FELICITO a este programa radiofónico por su variedad, excelente criterio de selección, originalidad y fidelidad a la tradición. Sólo con ver los carteles ya me basta para afirmarlo, pese a que, al menos por ahora, yo no escucho música por internet, solamente via minicadena o reproductor de cd's. Y, claro, me encantaría tener cd's compilatorios con estos carteles, si bien dispongo de bastante material de este tipo.
Si bien me han invitado a programas country de radio en Catalunya (empezando, siendo un adolescente, por el del gran Joan Tortosa en Radio-4), siempre soñé con tener el mío propio. De hecho, me monté una muestra en plan cutre, grabando en cassette y creo que lo envié a alguna emisora...sin respuesta.
Me encantaría hacer un programa country en una radio barcelonesa. Y siempre he tenido bien claro el concepto de cómo lo haría. Por ejemplo, pincharía Country de todas las épocas, estilos y tendencias; priorizando lo más sorprendente y desconocido, también en las anécdotas que iría narrando entre canción y canción; referentes al intérprete o banda, a la letra de la canción, a la historia del género, etc...Y no me centraría en asuntos meramente básicos, sino que aportaría conocimientos asociados a la música pero ampliando el campo de miras. Por ejemplo, si pincho un tema sobre "drifters", "wanderers" o "ramblin'men", sobre personajes errantes, de los cuales abundan en el Country, relataría el mito de cierto dios nórdico vinculado a semejante faceta humana para dar pie a establecer un breve vínculo entre esta música y la de los vikingos...que lo hay.
Según este criterio mío tan poco, o nada, convencional, no únicamente aportaría conocimientos sobre el Country, sus artistas, instrumentos, canciones e historia, sino sobre la cultura en general. Y de manera escueta, sorprendente y divertida, capaz de no dejar indiferente al oyente. Pero, claro, cada locutor tiene su propio método y ha de utilizar aquel con el cual se sienta mejor. Y el mío no tiene por qué ser mejor que otro. Pero yo me lo pasaría bien, seguiría aprendiendo con la búsqueda de información, y aportaría un estilo quizás novedoso y revolucionario de abordar la música country
Ya que se menciona a DOC WATSON (a quien tuve la suerte de ver en directo en Wembley hace muchos años...y figura como caricatura en el libro Country Music Stars) en el último cartel del programa, me apetece contar una anécdota, poco conocida, de manera muy concisa:
Cuando Merle Watson falleció en 1985 en un accidente de tractor, el sensible "Piscis" Doc Watson, se quedó echo polvo. Hasta tal punto estaba emocional y anímicamente destrozado, que decidió pasar de actuar. Tiempo después, como revelaría el propio artista, Merle le habló en un sueño incitándole, alentándole, a que regresar a las giras, a que retomase su carrera musical. Obviamente, Doc hizo caso del mensaje onírico...
Doy fe, tanto por mis lecturas como por las propias experiencias, y aquellas que me han sido reveladas, que en sueños no únicamente podemos viajar a otros planos conscienciales, a ésta y otras dimensiones, a vidas pasadas (o futuras), sino encontrarnos con seres conocidos o no...entre otras cosas. Todas as culturas antiguas, incluso la de los nativos americanos, han otorgado una vital importancia al complejo mundo de los sueños.
Me gusta que OLD TIME COUNTRY SHOTS incluya en sus estupendas listas a alguien como Doc Watson quien, curiosamente, empezó a tocar la guitarra imitando, de oído (sentido agudizado debido a su ceguera), las canciones y melodías que escuchaba en los programas country radiofónicos, destacando el Opry.
Las ancestrales raíces apalaches de Watson se remontan a finales del siglo XVIII, cuando el inmigrante escocés Tom Watson se estableció en las montañas de North Carolina. Era hijo de un zapatero de Edimburgo llamado John Watson. Tom prestó servicio como aprendiz fabricante de sillas de montar y hacia los 1770', pilló la suficiente pasta para cruzar el charco y establecerse en los EE.UU con su nueva esposa. North Carolina y los escoceses, se antojan dos factores unidos muy relevantes para el primigenio desarrollo de la música country.
Refresquemos un poquito la historia...
Cuando en 1715, fracasa el levantamiento jacobita, muchos escoceses son deportados a América. Dos años después, se producirá una migración a gran escala de los escoceses del Ulster , los scots-irish (creadores de las bases del Country...), a América que empieza cuando arriban al puerto de Boston unos pocos barcos procedentes de ese norte de Irlanda, y también a Philadelphia, el punto de partida de quienes tirarían millas dirección sur hacia el litoral y los Apalaches; o sea, los creadores de la futura country music. Si bien, según algunos musicólogos, ya en los 30' de ese siglo XVIII, hubo una competición de fiddle que representaría el primer documernto, al menos hallado, sobre música country. En mi opinión, algo difícil de comprobar, pero nada descartable, porque no es baladí pensar que ya pudieron haber una o varias melodías "made in EEUU" y no exclusivamente Folk de las Islas Británicas. Es decir, que ya poseía un "toque diferente", autóctono, americano. Obviamente, deberíamos esperar hasta la "Commercial Era", en el s.XX, para etiquetar esta música y denominarla "Country", pero es muy probable que en aquella competición de violín, alguno/s o todos los participantes, interpretaran piezas propiamente, identificablemente, Country.
Una década después de esa competición (en honor a San Andrés, patrón de Escocia y por ende, del credo protestante; San Patricio sería el equivalente , católico, en los irlandeses), más escoceses fueron deportados a las colonias americanas, tras la derrota jacobita en Culloden.
Hay una serie (que veo en el Canal-Plus) que me encanta, llamada "Outlander" y que llevan ya dos temporadas, donde se muestra el conflicto jacobita y la citada derrota en Culloden. La tercera temporada, que espero con ganas, según me ha comentado mi amiga Gloria Roset (gran amiga mía, excelente persona y experta en Country, sobre todo la faceta folklórica-Apalache más contemporánea; escribía en la revista "Jambalaya"), se ubica en los EE.UU. y en el sudeste; supongo que North Carolina y/o Virginia.
La serie se fundamenta en la tradición irlandesa del acceso, mediante un portal adimensional, a otro mundo; en este caso, al pasado. Una enfermera de los años 40' del siglo XX, de manera casual, es transportada a los tiempos del conflicto jacobita. En Irlanda, el universo feérico de los sidhe y la música, siempre han estado muy ligados, aunque no ha aguantado el paso a los EE.UU, donde casi todo elemento sobrenatural se reciclaría en una interpretación realista, pragmática y moralista. "Sidhe" seguramente proviene del inglés "Fairy", derivado del gaélico "Fiah Ree" que significa "raza espiritual". Obviamente, hablamos de hadas, duendes (el "leprechaun" de los irlandeses...), elfos y demás. La tradición de los elfos, por ejemplo, ya estaba en el folklore nórdico aportado por las invasiones vikingas en Irlanda.
Los sidhe inspiraban canciones para bailar y para la nostalgia de un pasado perdido, las denominadas "re". Esa nostalgia que hallamos en numerosas culturas, referente a una época dorada de la humanidad que, sobretodo las tres principales religiones monoteístas, han tratado siempre de ocultar, destruir o ridiculizar. El componente de cristianismo protestante que fundamenta parte de la música country, no sería menos. En consecuencia, lo más habitual en las épocas de introducción de antiguas baladas anglo-célticas en EE.UU, es que se eliminase el contenido feérico. De hecho, ya en la propia Irlanda, los sacerdotes cristianos procuraron reciclar esa tradición acomodándola a su dogma o directamente evaporarla.
Durante ese proceso, todavía quedaban "seanchai", los narradores especializados en el mundo feérico que, según decían, se comunicaban con tales seres. Estos bardos errantes, mantenían la tradición oral encantando a la gente con su voz, sus gestos y su capacidad para transportar a los oyentes a ese universo mágico. Una tradición donde se aseguraba que algunos habitantes de Sidhe (asi también he visto que se denomina a esa dimensión feérica) descendían de los Tuatha Dé Danann: seres míticos que reinaron en Irlanda posiblemente durante la Edad de Bronce y procedían de algún lugar del oeste, del atlántico...Se ha especulado con que fuera una raza de atlantes o incluso de extraterrestres y/o seres de otras dimensiones. Muchísimas culturas antiguas del planeta hablan de un diluvio y de civilizaciones pre-diluvianas (Atlántida, Thule, Hiperbórea, Mu-Lemuria, etc...) que gozaron de una Edad de Oro. Ciertos artistas country o relacionados directamente con este género, creen en ello o se han interesado por este asunto. Por ejemplo, Willie Nelson en su libro del "Tao" particular (lo tengo; sencillo pero curioso por tratarse de un artista country...) o intuyo que Elvis Presley, ya que éste leía habitualmente a la rusa Helena Blavatski, co-fundadora de la doctrina teosófica en EE.UU junto a un militar yanqui de la Guerra de Secesión...
El Cristianismo, del mismo modo que se cargo todo lo que pudo del folklore y religión mitológicos escandinavos, hizo lo propio en los entornos de tradición celta como Irlanda. El dogma religioso cristiano, ya fuera católico o protestante, con todas sus modalidades, siempre se ha encargado de hacer desaparecer (y/o quedarse para sí mismo en secreto...Conocimiento= Poder...) el Conocimiento pagano que conduce a la Sabiduría, encadenando a las personas a la Creencia para alejarlas de la Sabiduría. Y acciones tan inofensivas y espiritualmente enriquecedoras como los sueños, debían ser anuladas.
Por lo tanto, y perdonad mi tendencia a enrollarme (si sentís interés, algún día os resumo una de las bases más remotas del Country, la referente a los bardos y el folklore musical anglo-céltico y nórdico-germánico...), celebro con júbilo que músicos tan emblemáticos como Doc Watson, admitan conectar, o haber conectado puntualmente, con el universo onírico recibiendo un mensaje sin necesidad de que ello tenga relación con Jesucristo o el dios cristiano.
hecho, ya en la propia Irlanda,
