Willie Nelson - Let’s Face the Music and Dance (2013)
Willie Nelson: 80 años cumplidos en 2013 y manteniendo una regular y densa programación de lanzamientos difícil de entender en el milimétrico estudio comercial al que está sometida la Industria musical. Y no es que esté alargando una carrera acabada, es que está ofreciéndonos discos tan bellos como los mejores de su vida. Admirable demostración de vitalidad.
Let’s Face the Music and Dance es el segundo trabajo de Willie Nelson para Legacy y obedece a un patrón que ya conocemos los seguidores de su carrera. Tras el magnífico disco de dúos Heroes editado en 2012 se refugia en canciones clásicas dotándolas de una calidez y familiaridad que nos hace amarlas de nuevo. Arropado por the Family Band, su banda de siempre, y con el objetivo puesto en hacer brillar el mensaje de las canciones. Comparten protagonismo la voz de Nelson, que mantiene sus virtudes y encuentra nuevos matices con los que sorprendernos, y el sonido de su guitarra, tan reconocible como su voz y deudor de un grande como Django Reindhardt (que Willie siempre ha reconocido como referencia), explícitamente demostrado con el instrumental “Nuages”. El viejo Willie tira de canciones con las que ha compartido su vida y que fueron Pop, Rock, Country o Jazz. Aquí son Willie Nelson. Un alarde de personalidad y versatilidad.
Cómo expresar las sensaciones que transmite Willie Nelson en este disco delicado, natural, cálido, elegante, íntimo, emocional y emocionante. Son cincuenta minutos de música que necesitan ser degustados con la misma ceremonia que dedicaríamos al descorche de una botella de vino de una vieja cosecha para apreciar todos sus matices. Un vino para el que no pasan los años y que no va a envejecer nunca porque tiene el sabor de lo eterno. Intemporal testimonio de buen gusto.
Tras escribir las líneas precedentes me quedo bloqueado. Pero... ¿realmente hace falta añadir la típica frase definitiva que redondee el comentario?... ¿Es posible que ya lo haya hecho tres veces en tres párrafos?
No me extraña que me haya quedado sin ideas. Aunque de todas formas creo que no hace falta: ya he dicho todo lo que había que decir.