos en los que se inspira. Así, “Into Outlaw” supone el particular y enérgico tributo de Dodd al Outlaw Country con el que creció. Jack Ingram aparece como invitado en la rock’n’rollera "That's The Stuff" que, debido al deje típicamente texano de ambos, si no avisaran de que es un dúo casi pasaría desapercibido como tal.
Sin embargo, pese a su apego por la tradición del Honky Tonk, Dodd se permite algunas excursiones aunque no se vaya muy lejos. “I’m Not Home Right Now”, convertido en el primer single del disco, es un tema melancólico que se apoya en un bello temblor de la steel-guitar que arropa magníficamente a la sincera voz de Dodd. En la más rockera “I Won’t Run” nos canta sobre enfrentarse a los propios demonios.
Tres de las canciones del álbum son particularmente cercanas al corazón de Dodd:
“Someone is Waiting for Me” habla sobre su relación con Dios. “No importa donde esté yo. Él siempre me espera. Eso es el amor, es incondicional. Dios no repasa tus errores, se fija en el hecho de que te ha creado y te ama, y no hay nada que podamos hacer sobre eso. Cuando te das cuenta de ello es una buena cosa”.
La acústica “Songs of the Family” es una canción que escribió cuando sólo tenía diecinueve años en la que reflejaba la influencia musical que supuso su propia familia. La canción recuerda nostálgicamente al oyente que “la música que ellos hicieron todavía vive en mí”. Con un toque entre Bluegrass y Gospel, los instrumentos que aquí mandan son el banjo, el fiddle y el dobro, el tema se cierra con un pequeño corte de una de las viejas grabaciones de sus padres. Una canción que se aparta de los actuales procedimientos habituales y se convierte en una de las joyas del disco.
En opinión de Dodd la romántica “Feels Like Home to Me” refleja perfectamente quién quiere ser. “Esa es mi historia y lo que deseo para mí ahora mismo”. La letra de la canción muestra ese anhelo: “He estado lejos demasiado tiempo. / Perdí mi inocencia en la carretera por la que vagaba. / Pero una voz que pude escuchar por encima del ruido / cambió mi dirección y me dio nuevas alternativas. / Me amaste tan dulcemente de vuelta a la vida (…) Chica, eres todo lo que me hace sentir en casa”.
Un trabajo honesto, divertido, y que a veces escarba en lo profundo, aunque sin tomarse a sí mismo demasiado en serio. Dodd sólo pretende que los que lo escuchen disfruten y definitivamente lo consigue. Algo que transmite sin tapujos de nuevo desde su hogar, aunque quizás todavía buscando su sitio, Dodd dice “Vivo mi vida. La fama, la fortuna, todo eso… la música es lo que me importa, pero no quiero hacer otra cosa, o permitir que nada sea tan importante. Si lo haces, te pierdes”. Entonces ¿qué es lo que completaría la vida de Deryl Dodd? “Sólo ser feliz haciendo música”.
Pues siendo feliz ha conseguido redondear el mejor álbum de su carrera.
Comentarios
Me acabo de dar cuenta que tenemos dos discos con exactamente el mismo título pero diferente protagonista colgados en la sección de críticas .
Éste y el que Gentry nos dejó hace ya tiempo de Wes Hayden... ya es casualidad.