Wayne Hancock - A-Town Blues (2001)
A-Town Blues fue el cuarto disco en la cuenta de Wayne Hancock, y el primero con una de las mejor establecidas y más prestigiosas discográficas independientes, Bloodshot. ¿Sorpresas?: pocas. ¿Excelencia?: asegurada.
Con Lloyd Maines en la producción (y ocasionalmente a la mágica steel), sólo guitarra, bajo y steel-guitar para un sonido descarnado, sin trampas ni fisuras, finiquitando el trabajo de estudio en un tiempo récord sólo al alcance de músicos y técnicos de primer orden. Grabado en veinte horas y mezclado en dos días para un resultado tan brillante como auténtico.
¿Se puede describir mejor la vida de Wayne Hancock que con las líneas del corte que da título al álbum?: “Mi hogar está en una carretera adornada con neón / Lugares en los que he pasado la mayor parte de mi vida”. Seguramente no cuando te has hecho un nombre superando los 200 conciertos al año, cada año.
Dotando a su música de fuertes cargas de swing, apuntando como referencia en sus composiciones y en su interpretación al alma de otros impenitentes errantes de la magnitud de Jimmie Rodgers y Hank Williams... y escogiendo versionar, aunque las baladas de regusto jazzie no sea donde más brillen sus virtudes, canciones con letras de las que ya no se escriben como “We Three”: “Nosotros tres, estamos solos, viviendo del recuerdo / mi eco, mi sombra y yo (....) Paseo con mi sombra / hablo con mi eco, pero dónde está mi amor”. Si hubiera que buscar nombres contemporáneos haciendo música de sabor añejo con una convicción y credibilidad tan absoluta encontraríamos muy pocos que poner a su altura.
No me resisto, como mejor cierre para este comentario, a traducir el habitual mensaje irreverente que Hancock suele incluir en la dedicatoria de sus discos:
“Si te gusta la música con sentimiento y la basura que suena en la radio no satisface tu espíritu errante, prueba con este CD y sal a quemar mil millas.
Nos vemos en la carretera.”
¡¡Estoy deseando que nos volvamos a encontrar en ella Wayne!!
A-Town Blues