Aaron Watson - Angels & Outlaws (2008)

Ya consolidado en 2008 como uno de los principales referentes de una escena Country texana que se suele ocupar muy mucho de mantener las distancias con Nashville, curiosamente en Angels & Outlaws (su séptimo trabajo de estudio) Aaron Watson parece acercarse al mainstream algo más de lo habitual, un camino que ya inició en 2006 con San Angelo. Como mejores ejemplos la rockera “Love Makin’ Song” o la más calmada “Sweet Contradiction” aunque, como buen texano, fiddles y steel-guitars todavía se pueden escuchar con claridad.

Pero no nos equivoquemos, las señas distintivas de Watson siguen más que presentes. Espectaculares y desatados temas, vocal e instrumentalmente, como “Wake Up and Smell the Coffee” donde el fiddle es protagonista o especialmente “Breaker Breaker One Nine”, con la que es realmente difícil evitar moverse a su desenfrenado ritmo, se alternan con canciones más tranquilas en las que se nos cuentan historias, normalmente de sentimientos a flor de piel, como la de “Can’t Be a Cowboy Forever”, en la que un vaquero de rodeo se debate entre su pasión por la competición y la mujer que deja sola en casa y que quizá no aguante mucho más sus ausencias.

En las versiones se muestra especialmente acertado. Rescatando un tema de Kris Kristofferson, “Tulsa”, que Waylon Jennings incluyera en 1971 en su álbum The Taker/Tulsa, al que somete a una convincente operación de rejuvenecimiento aunque en el camino se pierda bastante de la amenazante interpretación de Jennings, y en una suave y delicada “The Heart of Life” de John Mayer.

Sólo un año antes, en  2007, Watson había editado un álbum completamente dedicado a dar testimonio de su fe religiosa titulado Barbed Wire Halo, en el que alternaba canciones con breves lecturas de pasajes de la Biblia. Precisamente de ese álbum, para acabar Angels & Outlaws, nos ofrece la lectura de “Philippians 3-12-14”, a cargo de Billy Joe Shaver, y el tema que daba título al disco, un emocionante “Barbed Wire Halo”.

He dicho para acabar cuando lo cierto es que el disco termina con un corte en el que retoma los temas mundanos. Ante los sarcásticos comentarios procedentes de ciertos ambientes que suele recibir la música Country en “That’s What I Like about a Country Song” pone de manifiesto  con la típica franqueza texana lo que le gusta de una canción de Country, acompañado de los que podríamos considerar nombres fundamentales de la actual escena texana: Jack Ingram, Kevin Fowler y Roger Creager junto al productor del álbum Ray Benson (también líder de Asleep at the Wheel). Y qué es lo que le gusta: “(…) cuando alguien se equivoca / no algo que sólo entienden los elitistas de Hollywood. / Es sobre gente real que vive una vida real con problemas reales”. Pues no queda más que darle la razón.

Tras ya unos cuantos años de carrera musical el resultado que consigue Aaron Watson en Angels & Outlaws es sólido y en línea con sus trabajos precedentes, aunque abra su música a sonidos más contemporáneos. Sin ninguna duda un álbum que agradará al mismo público que gusta de Alan Jackson o Brad Paisley.