Muerte al chupito ¡¡¡¡ VIVA EL TRAGO !!!!
Los que me conocéis sabéis perfectamente cuál es mi posición en este tema, pero permitidme por favor que exponga de nuevo mi visión de la jugada.
Está claro. Vivimos en España y el idioma que nos une a todas las nacionalidades que conformamos este magnífico país es el Castellano. Un idioma milenario. Una lengua rica y plagada de excelentes plumas que a lo largo de la historia han dejado buena fé de la riqueza y esplendor que forman nuestro diccionario.
Además, nuestro país ha sido cuna de hombres aguerridos, exploradores que en su día fueron capaces de darle la vuelta al planeta y conquistarlo sin contemplaciones, arrasando lo que hiciera falta en nombre del Rey.
Y esos hombres fueron los que dejaron la semilla, además, para que el sur de los Estados Unidos y todo Méjico y América Latina fueran lo que hoy son. Los que han viajado por Florida, Alabama, Texas, Arizona, Nuevo México y California (por citar sólo algunos) han comprobado como uno tras otro los nombres de pueblos y ciudades están escritas en Español: San Antonio, Santa Fe, Santa Mónica, El Paso, Durango, Laredo...
Y en todos estos lugares, cuando alguien quiere un vaso de whisky o de cualquier otra bebida de cierta entidad piden ¡UN TRAGO!
Si, UN TRAGO. Igual que se hizo aquí en España durante tantos cientos y cientos de años. UN TRAGO.
- "¿Qué va a tomar?"
- "UN TRAGO DE WHISKY".
En inglés, ellos pidien un "shot", un "tiro", es decir, de nuevo una palabra contundente y fuerte para definir lo que quieres echarte al gaznate: UN TRAGO.
Y así era y fue en España. Y así sigue siendo en los países que nuestros ancestros conquistaron y adoctrinaron, pueblos que ahora son hermanos nuestros de sangre.
Pero, no hace mucho, en un momento y lugar indeterminados de nuestra reciente historia, un individuo, imagino que de baja estatura, de corta mente y de masculinidad extremadamente dudosa, entró en un bar y pidió:
- "Un: c-h-u-p-i-t-o".
¡OSTRAS!
¡COÑO! (con perdón).
Y el camarero se lo sirvió ¡¡¡Y ANOTÓ LA PALABRITA!!!: C-h-u-p-i-t-o. Le haría gracia al mononeuronal barman...
¡¡¡Manda huevos!!!
Mil años de historia a tomar por culo de un plumazo:
- "Un: c-h-u-p-i-t-o".
¿Os imagináis a John Wayne entrando en el Saloon, andando despacito, con sus espuelas tintineando a cada paso: clinch, clinch, clinch, clinch... Silencio absoluto. Todo el mundo inmovil, viendo pasar al hombre alto y duro del Winchister en la mano: clinch, clinch, clinch... Y que cuando por fin llega a la barra del bar, con todo el salón en silencio y con la mirada fija en él, pidiera un... c-h-u-p-i-t-o?
Vamos, lo fríen a tiros ahí mismo ¡por nenaza!
Por favor, hagamos todos un esfuerzo por recuperar al denostado trago. Pidamos a partir de ahora UN TRAGO y cuando el camarero no sepa a qué nos referimos, describámoslo con todo lujo de detalles, pero sin utilizar nunca más la palabra chupito.
-"¿Un trago? ¿Qué es eso?"
-"Pues un Whisky en un vaso pequeño, sin hielo, para tomármelo de golpe si me da la gana".
-"¡Ah...! ¡Un chupito!"
-"No. ¡¡¡Un trago!!!
Hagámoslo, por favor, recuperemos entre todos la fuerza de nuestra lengua y dejemos al chupito, si ellas quieren, para las damiselas que toman "anisette". Pero que nuestras adoradas cowgirls pidan también sus tragos con nosotros.
MUERTE AL CHUPITO. ¡¡¡VIVA EL TRAGO!!!
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