Patty Loveless - On Down the Line (1990)
Cuando llegó el momento de lanzar el que sería su cuarto trabajo, On Down the Line, en 1990 Patty Loveless ya era una figura reconocida en la escena Country formando parte de los llamados nuevos tradicionalistas merced, principalmente, a su disco multiplatino de 1988 Honky Tonk Girl.
La voz de Loveless es su rasgo más reconocible, con el característico twang de las montañas de su Kentucky natal y una capacidad interpretativa de una profundidad con la que sólo sueñan algunas de las grandes divas del Country-Pop, acostumbradas a rellenar sus canciones con las más orgiásticas florituras vocales que puedas imaginar.
Con Tony Brown como productor y contando con algunos de los más respetados y exitosos escritores de Nashville del momento (Kostas, Paul Kennerly) y un par de, por entonces, emergentes figuras de la composición (Lucinda Williams, Matraca Berg) Loveless abre su música al Country Rock, incorporando algunos dejes de Bluegrass, e incluso algo de Pop, aunque su voz convierta cualquier cosa que cante en inconfundiblemente Country. Si sumamos que cuenta con músicos como Albert Lee (guitarra) y Mark O’Connor (fiddle y mandolina), además de Vince Gill en los coros de muchos de los cortes, el conjunto no puede dejar de resultar magnífico.
Sus raíces montañesas salen a la superficie especialmente en la emotiva balada “Some Morning Soon”, en la que nos hace partícipes de la certeza de que un día se despertará comprobando que su amor se ha ido. Pero por muy tradicional que sea su música, los temas que toca no pueden ser más contemporáneos, “The Night’s Too Long” nos habla de una joven que huye de su pueblo, llega a la ciudad, consigue un trabajo de oficinista y apura cada noche al máximo, “quiere mezclarse con la gente, donde pueda bailar, agitar el pelo y reír bien alto”, quizá alguno de los hombres que encontrará cada una de esas noches acabe resultando el adecuado. Por otra parte, en la orgullosa “You Can’t Run From Your Heart” avisa al cobarde que acaba de romper con ella que el amor que él todavía siente le perseguirá allá donde vaya.
Como muestra de su bien hacer en el Honky Tonk, la balada “I’ve Got to Stop Living You (And Start Living Again)”. Mientras oscilando al Country-Rock encontramos los uptempos “Overtime”, “Blue Memories” y “I’m That Kind of Girl”, que se convertiría en el single de mayor éxito del disco, alcanzando el quinto puesto de la lista Billboard de Country.
Quizá On Down the Line no sea citado entre los discos fundamentales de Loveless, pero eso es porque su estándar es tan alto que un disco tan destacable como éste pasa casi desapercibido.