Lorrie Morgan & Sammy Kershaw - I Finally Found Someone (2001)
En la primavera de 2001 Lorrie Morgan y Sammy Kershaw anunciaron su compromiso, casándose ese mismo año (sería el cuarto matrimonio para Kershaw y el quinto para Morgan). Aunque sus ventas ya no eran las que solían, como dos de las estrellas del Country que lo fueron en los noventa, aún mantenían buenas dosis de popularidad, así es que su relación (que ya era más o menos pública desde bastante antes) ocupó mucho espacio en los papeles... y más que ocuparía cuando en 2003 se separarían por un tiempo bajo una orden de protección mutua para cada uno de ellos, reconciliándose en 2004... y separándose definitivamente en 2007 cuando firmaron el divorcio unos meses después de que Kershaw se declarara en bancarrota tras haber avalado personalmente las deudas del restaurante que abrieron juntos.
Teniendo en cuenta que no son raros los discos conjuntos de parejas de intérpretes Country la oportunidad para apuntarse a la lista era inmejorable, editando con RCA y repartiéndose equitativamente los doce cortes: seis dúos más tres interpretaciones individuales para cada uno de los protagonistas. Creo intuir que quedarse en un puesto 13 en la lista de ventas de álbumes Country y que el single “He Drinks Tequila”, por cierto un animado y destacable corte, se quedara en el 39 no eran los resultados esperados.
Y no será porque no sea evidente el esfuerzo por incluir un poco de todo para satisfacer a un público tan amplio como fuera posible... al que se supone necesitado de escuchar románticas canciones que pongan ante sus narices lo enamorada y feliz que estaba la pareja. Empezando por el primer corte del álbum y que le da título “I Finally Found Someone”, de inconfundible y empalagoso sabor ochentero, un tema que ya popularizaron dos grandes nombres de la mejor tradición Country... Bryan Adams y Barbara Streisand [sic].
Al final el álbum es muy irregular. Con deslices como una innecesaria versión que sumar a la larga lista de innecesarias versiones de “What a Wonderful World” de Louis Armstrong, a cargo de un Sammy Kershaw en solitario, que continuaba con su empeño de aspirante a cantante Pop que inició con su álbum de versiones de apenas un año antes ‘Covers the Hits’. También a su cargo en este caso compuesta por él, pero igualmente prescindible, “Sugar”. Sin embargo Lorrie Morgan brilla en sus esfuerzos en solitario, especialmente en las reflexivas “29 Again” y “I Must Be Gettin’ Older” y, como ambos son grandes intérpretes, el resultado de los dúos es, cuanto menos, solvente.
Al final lo más sorprendente, y en mi caso decepcionante, es que dos estrellas asentadas de raíz tradicionalista como Kershaw y Morgan (esta última había dejado recientemente su discográfica, BNA, alegando que la querían llevar demasiado hacia el Pop) nos ofrecieran un disco al que le falta personalidad y tan en la tendencia que acaba oliendo demasiado a pura y simple maniobra comercial.