Colaboraciones

En MusicaCountry.es tenemos el privilegio de contar con los mejores colaboradores y expertos en Música Country...los usarios miembros de nuestra comunidad.
Tú también puedes enviar artículos a esta sección para que sean publicados.

Hank Williams, icono de la música Country

Pin it
Hank Williams, icono de la música Country - 4.8 out of 5 based on 13 votes

Ratio: 5 / 5

Inicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activado
 

Desde un punto de vista estrictamente musical, es difícil encontrar a nadie que, con apenas seis años de carrera musical y 29 años de edad, haya podido influir de manera tan fundamental en la evolución de la música norteamericana, como fue el caso de Hank Williams. Con la muerte de Hank a tan temprana edad, comenzó a gestarse un estilo musical que marcaría una impronta en el incipiente circuito comercial discográfico: el Honky Tonk. Este estilo que proliferara en bares de dudosa reputación (con la sola presencia de una guitarra con amplificador y una batería), y que fuera iniciado por cantantes como Ernest Tubb, Merle Travis o Al Dexter, hallaría en Hank Williams a la persona que le trasmitía a esa música, un toque lastimero y sentimental, enmarcado en letras que narraban los inconvenientes y problemas sociales que tenían los habitantes de las zonas rurales.

Hijo de un ingeniero ferroviario llamado Elonzo Huble Williams, Hank tenía una hermana llamada Irene, y un hermano que había muerto al poco de nacer él. Comienza a cantar ya a los cinco años en los coros de la iglesia donde su madre Jessie tocaba el órgano, despertando allí su vocación por la música. Viendo el entusiasmo de su hijo, sus padres le regalan una guitarra a los ocho años de edad, con la que inicia sus prácticas y compone rudimentarios temas.

Entrada la adolescencia, y ya mudado junto a su familia a Montgomery (donde su madre abre una casa de huéspedes para sobrevivir, ya que el padre de Hank estaba internado en un psiquiátrico para veteranos de la Primera Guerra Mundial), Hank comienza a cantar dentro de un estilo bluesero influenciado por un cantante callejero negro llamado Ruf “Tee-Toot” Payne. Eran épocas donde la gran depresión de los años 30 seguía con sus secuelas económicas y sociales. Hank hace frente a todo esto y aprende las habilidades que tenía Tee Toot para ganarse el sustento acaparando la audiencia y entretenerla, lo cual sería en Hank un rasgo muy importante en su cautivante contacto con la audiencia. Llega el momento de participar en un concurso para aficionados en el Empire Theatre de Montgomery, en el cual se presenta con una banda propia (The Drifting Cowboys) logrando alzarse con el primer premio - apenas 15 dólares - aunque suficiente para abrirle las puertas para presentarse en diferentes radio-shows (en vivo como solía ser en esa época) en las ciudades de Shreveport, Lousiana y lógicamente Montgomery, pertenecientes todas al estado de Alabama. El tema ganador de ese concurso fue “WPA Blues”. Para entonces, Hank ya era llamado “el Shakespeare de Montgomery”.

Con su banda, y con apenas 13 años, Hank comienza a tocar en escuelas y centros comunales, siendo su madre la que recaudaba los pequeños ingresos del grupo poniéndose en la puerta de sus recitales, sin siquiera escucharlos. En 1941 firma un contrato con la emisora de radio WSFA, bajo el pseudónimo de “The Singin’ Kid”, que duraría hasta casi 1950, donde entonaba canciones de su ídolo Roy Acuff además de algunos éxitos pertenecientes a otros autores. Ello significó un empuje muy importante para su incipiente carrera. Pero no todo eran alegrías. Llegaba la época de vacaciones, y Hank (ya con 17 años) decide tomar un descanso en Texas. Para hacerse con unos dólares, decide iniciarse como cowboy en la doma de caballos, sufriendo por ello un accidente al caerse de uno de los animales, lo cual le produjo lesiones en la columna que serían determinantes para la evolución futura de su salud.

En 1943 inicia una relación con una granjera de Banks, Alabama, llamada Audrey Mae Sheppard, en un momento donde alternaba sus shows radiofónicos con los clásicos Medicine Shows de la época. Al año siguiente se casa y se mudan a una casa de huéspedes llamada Lily’s. A partir de allí, Audrey empieza a mover los contactos que tenía y hace arrancar la carrera de Hank, quien lentamente iniciaba sus inclinaciones por la bebida. Esto motivaría las continuas rencillas matrimoniales y cambios de ánimo, que de alguna manera inspiraban a Hank en sus composiciones musicales. Con la esperanza puesta en poder encontrar una mejora laboral y profesional, en 1946 deciden trasladarse a Nashville con el fin de entrevistarse con el productor Fred Rose, quien era socio de Roy Acuff, en la compañía Acuff-Rose. Después de la entrevista acuerdan grabar para el sello Sterling Records dos singles: “Never again” (1946) y “Honky Tonkin” (1947), los cuales constituyen sendos éxitos. En 1947, Hank es contratado por el sello MGM Records, siendo Rose su productor y manager. El primer single que graba para su nuevo sello es "Move it on over", el cual se erige en un importante éxito alcanzando el puesto n° 5 de las listas. En el verano de 1948 aparece en los shows y tours organizados por la KWKH’s Lousiana Hayride, siendo ese año el lanzamiento de nuevos temas, entre ellos “I’m a long gone daddy”.

En 1949 llega el tiempo de grabar “Lovesick blues”, un tremendo tema compuesto por Irving Mills y Cliff Friend, el cual inicialmente había sido grabado por el músico de vodevil Emmett Miller y popularizado luego por Rex Griffin. El gran éxito de “Lovesick blues” (3 millones de copias vendidas) fue la gran catapulta para la carrera de Hank, logrando debutar en el puesto n° 1 de las listas country, manteniéndose 16 semanas en el mismo, y apareciendo en el puesto n° 25 de las listas pop. Con ese tema hace su aparición el 11 de junio de 1949 en el Grand Ole Opry, y logra algo que no tenía precedentes en la historia de ese teatro: ¡¡ hace seis bises a petición del público, que continuamente reclamaba escuchar de nuevo el tema !!. Era finalmente la consagración de Hank como estrella, ya que era respetado e indiscutido por la crítica, a la par que había ensamblado un perfecto conjunto musical con los Drifting Cowboys, formado por Bob McNett (guitarra), Hollous Butrum (bajo), Jerry Rivers (violín) y Don Helms (steel guitar). Llegaron a cobrar 1.000$ por concierto, lo cual hablaba a las claras del éxito que había alcanzado Hank en la época, iniciando así importantes giras por el resto del país.

Ese mismo año (1949) nace su primer hijo: Randall Hank (quien se convertiría artísticamente en Hank Williams Jr, y al cual cariñosamente le había apodado Little Bocephus), hecho que pareció imprimirle una gran cuota de inspiración musical al componer exitosos temas como: "Wedding bells", "Mind your own business", "You're gonna change (Or I'm gonna leave)" y "My bucket's got a hole in it". El año 1950 no le fue en zaga al anterior, ya que alcanza los primeros puestos de las listas country con tres n° 1: "Long gone lonesome blues", "Why don't you love me" y "Moanin' the blues" y cinco top ten: "I just don't like this kind of livin'", "My son calls another man daddy", "They'll never take her love from me", "Why should we try" y "Nobody's lonesome for me". En ese mismo año, como forma de darse un gusto y a la vez tantear la repercusión en el público, edita una serie de temas de corte espiritual bajo el seudónimo de Luke, The Drifter, los cuales son muy bien recibidos por la crítica.

En 1951 aparece uno de sus mayores éxitos musicales: “Cold, cold heart”, un verdadero símbolo de la composición lastimera y sensible de Hank. Es precisamente Tony Bennet quien ese año graba el tema, alcanzando un gran éxito, y encaramándolo en los primeros puestos del chart pop. Enumerar todos los artistas (country y no country) que a futuro cantaron también este tema sería tarea ciclópea, mencionando para resumir simplemente desde Guy Mitchell, Tom Jones, Frankie Laine y Ray Charles hasta los Red Hot Chilli Peppers, Elvis Presley y Norah Jones. El año 1951 se cierra con otros importantes éxitos: "Hey, good lookin'" (puesto n° 1), "Howlin' at the moon", "I can't help it (If I'm still in love with you)", "Crazy Heart" "Lonesome whistle" y "Baby, we're really in love", todos los cuales se colocan entre los top ten de las listas country.

Con el auge de la televisión en la década del ’50, Hank Williams encuentra una forma de hacerse conocer en todo el país, participando como invitado de los programas y giras de Bob Hope, Jack Benny o Minny Pearl. Para entonces, su incipiente adicción a las bebidas cobraba mayor envergadura, y junto a sus desavenencias matrimoniales, comenzaban lentamente a flaquear la brillante carrera de Hank. Ya entonces, su esposa Audrey (quien también cantaba) aprovechando la fama de su esposo, intenta lanzarse como solista, pero no logró despegar nunca musicalmente. Ese mismo año, y en un intento de reconciliación, ambos deciden tomarse un descanso trasladándose a una granja en Tennessee. Allí vuelve a sufrir una caída resintiéndose de su vieja lesión en columna. Una lesión que como tal no era seria, pero que a partir de diagnósticos médicos, descubren que Hank padecía de espina bífida congénita, es decir, una malformación en la parte terminal de la columna vertebral, que no se había detectado hasta que los golpes y caídas sufridas, la habían puesto de manifiesto. Los dolores eran realmente intensos, y el médico decide tratarlo con morfina. Para entonces, no era desconocido por la comunidad científica que la morfina era una droga adictiva, máxime en una personalidad como la de Hank que ya era adicto al alcohol. Fue un grave error médico sin dudas. La mezcla de ambas adicciones se presentaba como una verdadera bomba de tiempo para las aspiraciones de una virtual recuperación física en Hank.

Corría el año 1952 y la relación con su esposa Audrey empeoraba a la par de su salud. En enero de ese año se divorcia, lo cual lo sume en una profunda depresión, decidiendo regresar a Montgomery a vivir momentáneamente con su madre. Más allá de estas vicisitudes, su gran talento como compositor no menguaba, logrando grabar “Honky Tonk Blues” que alcanza el puesto n° 2 en los charts, siguiéndole otros éxitos (todos top ten) tales como: "Half as much", "Jambalaya", "Settin' the woods on fire" y "You win again".

Sus escándalos comienzan a estar a la orden del día, ya sea destrozando propiedades ajenas, disparando al aire con sus armas, o como lo sucedido en una sesión del Grand Ole Opry, donde deciden expulsarlo debido a su impuntualidad y la borrachera con la que se presentaba. En la primavera de ese año, Hank abandona la casa de su madre y se muda a Nashville, donde hace migas con una figura que también sería un importante ícono del estilo honky tonk: se trataba de Ray Price. Para entonces, había salido el dictamen legal del divorcio, quedando la casa y la custodia de su único hijo en manos de su esposa, quien a su vez, quedaría con el 50% de los royaltys por derechos de autor.

La mezcla de alcohol y morfina seguía minando la salud de Hank, quien no logra terminar en pie ningún concierto. Su banda (The Drifting Cowboys) decide abandonarlo y unirse a la incipiente figura de Ray Price, también cobijado por Fred Rose. Entonces, Rose ya tenía en mente romper el vínculo con Hank, quien solo se sustentaba tocando para la KWKH’s Louisiana Hayride, pero ya con pagos muy reducidos y con bandas de acompañamiento que se formaban en el momento. Solo el gran carisma y su enorme poder de comunicación y complicidad con sus fans, hacían que Hank fuera igualmente una atracción. En tanto, en sus shows solía aparecer una joven admiradora que lo seguía en sus periplos. Se trataba de Billie Jean Jones Eshlimar, hija de un policía de Louisiana, quien con sus 19 años encandila a Hank, y en pocos meses más deciden casarse. Como hecho anecdótico, Billie Jean sería con el tiempo, esposa de otra luminaria del country: Johnny Horton. De las múltiples “amigas de la vida” que se acercaban a Hank, una de ellas llamada Bobbie Jett, logra obtener de él un subsidio para mantener un supuesto hijo que habrían tenido durante un amor furtivo.

El final de 1952 lo toma a Hank con nuevos problemas de salud, esta vez de tipo cardíaco, recibiendo nuevos fármacos por parte de su médico de cabecera Toby Marshall. Llega el año nuevo, y en su agenda ya tenía programado ofrecer un concierto en Canton, Ohio. Para llegar allí debía tomar un vuelo que salía de Knoxville (Tennessee), pero las malas condiciones climáticas (temporal con nevadas intensas) hicieron que el avión no saliera. Igualmente, Hank decide asistir en su coche, un impresionante Cadillac nuevo, para lo cual contrata de chofer a un joven estudiante llamado Charles Carr, dado que su delicada salud no le permitiría largas horas al volante. Antes de partir, su médico de cabecera le aplica dos inyecciones de vitamina B12 y una nueva dosis de morfina. Era la única forma de tenerlo en pie. El chofer lo recoge por su casa y lo acomoda en el asiento posterior del coche. Entre los bártulos del viaje, Hank lleva consigo una botella de whisky que va consumiendo íntegramente durante el trayecto. En un tramo del mismo, el auto es parado por un policía debido al exceso de velocidad que llevaba, y en su rutina de inspección, descubre que Hank yacía atrás “como un hombre muerto” (esas fueron las palabras del agente). Su estado es de tal gravedad, que deciden trasladarlo urgentemente al hospital de West Virginia. Las medidas de reanimación resultaron infructuosas. A las 7.00 hs A.M. del 1° de enero de 1953, es declarado muerto por fallo cardíaco.

Paradójicamente, el último tema que había grabado se titulaba “I'll Never Get Out of This World Alive" (Nunca Dejaré Vivo Este Mund”), el cual llegaría al puesto n° 1. Sus restos son llevados a Montgomery, siendo acompañado por veinte mil personas que llegaban desde diferentes regiones El último adiós antes de ser enterrado estuvo a cargo de cuatro de sus entrañables amigos: Roy Acuff, Carl Smith, Red Foley y Ernest Tubb, quienes entonan una canción de despedida como homenaje póstumo. Tres días después de su entierro, nacía una hija producto de su affair con Bobbie Jett. Por su parte, el oportunismo comercial de entonces, hizo que se editaran unos temas que ya Hank había grabado, y que tendrían una repercusión extraordinaria: "Your cheatin' heart", "Kaw-Liga" y "Take these chains from my heart" (todos n° 1 en las listas country).

La popularidad y a la vez, la tristeza que había despertado Hank en el público, hizo que la MGM re-editara varios discos incluyendo demos nunca antes editadas, entre los que se rescató un tema que constituyó un verdadero éxito también: "Weary blues from waitin'“. En 1961 Hank Williams es uno de los primeros artistas en ingresar al Hall of Fame de la Música Country. Asimismo, recibe un Grammy a la trayectoria en 1987, año en que ingresa además al Hall of Fame del Rock & Roll.

Durante toda la década del ’60 se siguieron re-editando discos de Hank, los cuales se masterizaban, mejorándoles el sonido, haciéndolos más estridentes e incluyéndole cuerdas, violines y hasta sonido estéreo. Ello quizás le hacía perder la entrañable melancolía y lo evocativo de sus grabaciones originales, las cuales al principio de la década de los 80 pudieron ser recapturadas y editadas con sus sonidos originales y verdaderos.

El cine no podía escapar al influjo de Hank, siendo filmada su vida en la película Your Cheatin’ Heart interpretada por George Hamilton IV. Y como un homenaje a dos grandes leyendas de sino trágico como Hank y Jimmie Rodgers, Clint Eastwood protagonizó y produjo el film El aventurero de Medianoche (Honky Tonk Man) de 1982.

Un peculiar homenaje en 1989 le hizo su primer hijo Hank Jr, quien incorporó la voz de su padre proveniente de una grabación del tema “There’s a tear in my beer”, simulando ser un tema cantado a dúo. Resultó por suerte, un gran éxito también.

El 17 de setiembre de 1991, en conmemoración al cumplirse el 68 aniversario del nacimiento de Hank Williams, fue construida una estatua en la plaza Lister Hill de la ciudad de Montgomery. Nuevos homenajes y tributos han aparecido, siguen y seguirán apareciendo año tras año, en figuras relevantes no solo del ámbito country, sino también del pop y del rock. Ningún otro artista ha tenido un número tan grande de versiones de sus canciones, como es el caso de Hank Williams. Hasta el día de su muerte compuso 129 canciones, una cifra pocas veces superada en el ámbito musical. Su influencia musical es indudable a la hora de señalar a los verdaderos artífices de la popularidad que hoy tiene la música country en todo el mundo, así como su influencia en los albores del rock. Y quienes tengan la posibilidad de oír, escuchar y disfrutar sus viejos temas, seguirán emocionándose de igual modo que lo hacían aquellas generaciones de hace medio siglo atrás. Las palabras que surgen de la placa que figura en el Country Hall of Fame son una clara síntesis de lo que fue Hank en vida: “Las melodías sencillas y hermosas, y los temas directos y tristes de sus letras sobre la vida tal como él la conocía, nunca morirán”.

* * * * *

Reseñas de algunos tributos a Hank Williams:

Hank Williams Jr. - Tribute to My Father  (1993)

Hank Williams, Hank Williams Jr. & Hank III - Three Hanks: Men with Broken Hearts (1996)

I'll Never Get Out of This World Alive: Hank Williams Revisited (1998)

Rambin' Man: A Tribute to Hank Williams (2006)

Jerry Tharp - Another Boy That Sings Like “Hank” (2007)

The Lost Notebooks of Hank Williams (2011)

 

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

Comentarios  

+2 #1 Rebel Yell 22-05-2010 17:55
Excelente artículo Guardot.

Simplemente Im-presionante. :D

Muchas gracias por compartirlo con toda la comunidad.

Novedades en el foro

  • No hay mensajes a mostrar

Ultimos comentarios